JungKook.
–¡Hobi Oppa, basta! ¡Estas mojándome mucho! –exclamaba Anya, mientras reía sentada a la orilla de la alberca.
–Esa es la idea, Any –le respondió mi compañero, lanzándole más agua.
Me había quedado en un camastro cercano, riendo por las ocurrencias de Hobi y admirando la belleza natural de Anya, una belleza que lograba transformarse dependiendo de la situación en la que se encontrara. Era la primera vez que la veía usando un traje de baño, y debo confesarlo, me encuentro demasiado cautivado.
Al verla en ese traje de baño de color negro, sencillo y completo, no pude evitar babear ante lo hermosa y sensual que se veía. A pesar de que dejaba al descubierto poca piel en sus costados y se vislumbraban algunas curvas, estas me llamaban poderosamente la atención, al igual que a otros chicos, lo que me hacía gruñir de vez en cuando de lo celoso que estaba.
–¿No crees que lo mejor para tu humor es ir con ella a pasar un rato agradable y dejar de gruñirle a todo aquel que la está mirando? –preguntó Taehyung, subiendo los lentes de sol a su cabeza para verme.
–Me gusta verla divertirse –fue mi respuesta.
–¿Y no crees que sería más divertido divertirte con ella? –sugirió.
–Eso no me lo tienes que decir dos veces –respondí, levantándome de mi asiento y caminando hacia Anya, sentándome a su lado –. ¿Te estas divirtiendo? –le pregunté, mientras Hobi se iba con los demás chicos, dejándonos solos.
–Mucho. Son las mejores vacaciones que he tenido en la vida –contestó, mientras acomodaba su cabello húmedo gracias a los juegos de Hobi.
–Y espera, porque aún falta lo mejor –le susurre al oído, entrando al agua, colocándome frente a ella –. Ven, nada conmigo.
–Te tengo malas noticias –anunció, llamando mi atención –. No sé nadar, sólo sé mantenerme a flote.
–No te preocupes, yo te cuidaré –prometí, tomándola de la cintura, ayudándola a entrar al agua, quedando frente a frente, muy cerca, sin soltarla ni un poco.
–Ten cuidado de cómo me cuidas, porque hay muchos tomando fotos.
–Lo tendré en cuenta –aseguré, guiñándole un ojo y ayudándola a nadar.
Estuvimos nadando juntos un rato, hasta que vi que ya seguía mis pasos. No era tan difícil enseñarle, sólo quería tener la seguridad de alguien que la cuidara, y al verla tan cómoda nadando, me sentí orgulloso de haberle brindado esa seguridad. Dejé que diera unas cuantas vueltas sola, yendo hacia donde estaban nuestras cosas, sacando una cámara de una mochila.
Regrese al agua rápidamente, esperándola en una de las orillas más apartadas de la piscina, para hacer algo que estaba rodando en mi cabeza desde hace un rato.
–¡Vaya! ¡Eso sí que es un buen ejercicio que requiere esfuerzo! –exclamó agotada, llegando a mi lado, acomodando de nuevo su cabello.
–Es muy bueno para los músculos, pero ahora quiero que hagamos algo.
–¿Qué cosa?
–Cierra los ojos y sumérgete.
–¿Por qué?
–Es una sorpresa, confía en mí –enarcó una ceja ante mi petición, pero me hizo caso, sumergiéndose en el agua.
Casi al momento en que ella se sumergiera, hice lo mismo. Me acerqué a ella, tomé con delicadeza su cuello y junté nuestros labios en un beso muy corto, lo suficiente para tomarle una foto. Al terminar, tomé su mano y regresamos a la superficie, tomando una bocanada de aire debido al tiempo que estuvimos ahí abajo.
–¿Quieres ver lo que hice? –pregunté, acomodando un poco el cabello que me caía en la frente, llevándolo hacia atrás.
–Por supuesto –aceptó, tomando la cámara. Un leve jadeo salió de sus labios, haciéndome sonreír –. No puedo creer lo que hiciste.
–Tómalo como un regalo. Vamos con los demás, parece que van a jugar un partido de voleibol y nos necesitan para los equipos.
Anya asintió emocionada, nadando hacia ellos mientras rogaba en silencio, nadando detrás de ella, que la siguiente sorpresa que le tenía la emocionara demasiado, logrando que la recordara de manera especial para toda su vida.
♫♫♫♫♫
–¿Estás listo para esto, JungKook? –preguntó Namjoon, acercándose a mí.
–Sí, pero estoy muy nervioso –confesé, suspirando un poco, observando los alrededores de la sala de cine que renté para este momento.
–Quédate tranquilo, sé que podrás hacerlo, sólo déjate llevar por tus sentimientos – me aconsejo, dándome una suave palmada en el brazo.
–Gracias Hyung, agradezco mucho tu apoyo.
–Somos una familia, y la familia se apoya siempre.
–Suga dice que llegan en dos minutos –anunció Jimin, acercándose a nosotros –. Creo que lo mejor será estar ya en nuestros lugares –ambos asentimos, yendo al pequeño escenario que ese cine tenía, mientras estaban las luces apagadas.
–¡Yoongi! ¡Hoseok! ¡SeokJin! ¿Dónde carajos están? No veo nada y ya me golpeé varias veces por su culpa –gritaba Anya enojada, haciéndome reír un poco.