Legnas: la profecía 2

ESPECIAL II

—Ok, regresemos con los Legnas. Alex y Jaz... Stefanny Mora, Eva Martínez y Aly Figueredo tienen una duda. En la entrevista anterior, Alex dijo que cuando hicieron el sabrosón, se corrió fuera. ¿Cómo explican a Alexa? —La aludida levanta la cabeza con el ceño fruncido.

—¿Realmente creen que esa ha sido la única ocasión en la que Jazlyn y yo hemos hecho el sabrosón como dicen ellas? Aprovechamos todo lo que pudimos mientras estuvimos allá.

»Honestamente, pensamos que siendo Legnas no corríamos el riesgo de que ella quedara embarazada, por lo que no nos cuidamos mucho.

—Suficiente, Alex, no más detalles por favor —le pide Jazlyn. El asiente con la cabeza.

—Pero tú no eras Legna, Alex. Estabas en el cuerpo de Lirba.

—Aun así, Jaz lo era, además de que era Nefilim. Realmente no creímos que fuera posible.

—¿Entonces cómo sucedió? —Ambos se encogen de hombros.

—Cuando cayó la segunda capa, —dice Vitae para mi sorpresa—. Ángeles, Arcángeles, Nefilims, incluso yo, recuperamos del don de la concepción.

—¿Puedes tener hijos? —pregunta Sacarías y ella solo se encoge de hombros como si nada. El brujo ríe a carcajadas—. ¿Sam puede tenerlos? —El aludido abre los ojos de par en par—. O sea, ahora su corazón late, es un poco más humano, ¿no?

—No estoy segura. Nunca se ha visto, pero podría ser.

—Entonces, Hostring, ¿tendremos un vampirito Dios pronto?

—Entonces, Sacarías, ¿cuándo nos presentarás a tu esposa?

El brujo, para mi sorpresa, solo se ríe.

—Ok, esa me la merecía.

—Nos hemos desviado de la pregunta original, chicos. ¿Qué nos decías, Vitae?

—Nada, simplemente que cuando la segunda capa cayó, el don regresó como si nunca antes se lo hubiese quitado. Todas las criaturas del cielo y los Nefilims, ya sea del pasado, presente o futuro, recuperaron la posibilidad.

Oh, interesante.

—Puedo hacer una pregunta, Ambar. —Yo, y todos los presentes, observamos a Alexa que ha dejado su móvil a un lado.

—Claro que sí, cielo.

—Según lo que el alado de mala leche me... —Sam ríe a carcajadas, interrumpiéndola.

—Oh, Alexa, solo por eso me caes bien y ni siquiera te conozco aún. Alado de mala leche. —Ruedo los ojos con fastidio. Miguel solo lo fulmina con la mirada, pero se mantiene quieto.

—Continúa, por favor.

—Según lo que me contó mientras nos dirigíamos al reino, Alexander y Jazlyn, estaban en el pasado cuando me tuvieron, o sea, en el cuerpo de Maira y Lirba. Mi pregunta es: ¿Exactamente de cuál de las dos parejas, soy hija?

—De nosotros —dice mi príncipe sin pensarlo dos veces—. Es de nosotros, ¿verdad?

Intercala su mirada entre Vitae y yo.

—Sí, lo es —aclara Dios—. Desde el momento en punto que sus almas viajaron al pasado, esos pasaron a ser sus cuerpos. Deben tener en cuenta que el cuerpo humano es solo un recipiente, lo realmente importante es su contenido... el alma.

—Oh, entiendo —dice Alexa para luego volver a su teléfono.

—Siguiendo esa lógica, —Continúa Alex—. ¿Yo era un Legna o no?

—¿Puedo seguir dando esta información? —me pregunta Vitae—. ¿No se considera spoiler?

—Puedes continuar. Esto nos sirve para aclarar algunas dudas, no es que sea tan trascendental para la trama.

—Ok. —Mira al príncipe—. Sí eras un Legna, Alexander...

—No me jodas —murmura.

—Pero no tenía las habilidades de un Legna normal. —Hace notar Jazlyn.

—Alexander era un Legna, pero como Lirba era humano, no tenía bash. Si el príncipe se hubiese hecho con una, podría haber usado la runa del adaptador y con ella el resto. Si sus sentidos no estaban agudizados es porque ese recipiente nunca pasó por el Rito de Iniciación o estuvo cerca de la Fuente Sagrada. De haberlo hecho, sus habilidades se hubiesen activado.

—Igual que sucedió conmigo —dice Jaz—. O sea, yo podía usar las piedras rúnicas, pero no fue hasta que Sharon y Alex me llevaron al Núcleo del Reino de los Legnas, que mis habilidades se activaron.

—Exactamente.

—Sigamos. Valeria Guadalupe dice: Alex, te extraño. ¿Qué harás cuando llegues al Reino? ¿Piensas tomar el trono? —Lo miro—. A esto último, Librera agrega que Sharon lo hace muy bien, que tiene mucho carácter.

—Bueno, lo primero que haré, por supuesto, si Ambar nos da un descanso por al menos unas horas, será saludar a mi familia y emborracharme. —Se encoge de hombros.

Me río. Ya van tres que se van a emborrachar. Sam, Sacarías y Alex, porque sí, pienso darles un descanso de algunos capítulos... creo.

—Sobre la segunda pregunta... Lo sabremos en el tercer libro. —Alex le guiña un ojo a su hermana y esta sonríe levemente. Tengo una pregunta para ella que no quiero hacerle. Es demasiado cruel.

—Ok. Emmy, mi prima del alma, Rossy Isel y Belén Sánchez les pregunta que cuándo supieron que estabas embarazada.




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