Letra & Música

Capítulo 30. Un momento oscuro.

Anya.

“Te lo advierto una vez más: aléjate de JungKook, o de lo contrario, terminaras muy mal. Tú no puedes ni estarás junto a él. Yo soy lo único que necesita, así que es mejor que te alejes. No me hagas repetirlo de nuevo”

–¿Desde cuándo te mandan esos mensajes? –me preguntó Namjoon con voz seria, observando con el ceño fruncido el mensaje en mi cuenta de Facebook.

–Un día después del Fansign –respondí, nerviosa por la postura que estaba adquiriendo.

No soy una experta en amenazas por teléfono, tengo entendido o al menos pienso que, si quieres hacerle daño a alguien, sólo vas y lo haces, no lo difundes en un patético mensaje. Pero esto no sólo es una amenaza para mí, esto involucra a JungKook, y por ello, decidí ir con Namjoon y Kyun Soo hablar del tema.

–Vamos a rastrear la dirección IP, esto no puede quedarse así –habló Kyun Soo, pasando la mano por su cabello –. Dame tu teléfono, iré con algunos técnicos para ver que averiguamos –asentí a su sugerencia, entregándoselo, observándolo salir de la habitación.

–Debiste habernos dicho desde el inicio –suspiró Namjoon, observándome preocupado.

–Iba a hacerlo, pero se me olvidaba –confesé, rascando mi nuca –. Cuando hoy me llegó ese mensaje y vi que involucraba a JungKook, supe que tenía que hacer algo. A mí me pueden decir o hacer cualquier cosa, pero no a él.

–Aun así, Anya, tu seguridad es igual de importante. Esto puede ser una amenaza sólo de palabra o qué de verdad tenga intenciones, no sabemos si es de algún Hater o algo así.

–Por eso vine contigo y te pedí que fuera un secreto. No quería asustar a los demás, menos a Jimin, que tantas amenazas ha recibido –murmuré, a pesar de que sabía que estábamos solos. Namjoon negó un poco con la cabeza, acercándose a mí y abrazándome.

–Sé que intentabas hacer lo que creías correcto. Me imaginó que fue difícil para ti venir y decir lo que ocurría.

–Fue algo amargo, pero tampoco podía quedarme sin hacer nada, sobre todo cuando ya están involucrando a alguien más –respondí, correspondiendo a su abrazo, acurrucándome un poco. Namjoon da unos muy buenos abrazos.

–Lo sé, lo sé –dijo separándose –. Por ahora, vamos a tener esto en secreto, si no logramos averiguar nada en concreto, se lo diremos a los demás para que estén alerta, ¿está bien?

–Sí –concordé. Él me sonrió, sacudió mi cabello y salimos de la habitación, caminando hacia el salón de prácticas.

–Hola Anya, pensamos que no ibas a venir –me saludó Jin, al ser el primero en verme entrar.

–Sólo me retrasé un poco, encontrándome a Namjoon en el camino.

–Apenas hace un minuto te había enviado un mensaje –anunció Jimin, con el celular en mano.

–Mi teléfono murió y Kyun Soo se ofreció a cargarlo.

–¿Nos viste en televisión? –preguntó Hobi emocionado, haciéndome reír.

–Claro que sí, su pronunciación fue muy buena. Me sentí orgullosa de lo bien que lo hicieron.

–Tuvimos a una muy buena profesora –asegura JungKook, mientras me abrazaba por la espalda.

–Gracias. Ahora, ¿pensaron en lo que les dije que quiero hacer con la negativa ARMY?

–Sí y hemos aceptado. Tú en realidad eres buena con las sorpresas –halagó Taehyung, sonriéndome dulcemente-

–Gracias. Busquen espacio en su apretada agenda para hacerlo.

–Así va a ser, tenemos tiempo antes de regresar a Corea –mencionó Namjoon.

–Es verdad, tienen que regresar… ya me había acostumbrado a tenerlos aquí –confesé, sintiéndome extraña de saber que estaríamos separados.

–Todos vamos a extrañarte, pero sé que JungKookie mucho más –dice Yoongi con burla.

–Claro que la extrañaré, me hará mucha falta –afirmó JungKook, abrazándome más fuerte.

–Yo también te extrañare, pero creo que podremos sobrellevar una relación a distancia.

–Hablaremos de eso luego –me interrumpió –. Quiero mostrarte algo.

–¿A dónde vamos? –fue mi pregunta, cuando nos separábamos y tomaba mi mano.

–Es una sorpresa.

–¿Y no vas a decirme?

–Aunque me seduzcas.

–Supongo que tendré que esperar –me quejé resignada, haciéndolo reír.

He notado a lo largo del tiempo que a JungKook le gusta mucho darme sorpresas, y aunque eso no me agradaba al principio, ya me he acostumbrado, incluso, comienzo a sentir ese cosquilleo extraño en mi estómago cada vez que lo hace. Espero no me dé un paro cardiaco o algo parecido cuando vea lo que me ha preparado, porque de ser así, no disfrutaría mi sorpresa con verdadero deleite.

♫♫♫♫♫

–Esto es una broma, ¿verdad? –pregunté a JungKook con incredulidad.

–No, no lo es –afirmó con seguridad.

–Debe de serlo, de otra manera, no me explico por qué estoy viendo a un peluche de BT21 de unos dos metros frente a mí, y si no me equivocó es Cookie, ¿no es cierto?




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