Legalmente enamorados

CAPÍTULO 10

—Patrick Marvel, 30 años. Culpado de intento de homicidio en primer grado —dijo el señor Craig entrando a la oficina—. La esposa de Patrick lo culpa de haber intentado matar a su padre cambiando sus pastillas para la presión arterial por ibuprofeno. La señora de limpieza, Agatha Hill, lo encontró desmayado en el piso de su oficina y llamó inmediatamente a una ambulancia. El padre de la señora Marvel sobrevivío.

—¿Él señor Patrick es culpable? —preguntó Harry.

Todos estábamos en la habitación. Harry vestía un traje azul marino con camisa blanca, corbata roja y zapatos negros de piel. Chad traía algo similar, a excepción de la corbata. Cassie se veía radiante, su vestimenta formal la hacía parecer mayor, pero su rostro jovial lo desmentía. Mi vestimenta era poco llamativa, la falda ajustada combinaba a la perfección con mi camisa blanca y accesorios dorados.

—¿Qué cree usted señor Willer? —preguntó el señor Craig.

—¿Si?

—¿Me lo pregunta o me lo afirma? —Harry estiró los hombros—. Nuestro trabajo es defenderlo señor Willer, no nos interesa si es culpable o no.

Al instante sospeché que la respuesta era un sí. Cassie y yo cruzamos miradas por un segundo, eso me hizo creer que ella había pensado lo mismo. Teníamos una gran conexión, a veces podíamos mirar las cosas desde la misma perspectiva.

—Este cliente es muy importante para nuestra firma; toda su familia trabaja con nosotros, si perdemos este caso ellos también se irán, perderíamos contrato con una de las familias más ricas y poderosas de América. Por eso, debemos dar lo mejor de nosotros para defenderlo. Construiremos un plan estratégico riguroso. Necesito todo el enfoque de ustedes en este caso —exhortó firmemente.

Nunca había visto al señor Craig tomarse un caso tan en serio. Solía ser bastante profesional en cada uno de sus trabajos, sin embargo, este parecía tener más peso sobre él. Nos pidió permiso para mover un pizarrón que yacía a nuestras espaldas y cambiamos de lugar con rapidez.

—Estos son los pasos que vamos a seguir en este caso —dijo, dándole la vuelta a un pizarrón—. Le llamo: El plan Annalise Keating —finalizó.

Durante varios minutos el señor Craig nos explicó en que consistía el plan. Tenía 3 pasos principales. Desacreditar al testigo era la primera parte. El señor Craig nos ordenó a Chad y a mí buscar información para desacreditar al testigo principal.

 

1. DESACREDITAR AL TESTIGO

Según los documentos que nos entregó el señor Craig para seguir este caso, la testigo principal era la mucama, Agatha Hill. Fuimos a la biblioteca pública e investigamos sobre la señora. Encontramos información relevante en un viejo periódico, Springfield era un lugar pequeño y, encontrar datos sobre su gente era bastante fácil. Leímos que la señora Hill había sido paciente interna de un hospital en su adolescencia. Después de terminar el artículo, Chad y yo nos dirigimos a una de las computadoras para buscar información sobre el hospital.

—Hospital Psiquiátrico Arkansas, es un establecimiento dedicado a la atención de personas con trastornos mentales —Chad y yo cruzamos miradas de forma veloz—. Requiere observación estrecha por el riesgo de lastimarse a sí mismos y/o a los demás —terminé de leer.

Habíamos encontrado justo lo que necesitábamos. La idea que teníamos era retorcida, pero sin duda alguna era de gran ayuda en este caso. Salimos de la biblioteca para volver a mi auto, iríamos al hospital, éste se encontraba a las afueras de la ciudad.

—Buenas días —dijo Chad amablemente con su atención puesta en la chica de recepción.

Al llegar al Hospital Psiquiátrico Arkansas pude notar casi de inmediato que la luz natural era casi inexistente en ese lugar, me atrevería a pensar que si no fuera por las planas luces eléctricas en el techo, sería oscuro.

—Saludos, ¿en qué puedo ayudarlos? —preguntó sin quitar su atención del computador.

Yo estaba cada vez más distraída con las fachas del lugar. Lucía limpio pero al mismo tiempo empolvado, como si nadie estuviera allí. Las paredes color azul cielo estaban desteñidas y viejas.

—Si, nos gustaría obtener información —Chad me tocó el codo para traer mi atención—. Sobre nuestra... prima.

—Disculpe, pero no podemos desglosar información sobre ninguna persona, a menos que sean familiares directos.

—No, no señorita, es una antigua paciente. No es residente actual —explicó Chad.

—No importa el estatus del paciente señor. Toda la información aquí es privada —replicó la recepcionista con uniforme de enfermera.

Mientras Chad intentaba convencerla, yo inspeccionaba todo el lugar como agente del FBI. Vi un retrato al final del pasillo, mi vista era como águila. Era el retrato de un señor con bata blanca, parecía ser importante dentro del hospital. Joseph Arkansas decía en una pequeña placa de metal. Supuse que era el dueño del hospital. De inmediato se me ocurrió una gran idea.

—¡Hola papi! —fingí una voz chillona—. Estoy viendo tu retrato en el hospital, se ve muy, pero muuuy lindo —exclamé.

La atención de la señorita ahora posaba sobre mí, era mi momento de actuar.

—Si papi, todo está bien —cambié la mirada hacia chad—. Pero, estoy tratando de obtener una información importante  en tu hospital y la recepcionista... —miré su nombre grabado en placa— Michelle, no quiere ayudarme.

Podía escuchar a Harry al otro lado del teléfono bromeando sobre el hecho de llamarmo "papi". Evité reír, debía mantener mi papel, actué como si él me estuviera diciendo algo importante.

—Ok papi —estiré mi mano sobre el despacho para darle el teléfono a la recepcionista—. Mi papi quiere hablar con usted.

Ella tomó el teléfono escéptica, pero su rostro cambió rápidamente al escuchar la voz de Harry. Sabía su potencial para la imitación. Sin embargo, supuse que Harry estaba haciendo una voz al azar, así que esperaba que la recepcionista no conociera al verdadero señor Arkansas. De lo contrario, mi plan sería una humillación total.




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