Legalmente enamorados

CAPÍTULO 6

— Josh Blake, 27 años. Acusado de asesinato en primer grado por matar a su hermana de 14 —dijo el señor Craig.

Eran las 7 de la mañana, la fusión de perfumes y jabón de baño estaban en el ambiente. 

—¿Cuáles son los detalles del caso? —pregunté.

—El chico intoxicó a su hermana con una gran dosis de LSD —cruzamos miradas simultáneamente—. Es una sustancia psicodélica semisintética que se obtiene de la ergolina y de la familia de las triptaminas, produce efectos psicotrópicos. Los padres piden cadena perpetua para él.

—Quién está pagando sus servicios de defensa? —preguntó Chad.

—Sus padres no, estoy seguro —bromeó Harry.

Dejé salir una risa, que fue borrada de inmediato al ver la cara seria del señor Craig.

—El señor Blake tiene un patrimonio de 20 millones de dólares, dinero que ha ganado gracias a la inversión en criptomonedas, por esa razón no tiene que usar un abogado público —Explicó el señor Craig.

—Pero él es culpable, ¿no? —preguntó Cassie.

—Sí señorita Smith, pero nosotros somos su abogado. Nuestro deber es defenderlo a como de lugar —pude ver la frustración en el rostro de Cassie—. Clarke —el señor Craig cambió su mirada hacia a mí—. Necesito que usted y la señorita Smith vayan a realizarle una pequeña entrevista a los padres del señor Blake. Obtengan información eficiente para el caso. La dirección es 1375 Vine St, Hollywood, CA 90028.

—Si señor —me limité a responder mientras veía a Cassie anotar la dirección en su pequeña libreta rosa.

—Willer, Grayson, necesito que ustedes vayan a la biblioteca pública de Springfield y revisen todos los documentos que tengan que ver con sobredosis por drogas —ordenó el señor Craig dirigiéndose Harry y Chad.

Al cabo de unos minutos, Cassie y yo emprendimos nuestro viaje a casa de los Blake.

—¿Cómo te sientes? —pregunté a Cassie. 

Ella estaba sentada en el asiento del copiloto mientras yo conducía mi auto. Era un Audi A1 color rojo, mis padres me lo habían obsequiado por mi cumpleaños. 

—Estoy bien —trajo su atención a mí—. Sólo me parece injusto defender a un asesino —la miré tiernamente–. Pero supongo que así es la vida de un abogado.

—No tienes que ser ese tipo de abogada. Cuando creemos nuestra propia firma —hice una pequeña pausa para lanzarle una sonrisa—. Podrás elegir entre los casos que quieras trabajar y los que no.

El semblante de Cassie cambió casi de inmediato, había pasado de tener una cara larga a verse serena y jovial.

—Creo que es en esa casa —dijo Cassie señalando con su dedo índice una gran casa color gris.

Estacionamos cuidadosamente frente al lugar. Bajamos del auto para dirigirmos hacia la puerta. Después de varios toques, un señor alto de pelo crespo y piel oscura abrió la puerta.

—¿Sí? —preguntó amablemente.

—¿Es usted el señor Blake? —preguntó Cassie. 

—Sí —nos miró a ambas—. ¿En que puedo ayudarlas?

—Trabajamos con la policía de California. Necesitamos hacerle un par de preguntas a usted y su esposa —mentí.

Sentí la mirada acusadora de Cassie sobre mi hombro. No disfrutaba mentir, pero era necesario en ese momento. Los señores Blake no estarían dispuestos a hablar con nosotras si supieran que somos las defensoras de la persona que mató a su hija.

El señor Blake nos invitó a pasar, para luego ir a buscar a su esposa. La casa se veía más grande por dentro de lo que aparentaba por fuera. Sus paredes eran altas y anchas, estaban cubiertas con papel tapiz. Las lámparas alrededor de la casa eran modernas pero al mismo tiempo lucían como candelabros del siglo 18. 

—Saludos señora Blake —dije mientras la veía bajar las inclinadas escaleras. 

—Hola, ¿les gustaría tomar algo? —preguntó amablemente limpiando su nariz con una pequeña servilleta blanca.

—No, gracias. Estamos bien —me limité a decir.

—¿Cómo se siente? —preguntó Cassie en voz baja acercándose a ella.

Cassie solía ser una persona muy empática y amable. Trataba a todos justo como ellos debían ser tratados.

—Estoy... —frotó su nariz suavemente—. Bien —se limitó a decir la señora Blake. 

Cassie y yo tomamos asiento en sillones de cuero color marrón, los señores Blake se sentaron frente a nosotras en un alargado sofá.

—En primer lugar, queremos expresar nuestras condolencias por la pérdida de su hija. Sabemos lo horrible que se siente perder a un familiar —dije.

—Gracias... —respondieron los dos.
Hubo una pausa por varios segundos.

—Tenemos que hacerles algunas preguntas que nos ayudarán en el caso de su hija —miré a los señores Blake con firmeza—. ¿Les parece bien?

Asintieron sin decir una palabra y procedí con las cuestionantes.

—¿Cómo era la relación entre su hija y Josh?

Cassie colocó su computadora portátil sobre la pequeña mesa en el centro. Empezó a tomar notas de toda la conversación. 

—Tenían una buena relación —dijo la madre.

—A veces tenían discusiones, pero es algo normal entre hermanos —añadió el padre.

La entrevista tomó casi 1 hora. Los señores Blake se mostraron relajados y abiertos a cualquier pregunta. Después de haber finalizado, Cassie y yo agradecimos por la bienvenida y nos despedimos para tomar nuestro camino a Springfield. 
 



 

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¡Hola! Espero que te haya gustado este capítulo. ¿Que te pareció? Muchas gracias por leerme y elegirme para sacarte de este mundo aburrido, lo aprecio con todo mi corazón. ¡Un beso! (recuerda que actualizo todos los días)
 




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