¿Quien eres tu?
Justo en ese momento, escuchan un ruido ahogadoproveniente de una habitación cercana. Sonaba como un débil quejido o gemido humano, pero demasiado sutil para identificarlo con seguridad.
Los amigos se quedan helados, sus ojos llenos de miedo y confusión. ¿Había realmente un ruido humano en la habitación cercana? O simplemente su imaginación estaba jugando con ellos debido al miedo y la atmósfera espectral del lugar.
Sarah (susurrando): ¿Alguien más lo escuchó? Por favor, diganme que sólo es mi imaginación...
Sin previo aviso, un lúgubre suspiro salió repentinamente de dentro de la habitación cercana, haciendo que los amigos dieran un salto. El sonido era definitivamente de naturaleza humana, pero aún imposible de identificar con exactitud.
Max (tartamudeando): Eso... Eso no sonó como alguien imaginario.
Los amigos se quedan en silencio, con el miedo visible en sus rostros y la tensión palpable en el aire. El gemido volvió a escucharse, esta vez más fuerte y claro. Parecía provenir de una persona en evidente sufrimiento y angustia.
Alex (susurrando con terror): ¿Hay... hay alguien ahí dentro?
Sarah (nerviosa): Quizás... quizá deberíamos comprobarlo. Podría ser alguien que necesite ayuda.
James (susurrando asustado): ¿Estás segura de que esto es una buena idea? No me gusta nada de esto.
Los amigos intercambian miradas nerviosas entre sí, pero finalmente asienten acuerdo. Comienzan a acercarse lentamente hacia la habitación de donde provino el sonido..
Conforme los amigos se aproximan a la habitación, la tensión se vuelve palpable. Cada paso que toman hacia la puerta cerrada es acompañado de un ruido diferente: el gemido continúa con su sonido inhumano y ahora la respiración agitada se combina con algunos murmullos ininteligibles.
Cuando finalmente llegan a la puerta, los amigos están llenos de miedo y vacilación. Nadie quiere ser el primero en abrirla, pero nadie quiere quedarse atrás tampoco. Después de un silencio tembloroso, Sarah se adelanta para tomar el picaporte y abrirla...
Con manos temblorosas, Sarah abre la puerta y la luz del exterior se filtra en la habitación oscuro y llena de sombras. Los amigos esperan con el aliento contenido, preparándose para lo que puedan encontrar al otro lado. Pero lo que encuentran, no se esperaban para nada...
Dentro de la habitación, sentada en una esquina, hay una figura cubierta por sombras. Cuando la tenue luz ilumina su rostro, revela una mujer de aspecto pálido y frágil. Ella levanta la vista hacia los amigos, y sus ojos hundidos y llenos de sufrimiento los miran con desesperación.
Max (con voz temblorosa): ¿Quién... quién eres tú?
La mujer se acerca a la luz, revelando su cuerpo demacrado y agotado. Su rostro está marcado por marcas de sufrimiento y agonía, y su voz sale como un susurro ronco y quebradizo.
La mujer (susurrando): Mi... mi nombre es Elizabeth... Y llevo atrapada aquí... durante mucho tiempo.
Los amigos observan a la mujer con una mezcla de miedo y compasión. No pueden creer lo que están viendo y escuchando. ¿Es real esta mujer, o es sólo un producto de su imaginación?
Sarah (con vacilación): Elizabeth... ¿por cuánto tiempo has estado aquí?
Elizabeth (suspirando con debilidad): He... he perdido la cuenta de cuánto tiempo hace... pero han sido años de soledad y tortura.
Mientras habla, empieza a toser débilmente, y se agarra el pecho como si estuviera sufriendo un gran dolor.