Latidos Insubordinados

♬ Capítulo 2 ♬

Víctor

Quien puede empezar un viernes con química en la mañana, por favor mi cerebro no alcanza a procesar toda la información y el profesor ya pidiendo todos los ejercicios balanceados, será que el balanceo de fórmulas me va a ayudar en la vida. No lo creo, no me veo a futuro estar en un escenario cantándole al público como deberían de forma correcta balancear una formula química.

Apenas se acabó el periodo de exámenes, y ya están poniendo proyectos grupales con primero personas con las que no convivo mucho y segundo con los que se notan que entienden menos química de lo que entiendo, y que a leguas se ve que no mueven ni un lápiz para escribir. Lo que uno hace para tener que por fin acabar esta etapa de estudiar.

—Disfrutando del regreso— Me saluda con un entusiasta puño en el hombro, Rick. Más conocido como el bromista, que por supuesto le queda pequeño el sobrenombre. Por esa mente puede pasar cualquier idea, claramente no se para a pensar que tan descabellado suene o desmedido puede llegar a ser.

—Qué mejor que balanceo de fórmulas como bienvenida, que te digo lo más divertido que me paso este año— Nótese el sarcasmo.

—Bueno si te parece bien la idea de química no me quejo, son tus gustos —El agridulce del comentario no ayuda en nada en el amargo día— Pero, ir a Andowl y darte la merecida bienvenida te ayudara a relajar tus chackras— Propone en tanto hace una pose de yoga.

—Mejor vamos antes que se me acabe la poca paciencia que me queda, por estar escuchando lo que a tu cerebro se le ocurre— Escucho como se ríe a mis espaldas en cuento inicio mi andar hacia lo siguiente, que vendría siendo Historia.

Tal como lo pensamos muchos, a veces se concentran mucho en contarnos del pasado y no de enfocarse en las problemáticas de ahora. Claro está que también como muchos dicen, sin saber del pasado estamos condenados a repetir los mismos errores. La humanidad no aprender de los errores y siguen en ello.

Algo parecido como lo que pasa en mi queridísimo árbol genealógico, empezando con mi padre quien cuyo pasado estuvo en su totalidad abordado por la música. Luego, a consecuencia de su inmadurez al manejar ciertos temas que no eran compatibles con la responsabilidad, un suceso trágico a la esquina le esperaba con uno de sus amigos. Como resultado, termino por aceptar el camino que mi abuelo le estaba forjando como el próximo cabecilla de una compañía internacional.

En el descanso, solo pienso en como hare para salir a flote en este mundo por mi cuenta. Mi familia obviamente se negara a seguirme la cuerda en mis sueños, por lo que ultima opción será pedirle ayuda a mi tío.

Ni siquiera los ánimos me dan para disfrutar de estar nuevamente con mis amigos y aportar en sus locos planes de esta noche.

—Tierra llamando a Víctor— un golpe en la nuca me devuelve al presente donde veo a mi grupo de amigos reírse de algo, para luego entender que se están riendo de mí.

—Solo estaba pensando— le devuelvo el golpe a Rick. Ocasionando que del impacto su espalda choque con el brazo de un profesor que termina derramándose el café en la camisa.

—Lo lamento profesor, no quería que eso sucediera se lo aseguro— rápidamente aclara Rick con un ligero nervio en la voz.

—Claro, porque de haber querido me hubiera quemado la boca— solo niega mientras busca con que limpiarse. Se va pero no antes de mirar mal a Rick, causando que todos nos riamos.

Seguimos comiendo y conversando de cualquier cosa, mientras disfrutamos del poco tiempo que tenemos antes de ir a la cancha.

A medio camino choco con una chica que iba distraída en su celular, apenas se da cuenta que fue ella quien provoco el choque por no estar mirando el camino, su rostro muestra vergüenza por la forma tímida de sonreír y el rojizo que toma sus cachetes.

—Perdón— Musito, y siguió su camino que supongo a otra clase. No me dio tiempo de disculparme tampoco, pero bueno que se le puede hacer.

Seguir con el monótono día.

—Apúrense muchachos, necesito que el calentamiento sea riguroso para que estén listos para los intercolegiados— Explica el profesor de deportes, mientras todos empiezan a trotar y calentar.

Como naturalmente los chicos practicaremos futbol, las chicas voleibol y en conjunto básquetbol. El profesor nos pasa una lista para anotarnos en uno de los dos deportes en los que podemos estar.

Me anoto en básquet junto con Jordan, otro de mis grandes amigos, apasionado por el deporte y la disciplina; no están relajado como el resto pero en los momentos que más necesitamos sentar cabeza fría, él estará.

—Más rápido, necesito veinte vueltas a la canchan— Ordena de nuevo el profesor mientras todos hacemos lo posible por no parar y aumentar las vueltas.

Luego de terminar las vueltas y haber calentado lo suficiente, se realiza la práctica de futbol primero.

Cuando es nuestro turno intentamos dar lo mejor que podemos pero, el cansancio y la falta de acondicionamiento físico hace estragos como consecuencia tener que escuchar a todos quejarse y al profesor hacer sonar el silbato cada que alguno no rinde como debería.

—A este paso vamos a dejar en ridículo al instituto— Anuncia el profesor mientras nos manda a descansar a las gradas.




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