III

Isla

Al escuchar su pregunta noté que estaba asustada, miré el charco de sangre expandiéndose más, miré mi pecho, tenía una herida gracias al disparo. Era tan profunda de por que no logro entender que no muero.

Malia- Tu si que triunfaras gracias a ese poder... - Comencé notar su sonrisa cada vez más. Al ver mi pecho, noté que la herida profunda se estaba regenerando por completo. - Increíble. - Tiré el arma al suelo mientras observaba el cadáver. Escuchamos gritos afuera, sirenas de policías, Malia se levantó rápidamente del suelo para después salir de la habitación. - Tenemos que irnos, la policía viene en camino! ¡Deprisa! - Salí detrás de ella. Salimos por la puerta trasera del lugar, al salir no había nadie lo cual nos dió ventaja para escapar.

Al alejarnos de aquella ubicación, entramos a un edificio no tan bien cuidado. Había varios tipos en el pasillo otros entraban y salía de sus habitaciones. Llegamos a la puerta 345, al parecer es el apartamento de Malia. Al entrar su lugar estaba limpio, bebidas energéticas en la mesa. 

Malia- Perdón por el desorden, llevo días sin venir aquí. - Tiro las latas hacía la basura. - Mientras se calme pronto podrás regresar a casa.

Isla- Algo así... - Me mostró una habitación dónde podré quedarme dormir, me entregó una pijama, me mostró las sabanas y cobijas que había en el closet en caso que tenía frío.

Malia- Esperemos que mañana todo se calme, por el momento descansa. - Dijo, asentí levemente mientras me deja sola en la habitación. Me cambié de inmediato para acostarme, si me sentía un poco cansada después de todo lo que pasó. El sueño me ganó al cerrar mis ojos, solo esperaba con ansias que todo se calme.

Sueño

Disparos...

Granadas...

Tanques...

Escucho bombardeos por todos lados, disparos, gritos de hombres, las gotas de lluvia al caer, tanques disparando. Abrí mis ojos lentamente, me encontraba bajo de los escombros. Me moví lentamente para poder salir de los escombros, mi cuerpo me dolía, mas mi cabeza. Al salir de los escombros miré la ciudad abandonada, destruida, soldados muertos, otros heridos, otros disparando.

Al levantarme, miré varios corriendo hacía la dirección dónde se encontraba un tanque a dos cuadras, tomé mi MP40, corrí hacía aquella dirección había varios soldados que eran nuestros enemigos, nos estaban disparando. Esquivaba las balas hasta llegar la primera cuadra. Al llegar me cubrí detrás de una pared que pertenecía de un edificio. Tomé mi arma MP40 apuntando hacía los enemigos, disparaba uno por uno dando justo al blanco. Corrí hacía mi líder, los disparos se escuchaban muy cercas,  cubría a mi líder mientras él se acercaba al blanco. Nos detuvimos a la tercera cuadra, nos dimos cuenta que eran demasiados.

"Tenemos que acabarlos! Es ahora o nunca! Demostremos quien tiene el poder!" - Nuestros hombres salieron de sus escondites, decidí ir con ellos, sentía como la adrenalina aumentaba mas en mi cuerpo, veía como mis compañeros se arriesgaban sus vidas. Miré un soldado acercarse hacía mi, lo primero que hice fue esquivar su puño, al esquivarlo lo empujé hacía atrás donde mi compañero lo golpeó hasta matarlo, el siguiente venía listo para dispararme, usé mi arma, tiré el gatillo sin pensarlo dándole justo en la cabeza, el tercero vino hacía mi intentando quitar mi arma, escuchaba a mi líder gritar, su voz se escuchaba lleno de orgullo, al ver el tipo intentar mi arma, lo solté mientras le daba un puñetazo hacía su rostro, el tipo alzó su DP28 de inmediato use mi brazo para cubrir cuando sentí que el gatillo de su arma se encajó en mi brazo izquierdo, al verlo que retiró su arma, saqué mi revólver disparando hacía su pierna. Al disparar su pierna este cae al suelo, de inmediato disparé nuevamente. Escuché como nuestros hombres gritaban gloria....

(Nota: Su sueño está ocurriendo en la era de la Segunda Guerra)