Ecos del Amor.

En el susurro del viento, en el rumor del mar,
se escuchan los ecos del amor, que nunca dejarán de brillar,
son susurros sutiles que acarician el alma,
recordándonos la belleza de la pasión que nos enlaza.

Los ecos del amor resuenan en cada latido,
en el corazón que late, en el suspiro compartido,
son vibraciones sutiles que se expanden en el aire,
un eco eterno que nos envuelve, sin cesar.

En cada mirada profunda, en cada gesto de ternura,
los ecos del amor se hacen presentes, sin censura,
un abrazo que perdura en la memoria y el tiempo,
una melodía que se escucha en cada pensamiento.

Son los ecos del amor que trascienden las distancias,
que unen almas en un lazo de eterna confianza,
una fuerza poderosa que guía nuestros pasos,
un eco divino que nos llena de amor y abrazos.

En el murmullo del silencio, en la calma de la noche,
los ecos del amor nos envuelven con su derroche,
son palabras no dichas que hablan con intensidad,
un eco que resuena en la eternidad.

En cada encuentro y despedida, en cada historia compartida,
los ecos del amor permanecen en nuestra vida,
son recuerdos imborrables que nos acompañan siempre,
un eco suave y dulce, que nos envuelve como un abrazo cálido.

Así que dejemos que los ecos del amor nos guíen,
en cada paso, en cada decisión que tomemos,
que su resonancia nos inspire a ser mejores,
a vivir con pasión y amor, sin miedos.

Escucha atentamente, en silencio y con devoción,
los ecos del amor que resuenan en tu corazón,
siente su fuerza y su magia, su dulzura y su esencia,
y déjate llevar por su melodía, en cada experiencia.

Los ecos del amor son eternos, infinitos,
nunca desvanecen, nunca se olvidan en los abismos,
siguen resonando en el universo y en nuestro ser,
recordándonos que el amor siempre está aquí, sin perecer.