Observo el gris de la pared frente a mí por no sé qué tiempo desde que estoy aquí.
Por el rugir de mi estómago debe ser más de la hora de almuerzo, aunque teniendo en cuenta que no desayuné, tal vez no sea tan tarde. No lo sé, de igual forma a mí me parece que han transcurrido horas desde que estoy encerrado en esta insípida celda, sentado en esta dura litera, apoyado en esta fría pared y con la preocupación haciendo mella en mi paciencia.
¿Habrán encontrado a Betania?
No lo creo, si así fuera, Joshua me habría avisado, ¿no?
¿Cómo estará Ximena?
Se veía realmente afectada cuando le conté sobre el secuestro de Bet y la implicación de Mónica. Me habría gustado tener más tiempo para contarle de modo que la noticia no le hubiese llegado de forma tan brusca, pero todo se me fue de las manos.
Luego de que los guardias se llevaran a Joshua a la fuerza, dos más entraron y me dijeron que por órdenes del rey, estaba detenido. Cuando me preguntaron si yo había dejado a David en esas condiciones, no tuve de otra que decir que sí; en primer lugar porque no soy chismoso y en segundo, Joshua es más útil ahí fuera buscándola que aquí encerrado. Él está entrenado para esas cosas, yo no.
Solo espero que Ximena esté bien y que entre ella y mi hermano cuiden de Pao. Si a mi hija le pasa algo, no sé qué sería de mí.
Suspiro profundo.
Un guardia se asoma a través de las rejas, pero como es algo que han hecho bastante seguido desde que estoy aquí, no le presto atención.
—¿Señor Díaz? —Lo observo con los ojos entrecerrados, es el primero que me habla—. Vengo de parte de Joshua. —Eso me interesa, así que me levanto con un poco de esfuerzo pues tengo el cuerpo entumecido, aun así, me acerco a los barrotes.
—¿Encontraron a la princesa?
—Aún no. —Me desinflo desilusionado. Por un momento me aferré a la posibilidad de haberla encontrado—. En estos momentos están recorriendo el ala Este del palacio…
—¿La que está en construcción? —Me reprendo mentalmente por interrumpirlo. Él asiente con la cabeza.
—La princesa Karen ha identificado la sala donde se grabó el video como una perteneciente a esa zona y en estos momentos están buscándola. —Eso es bueno, aunque teniendo en cuenta el tiempo que lleva desaparecida, tal vez ya no esté ahí—. Joshua piensa que no han salido de los terrenos del palacio.
Esa es una buena señal. Espero sinceramente que sea así.
—Joshua me pidió que le dijera que mantenga la calma, que desde que regrese de la búsqueda, vendrá a sacarlo de este lugar.
—Ok, por mí no se preocupen, solo espero que encuentren a la princesa.
—En eso estamos.
—¿Cómo está mi esposa? ¿Y mi hija? ¿Sabe algo de ellas?
—La última vez que supe de la princesa, se dirigía al Salón del Trono con la señorita Joskani para hablar con su padre. Joshua ordenó que trajeran a su hija y al joven Lucas del colegio y creo que la princesa Karen está con ellos, su hermano está en la Sala de Cámaras. —Asiento aliviado al saberlos a todos bien—. Ah, el chico que anda con la señorita Joskani…
—¿Seth? —pregunto.
—Supongo... Él está con Joshua buscando a la princesa. —Sonrío, ese idiota siempre está dispuesto para todo.
—Muchas gracias por venir a informarme.
—Un placer. —El hombre se dispone a marcharse, pero le pido que se espere. Necesito hacerle una pregunta.
—¿Qué tan grande son los calabozos? —Estamos bajo tierra, esto puede ser tan grande como el mismo palacio.
—Bastante grandes, pero ya los revisamos. Fue lo primero que se le ocurrió al jefe. —Asiento con la cabeza.
—He estado pensando. Este palacio es antiguo. He escuchado que hay pasadizos escondidos de cuando las guerras. Solían resguardarse en ellos para sobrevivir. ¿Los han comprobado?
—Con las remodelaciones que se hicieron hace unos años en esta zona, el rey ordenó cerrarlos. Solo quedaron algunos y ya buscamos.
—¿Y en la zona Este?
—No sé si la princesa Betania, que es la que está a cargo del proyecto de reconstrucción, ordenó cerrarlos.
—Entonces no los han revisado. —Niega con la cabeza y una pequeña esperanza crece en mí.
—Además de los calabozos, ¿hay alguna otra edificación bajo tierra en los terrenos del palacio?
—Estamos llenos de ellas. Esa es la razón por la que nos es tan difícil encontrar a la princesa. Hay mucho terreno que recorrer, tanto sobre como bajo tierra y no disponemos de mucho personal porque Joshua no confía en todos los guardias. Tiene solo a los de confianza trabajando en ello.
—¡Joder!
—Debo irme ahora para unirme a mi equipo.
—Sí, claro, adelante. Gracias por venir.
El hombre hace una leve reverencia y se marcha. Yo regreso a mi posición en la litera, frustrado, preocupado. Si las cosas son tan complicadas como dice él, me siento peor por estar encerrado aquí. Conmigo ayudándoles, es un poco más de terreno que podemos recorrer.