Amy volvió del colegio sonriendo como una tonta. Sabía que estaba haciendo el tonto, pero no podía evitarlo, ¿quién le había permitido recibir cumplidos de su profesora y sus compañeros en el concurso de dibujo de hoy? En ese momento, simplemente se sintió como un genio, y pudo echar por tierra todas sus relaciones familiares y preocupaciones.
──¡Eso es genial, Amy! Lucy salió corriendo de la cocina y vio su cara sonriendo un poco demasiado alegremente, y una repentina oleada de orgullo brotó de su corazón. Aunque dijo que estaba orgullosa, en el fondo estaba un poco preocupada, después de todo, todavía había demasiadas cosas desconocidas ocultas en el corazón de esta niña.
──Acabo de dibujar algo. Amy bajó la cabeza un poco tímidamente, sonrojándose como un tomate, no esperaba ser tan popular.
Lucy sonrió y le pellizcó la mejilla ──Es que eres especial, Amy. Era muy consciente de que Amy no quería decir nada con ese comentario, más bien sólo quería parecer un poco menos brusca.
Amy sonrió, pero esa sonrisa se desvaneció rápidamente. Su mirada se volvió hacia Carter en el sofá. Él seguía sentado allí fríamente, con los ojos pegados a su declaración como si la presencia de ella y Lucy fuera sólo música de fondo. Su estado de ánimo se mezcló un poco de repente. ¿Por qué, cómo podía su corazón hundirse inconscientemente cuando pensaba en Carter?
Lucy, como si percibiera el cambio en ella, se agachó y habló en tono suave──No tengas miedo, Amy. Dale tiempo a Carter, lo entenderá. Quería consolarla, pero la depresión de su corazón hizo que las palabras sonaran un poco débiles.
Amy no respondió, sólo bajó la vista hacia su cuaderno de dibujo y pasó la página a un dibujo borroso de una familia. Tres personas estaban de pie juntas y, aunque todos los contornos estaban borrosos, el ambiente cálido seguía siendo claramente visible. Al mirar el dibujo, una voz sonó de repente en la cabeza de Amy: esto era lo que ella esperaba, ¿no? Sus expectativas para Carter, sus expectativas para su familia, sus expectativas para que esta familia fuera una verdadera «familia».
Carter levantó la cabeza y miró el cuadro, con un parpadeo imperceptible de emoción en los ojos: ¿era remordimiento? Tal vez. En cualquier caso, de repente se dio cuenta de que había algo en el cuadro de Amy que nunca había entendido realmente. No era sólo el aspecto del hogar, sino un anhelo intocable en el corazón de Amy.
Lucy se levantó, se acercó a Carter y le susurró: «Lo que está pintando es su hogar, Carter. Quizá ya esté intentando aceptar a esta familia.
Carter no contestó de inmediato y bajó la mirada hacia el cuadro, con los ojos un poco hundidos. Nunca había visto a la familia de esa manera. ¿Familia? Bueno, antes en su vida probablemente pensaba que la familia era una responsabilidad, un papel, un montón de cosas que no requerían mucha emoción. Pero lo que había en aquel cuadro no era sólo la forma de una familia, era el anhelo del corazón de un niño, un anhelo que él nunca le había transmitido.
Lucy lo miró y no pudo evitar suspirar suavemente──Sé que no sabes cómo acercarte a ella. Eres padre, pero sigues pareciéndole un extraño. Hizo una pausa y añadió──A los niños no les gusta que los traten como tareas. Ella te necesita a ti, no que la «guíes».
Carter bajó la cabeza y guardó silencio un rato antes de hablar por fin──Sé que no debería tratarla como a una instructora helada, pero de verdad que no sé qué hacer. Lo dijo un poco cansado, riéndose de sí mismo como un payaso.
Lucy lo miró con ojos complicados. Comprendió que el hombre tenía su propio dolor, pero también sus propias opciones. ──Todos lo estamos descubriendo, Carter. Sonrió levemente──Nadie puede ser perfecto, pero podemos trabajar juntos.
Carter tomó aire, como si se decidiera, y asintió ──Lo haré.
Aquella noche, mientras Lucy arreglaba las flores, Amy seguía sentada tranquilamente a la mesa, trabajando en su próximo cuadro. De vez en cuando miraba a Carter, que estaba sentado al margen, y las comisuras de sus labios se curvaban en una sonrisa ilegible. Lucy sabía que había un leve malestar oculto en aquella sonrisa; intentaba aceptarlo, pero el muro de su corazón seguía siendo fuerte.
──¿Sabes qué? Lucy rompió el silencio de repente, ──Quizás los cuadros de Amy puedan inspirarte un poco. Señaló el cuadro que había sobre la mesa, ──Probablemente deberías empezar por entenderla como ella lo hace.
Carter miró el cuadro y frunció ligeramente el ceño. De repente se dio cuenta de que aquellas pinceladas aparentemente sencillas estaban llenas de emociones complejas, como si estuvieran hurgando en algo que él había estado evitando. Susurró: «Nunca había visto una familia así. En sus cuadros, parecía que no era sólo el aspecto de la familia, sino lo que ella esperaba.
Lucy sonrió suavemente, un atisbo de calidez en sus ojos──Sí, el mundo de los niños es sencillo, pero lleno de realidades que ignoramos.
Miró a Carter con más expectación en los ojos──Podemos hacerlo mejor, ¿no?
Carter no dijo nada, su mirada era profunda. Guardó silencio unos instantes antes de responder en voz baja──lo haré.
Aquella noche, el cuadro de Amy seguía sobre la mesa, y las figuras borrosas de los tres hombres parecían menos distantes bajo la suave luz. Lucy estaba de pie junto al cuadro, pero sentía un malestar inexplicable en el corazón. Se quedó mirando el cuadro y de repente sintió que una oleada de emociones complejas la invadía. Se dio cuenta de que, a pesar de que su relación había mejorado ligeramente, el futuro seguía lleno de retos desconocidos.
De repente, Amy se acercó a ella, la agarró suavemente de la muñeca y le preguntó en voz baja──: Mamá, ¿crees que podemos seguir así?
Lucy se quedó inmóvil un instante y bajó la mirada para mirarla a los ojos. Un destello de dolor sin palabras brilló en sus ojos. Respiró hondo y sonrió débilmente──No lo sé, pero intentaré que sientas que este es tu hogar.