Capítulo 21. Planeando un día especial.

JungKook.

–Entonces, ¿cuándo le vas a pedir que sea tu novia? –me preguntó Hoseok, quien estaba acostado en uno de los sillones.

Regresando de dejar a Anya en su casa, les comenté a los chicos mis planes de formalizar mi relación con ella, por lo que no tardaron en escucharme, para ayudarme a organizar mis ideas, aunque ninguna estaba convenciéndome del todo.

–Aun no lo sé, pero debe de ser algo especial –le respondí, aun caminando de un lado a otro en la sala, como si de ese modo me concentrara mejor.

–¿Ya has tenido algunas ideas? –preguntó Taehyung, jugando con una almohada en sus manos.

–Sí, pero ninguna me convence, todas me parecen un asco –confesé, suspirando mientras veía mi celular en la mesita del centro.

Sentía que mis ideas eran poco originales, muy sosas o demasiado cursis, al menos, para alguien como Anya, que ha dejado claro que lo cursi suele incomodarla, y no quiero eso. No tengo demasiada experiencia saliendo con chicas, no era algo que hiciera o me enfocara, lo que hace que me presione más, porque en serio quiero hacer algo especial.

De pronto, una idea demasiado loca y descabellada pasó por mi mente, haciéndome fruncir el ceño, ladeando la cabeza, analizándola con más cuidado, dándome cuenta que podría ser una de las mejores ideas que he tenido en mucho tiempo, y que lograra mi cometido de darle un momento realmente especial a Anya.

–¡Ya sé! ¡Ya sé que voy a hacer! –exclamé emocionado, llamando su atención.

–¿De verdad? –preguntó Jimin curioso.

–Sí, y ustedes van a ayudarme.

–Cuenta con nuestra ayuda, JungKook –aseguró Jin con una sonrisa.

Me senté en el suelo, comenzando a explicarles la idea que había tenido, y conforme más hablaba, los chicos aportaban más ideas, muy buenas, todo estaba quedando excelente. Nos pusimos a organizarla mejor, sorprendiéndome de mi capacidad de hacer algo tan especial, significativo y hermoso, no creí que podría llegar a ser así de romántico.

–¡Vaya! Esa es una idea grandiosa, estoy seguro que Anya lo apreciara demasiado –aseguró Namjoon convencido, llenándome de mucho ánimo.

–Eso espero, ella merece los momentos más especiales de su vida, y si yo puedo dárselos estaré muy feliz –respondí con una sonrisa.

–¡Aw! ¡Baby JungKook está enamorado! –exclamó Hoseok, haciendo reír al resto.

–Lo estoy, así como también estoy dispuesto a luchar por ella.

–Nuestro bebé ha crecido –suspiró Jimin, haciéndome reír, mientras seguían ayudándome a ver como organizaría ese día, porque si algo es seguro, es que será lo más especial que puedo hacer por Anya.

Por ahora.

♫♫♫♫♫

–Hola, ¿qué tal estas? –pregunté al ver a Anya a través de la pantalla de la laptop, pues quise hacerle una video llamada, para saber que tal estaba de humor.

–Un poco cansada, el trabajo me tomó más tiempo de lo que espere –contestó ella con voz cansada, suspirando y masajeando sus sienes.

–He notado que te cansas muy rápido, ¿hay algo que te preocupa?

–No, sólo me han dejado muchos trabajos ahora y con mi servicio social más lo que tengo que hacer en casa, me agotó demasiado rápido.

–Oh cariño, debes descansar más.

–Lo intento, pero a veces sale algo extra –murmuró, quitándose los lentes para recargar mejor la palma de su mano en el costado de su cabeza.

–¿Quieres que te deje descansar? –pregunté, porque no quería ser un inoportuno y hacerla agotarse más.

–Para nada, me alegra conversar contigo.

–Pero necesitas descansar –intenté decir, a lo que ella rodó los ojos, como si dijera algo tonto.

–Hagamos un trato –propuso –. Conversemos al menos por diez minutos y me voy a dormir, ¿hecho?

–Está bien, lo acepto esta vez.

–Gracias. ¿Qué tal tu día?

–Muy emocionante, hay ARMYS fuera del hotel, los chicos las están saludando ahora.

–¿Y tú por que no estás ahí?

–Quería verte.

–Oh, vas a sonrojarme con esas palabras dulces –murmuró, cubriendo sus mejillas que comenzaban a sonrojarse, algo que me parecía demasiado adorable en ella.

–No hagas eso –pedí, acercándome más a la pantalla.

–¿Por qué?

–Porque me gusta verte así de sonrojada, te ves más adorable y hermosa.

–Basta o me sonrojaras más.

–Tal vez eso sea lo que quiero hacer –insinué con una sonrisa.

–Felicidades, me has sonrojado –suspiró, dejando de cubrirse, justo lo que quería.

–Eso es perfecto, es la imagen perfecta –aseguré, tomándole una captura a la pantalla, algo que ella pudo notar.

–¿Por qué hiciste eso?

–Porque es una bella imagen que quiero preservar. Tus mejillas rojas y ojos brillosos son algo hermoso de ver –respondí, haciéndola jadear de modo silencioso.