Legnas: la profecía 2

ESPECIAL

Antes de comenzar... para los que leyeron la Trilogía Contigo, esto va antes de los extras pues quería que tuvieran la misma edad que el resto de los personajes...

Espero que lo disfruten.

 

Entrevista:

Nerviosa como pocas veces en mi vida, retuerzo mis dedos frente a mí mientras espero mi señal. No sé en qué carajos estaba pensando cuando se me ocurrió hacer la dichosa entrevista… ¡Tengo pánico escénico! ¿Cómo carajos creí que era buena idea hablar ante cámaras?

Lo bueno es que solo debo hacer preguntas, no tengo que pensar respuestas que puedan ponerme en situaciones incómodas o ser malinterpretadas. Aunque supongo que hacer hablar al menor de los Hostring no va a ser tarea fácil. De hecho, creo que controlar a veinticinco personajes no será para nada sencillo.

Solo a mí se me ocurre meterme en estos embrollos.

Una chica bastante delgada, casi más que yo y ya eso es mucho decir, me hace una señal. Trago duro y obligo a mis piernas a caminar.

Los aplausos no se hacen esperar, pero no crean que es porque soy famosa… Para nada… Solo se trata de las personas que contratan para hacer público y apuesto que el noventa por ciento de ellos ni siquiera sabe quién carajos soy.

Bajo la atenta mirada de veinticinco de mis queridos personajes, me acerco a mi asiento. Intento concentrarme en mi camino porque con lo torpe y entretenida que soy, capaz me vaya contra el suelo y me raspe hasta la foto del carné de identidad.

Me acomodo en el asiento que pusieron para mí y observo a los chicos de mis historias juntos, pero no revueltos. Trago saliva ante las miradas divertidas que me dedican. Nunca los había tenido a todos en el mismo lugar… Si en algún momento se me sale la baba, ya sabe por qué es.

—Buenas noches —digo luego de aclararme la garganta—. Soy Ambar Marin y hoy estamos aquí para conocer un poco más sobre estos chicos. —Me volteo hacia ellos con una tensa sonrisa—. ¿Listos?

—¿Estás lista tú? —pregunta Sam, sonriendo—. Parece que en cualquier momento te vas a desmayar.

Zion ríe a carcajadas y por suerte el resto tienen un poco de vergüenza y sonríen más disimulado.

—Muy simpático, Sam. Ya que pareces de buen humor, ¿por qué no empezamos contigo?

Sin perder su sonrisa calienta bragas, se acomoda en el asiento.

—Tú dirás. —Parece de buen humor. Eso es bueno, ¿no?

—Empecemos con una fácil… Jennifer pregunta: ¿Eres celoso?

—No —responde con gran facilidad y Sacarías arquea una ceja—. Soy un hombre maduro, no tengo por qué sentir celos.

—O sea, que si yo en los próximos capítulos de los Legnas, me traigo… No lo sé… Déjame pensar… —Hago una pausa para darle más misterio y sonrío—. Si hago que el arcángel San Miguel aparezca en la historia y se enamore de Vitae, a ti no te molestaría porque como dices tú, no eres celoso.

Espero unos segundos alguna reacción de su parte, pero no pierde la sonrisa; aunque lo conozco demasiado, esa intensidad en su mirada que tal parece que me quiere dejar clavada en mi lugar, me dice que sí le molesta, así que decido presionar un poco más.

—Llevo un tiempo pensando en incluir alguno de los Arcángeles en la historia. Si tenemos en cuenta la verdadera identidad de Vitae, —La chica centra su atención en mí—, no te emociones que no pienso decir lo que eres. —Frunce los labios, pero no dice nada—.Bueno, teniendo en cuenta su naturaleza y la de los Legnas, creo que en algún momento, ya sea Miguel, Gabriel o Rafael, deben aparecer.

»Aun me estoy pensando de qué forma, pero es casi seguro. Entonces, Sam…

Antes de que pueda terminar la frase, el vampiro le tapa los oídos a Vitae con sus manos y murmura:

—Son sus hijos.

—No salieron de ella. Vitae simplemente los creó. El concepto de padres de ellos difiere mucho del de nosotros los humanos.

—De igual forma no me pondría celoso. —Se acomoda nuevamente en su lugar y Vitae lo mira raro.

—De acuerdo. —Me encojo de hombros—. Supongo que no debo preocuparme porque te enojes conmigo si traigo a uno de los arcángeles. La siguiente pregunta es de Alejandra Ayala y es para Kyle.

El amor de mi vida se acomoda en su lugar sonriendo de esa forma tan condenadamente sexy que me afloja las piernas. Addyson toma su mano y yo suspiro frustrada; amo esa chica, pero a veces la odio un poquito… bueno, bastante.

—¿Alguna…?

—Ambar, —Me interrumpe Sam—, te juro que como me traigas a un arcángel a la historia, me rebelo.

Sacarías, Nick, Max, Lucio, Alysson, Sharon e Isabel ríen a carcajadas. Sabía que este a idiota no le gustaba la idea.

—¿No que no eras celoso?

—No lo soy, pero eso significa problemas y creo que de eso ya nos has dado bastante.

—Admite que sí sentirías celos de que Vitae tuviera otro pretendiente y tal vez me lo piense.

Se cruza de brazos, enojado. Ya no queda rastro del buen humor del principio.

—Vale, tal vez sí, ¿contenta?




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.