6. Autodestrucción Inmortal (Pensamientos Perpetuos, II)

Oscura la noche, oscura tu alma.

Azabache el dolor, clara la verdad.

Inténtalo, no lo niegues, rodéame con tu luz.

El último en engañar será el que pondrá las reglas, aunque uno no querrá jugar.

Pruébalo, seremos libres por siempre, a pesar de que mi confianza no ganarás.

Quiero encontrar, tal vez volar, a donde no quiero estar...

Encontraré mi último verso en tu corazón, el que sepulté para no amar, y tal vez olvidar...

Quiero volar hacia la luz, quizás olvidar...

Tomaremos nuestro último vuelo, hacia donde no queremos estar.

Quizás olvidar...

Quedémonos donde estamos, en lo alto del cielo, donde arrojaremos nuestros últimos anhelos al viento, y que la lluvia oculte nuestra desesperación en medio del oscuro deseo.

Porque es mi deseo y tu anhelo. Tu desvelo y mi reflejo. 
Tu sentimiento y mi pensamiento.

Inténtalo, no lo niegues, quiero volar a lo alto del cielo, donde daré mi último adiós.

¿Por qué no puedo volar? 
Es donde no quiero estar, quiero olvidar...

Quizás olvidar...

En lo alto del cielo no quiero estar, sepultada viviré hasta amar.

Vivirás con este anhelo y así morirás.

Viviré con este derecho a la libertad, y moriré sabiendo que ya no estás.