25.- El ser oscuro

HALLIE.

—Lo digo muy en serio, Hallie Antoniette— prosiguió mamá —, no sé en qué clase de clases extracurriculares estás, pero ya me harté de estar esperándote hasta las tantas a ti como a tu hermano.

—¿Por qué te complica tanto que tus hijos mayores tengamos una vida fuera de esta casa? — solté sin más, cansada de esta discusión, otra vez.

—No me faltes el respeto, Hallie, estás hablando con tu madre, no con cualquier persona.

—No te he dicho nada malo, madre— repliqué.

—Janice. Hallie— papá nos miró a ambas—, por favor, estamos intentando tener una conversación civilizada y normal.

Miré al hombre. —¿Alguna discusión con mamá es normal?

—¡Hallie! — reclamó la mujer —. Yo sabía que haberte involucrado más en ese mundo y con esa familia te dañaría, y no me equivoqué, te has vuelto una respondona rebelde.

—O, tal vez, los Kenner solo hicieron salir a flote mi verdadera yo, sobre todo Seb.

—Ya te había dicho que no quiero volver a escuchar ese apellido en mi casa.

—Pues que mal por ti, porque cada vez que pienso más y más en Seb, y eso quiere decir que pienso en ese apellido día y noche.

—¡¿Acaso no entiendes que ese chico solo jugará contigo para después dejarte con el corazón destruido?!, ¡¿Tan poco cariño te tienes a ti misma?!

—¡Janice! — le soltó papá —. ¿Cómo puedes atacar a nuestra hija de esa forma?

—Solo le digo la verdad, Hall. Nuestra hija sufrirá por ese chico, sé de lo que hablo.

Bufé. —Si, seguro que si lo sabes.

—Hallie— dijo papá en tono de reproche —. Para ser tan parecidas, pelean bastante.

Mamá y yo lo miramos a la vez. ¿Parecidas?, eso sí que no, ella y yo somos polos opuestos.

—Creo que las dos deben entender lo siguiente: discutir no resuelve los problemas, menos sin hay gritos de por medio— comenzó el hombre rubio —. Tienes diferencias, como todos en una familia, pero estas constantes peleas entre ustedes tienen que acabar —miró a su esposa—. Janice, entiendo que temes por el futuro de nuestra hija, y que ella sea parte de un mundo lleno de peligros y desastres no es de tu agrado bajo ningún punto de vista, pero debes entender que no podemos hacer nada para cambiarlo; Hallie es una sobrenatural y tiene todo el derecho del mundo de querer conocer y entender el mundo oculto — me miró a mí —. Hallie, mi estrellita, sé que te emociona este nuevo mundo y haber conocido a personas que perteneces a este, pero eso no significa que debes dejar de lado el resto de tu vida y tus obligaciones. El primer amor también es hermoso de vivir, pero no olvides que también tienes una familia que quiere pasar tiempo contigo— acarició mi cabello —, y sé que es difícil, pero intenta comprender un poco a tu madre; ella fue criada con estas ideas sobre este mundo y sus peligros, y a pesar de parecer demasiado dura, solo intenta hacer lo que estime mejor para ti.

—Pero no quiero alejarme de Seb— solté —, lo quiero mucho como para alejarme.

—Los sentimientos pueden desvanecerse tan rápido como llegan— refutó la mujer, ganándose una mirada de pocos amigos de su esposo.

—Que les parece hacer un acuerdo entre ustedes— propuso el hombre — Mientras Hallie respete las horas de llegada y los fines de semanas familiares, Janice será más compresiva y abierta a la idea de un novio sobrenatural y su mundo. ¿Ambas pueden vivir con eso?

—Eso creo— respondí.

—Si es la única opción—contestó mamá a la vez.

—Bien, asunto resuelto— papá dio un aplauso, tomándome por sorpresa.

Mamá me miró fijamente. —Pero esto si te diré, Hallie, ese chico no puede entrar a esta casa, por ningún motivo o circunstancia.

—Bien— hice una mueca.

Mamá caminó hacia la cocina con paso molesto, estaba claro que no estaba del todo de acuerdo con el arreglo de papá, pero lo aceptó para acabar con la discusión, igual que yo, además, la idea de papá no es mala; es más compresiva y flexible.

El hombre frente a mi sonrió. —Solo tenle paciencia, estrellita. Tu madre tiene su carácter y no le gusta cuando las cosas no salen como ella quiere.

—Lo sé, pero también tengo derecho de vivir mi vida.

—Y por eso siempre soy el mediador de sus peleas— me estrechó en sus brazos —. Mis dos mujercitas salieron tan iguales de testarudas que no dudarían en armar una guerra para ver quien tiene la razón.

Suspiré con fuerza antes sus palabras, le devolví el abrazo.

—Gracias por ponerte un poco de mi lado, papá— dije separándome un poco de él.

—Siempre estoy de tu lado, Hallie, pero no puedo estar en total desacuerdo con tu madre— dejó mi cabello tras mis orejas —. Tienes derecho a saber más del mundo que es parte de tu herencia, y enamorarte sin problemas, pero también comprendo el temor de tu madre, y no puedo pasarlo por alto—su semblante se volvió serio—, sobre todo sabiendo que los Reyes aún piensan de esa forma tan retrograda sobre el gen que los sigue, si ellos llegaran a enterrarse…

—Eso no pasara— lo calmé —, estoy segura de ellos— se me escapó una sonrisa al pensar que Seb y los Kenner no dejarían que nada me pasara—, además, tengo donde refugiarme si algo extraño pasara.

—No lo dudo, estrellita.

Después de la charla con papá volví a mi habitación, me lancé de espaldas en la cama mientras repasaba el acuerdo que hizo papá: ahora podría estar con Seb y pasar tiempo con él sin el miedo de creer que mi madre se enteraría de mi mentira junto a Jason, solo debo respetar los horarios de llegada, no pasara miles de horas con los Kenner y estar más en casa y con mis hermanos.

Sonreí como tonta al recordar a Seb, nunca pensé que podría tener sentimientos tan fuertes por una persona en tan poco tiempo, quiero decir, ¿Cómo es que logró meterse tan rápido en mi piel y pensamientos?, es como si todo mi ser supiera que él y solo él es el correcto, pero eso no tiene sentido, creo. La verdad no sé cómo explicarlo.