Letra & Música

Capítulo 12. Concretando los últimos detalles.

Algo de lo que he sido consiente casi toda mi vida es que me muevo y hablo por las noches, un mal hábito que no puedo controlar.

No había sido consciente de su peligro hasta el día de hoy que he amanecido encima de JungKook, y cuando digo encima es tener mi cabeza recargada en su pecho y mis piernas a cada lado de su cadera, muy juntos, yo diría que demasiado.

Me quedé más o menos unos cinco minutos pensando como quitarme de encima, pero él tenía sus manos aferradas a mi cintura. Sé que JungKook es difícil de despertar, pero ese no es mi mayor problema ahora.

Mi mayor problema es su reacción matutina ¿A qué me refiero con eso? Fácil, su querido amigo estaba muy despierto y estaba muy cerca de mi trasero. Sentía que si me movía podía causar más de una reacción.

Déjenme decirles que esta situación era de todo menos incómoda, pero no podía aprovecharme de él ni de la situación, no soy tan hormonal. Inhalé hondo y comencé a salir de este aprieto antes de que otra cosa pasará.

Con cuidado intenté quitar sus manos de mi cintura, pero él solo apretó más fuerte, creando presión y fricción en mi trasero con su erección. Me mordí el labio para no gemir ante lo bien que se sentía. Mierda, hora de ir al plan B.

–¿JungKook? ¿JungKook? Por favor, despierta –pedí moviéndolo un poco para despertarlo, pero fue en vano, no me hizo caso.

›› ¡JungKook ya levántate! –le grite exasperada por la calurosa situación.

Rápidamente abrió los ojos y me miró algo desorientado, supongo que lo desperté muy bruscamente, pero no es mi culpa cuando no deja de presionarse y causar estragos en mi cordura.

–Anya, ¿qué haces? ¿Por qué me gritas? –preguntó él haciendo un ademán de levantarse.

–No, no, no... –fue tarde, él se levantó quedando yo sentada en su regazo, ocasionando mucha más presión en el área.

Gemí bajo ante la sorpresa y lo placentero de la sensación. JungKook también gimió, pero más alto, y eso se escuchó tan caliente que causó muchos más problemas en mi pobre ropa interior.

–Anya, ¿cómo terminamos así? –preguntó jadeante apretando sus manos en los costados de mi playera.

–Déjame salir de aquí y te cuento, tu "amigo" no me deja concentrar –dije algo jadeante. Él me soltó y me deje caer a un lado, tratando de calmar mi respiración.

››No sé cómo terminé encima de ti, yo creo que no nos dimos cuenta hasta que desperté por algo de... de calor, y fue cuando noté que estábamos en esa posición. Intenté salir, pero tu agarre en mi cintura era muy fuerte.

–Oh, perdóname por eso, no lo sabía...

–No te disculpes, son cosas que pasan, eso creo.

–¿Te sientes incómoda de esto?

–No... bueno... no lo sé, estoy algo mareada –dije algo confundida. Él sonrió y se acercó mucho a mi rostro.

–Entonces debemos hacer esto más seguido para que te acostumbres y dejes de marearte.

Tragué duro ante su comentario y sentí mis mejillas enrojecer, lo que dijo fue tan caliente que solo hacía que quisiera y deseara más saltarle encima. JungKook volvió a sonreír y se levantó, yendo hacia el baño.

››Iré a darme una ducha, ahora regreso –dijo desapareciendo de mi vista.

Me dejé caer en la cama para tratar de calmar mi respiración y los fuertes latidos de mi corazón. Siento que esta atracción solo crece más y más, lo que me vuelve un poco loca cada vez que lo veo y mi corazón hace esta locura de agitarse.

Creo que he disimulado muy bien esta situación que estoy pasando, o al menos eso creo, nadie pregunta nada. Me levanté de la cama debido a unos toques en la puerta y al abrirla encontré el rostro sonriente de Jimin del otro lado.

–Muy buenos días Anya, ¿qué tal amaneciste? –me preguntó.

–Muy bien, muchas gracias por preguntar.

–¿Qué hay de JungKook? ¿No despertó encima de ti?

–No, de eso puedes estar seguro –dije con una risa –¿A que debo tu visita?

–Vine a dejarte un poco de ropa –dijo alzando una bolsa.

–Oh, muchas gracias.

–De nada. Ve a cambiarte, los esperamos a desayunar –dijo antes de irse.

Cerré la puerta y volví a entrar mientras veía lo que me había traído: era un pantalón negro roto y ajustado, una playera verde de manga corta y una chaqueta negra. Sonreí ante su gesto y me cambié antes de que JungKook saliera y justo cuando me ponía las botas, él salió.

–Te cambiaste muy rápido –dijo él alborotando su cabello aun húmedo.

–Jimin me trajo esto – dije señalando la ropa e ignorando ese gesto, aún estoy afectada.

–La pedimos casi luego de que te quedarás dormida, es un regalo de todos.




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