JungKook.
El miedo más grande que puede experimentar una persona, es la idea de perder a un ser amado, y eso parece multiplicarse cuando no pudiste hacer nada para evitarlo, cuando te quedaste estático, observando la escena. ¿Cómo fue que todo esto pasó? ¿Cómo no me di cuenta de que alguien nos seguía? ¿Cómo no pude hacer nada cuando Anya uso su cuerpo para protegerme? ¿Por qué me paralicé?
Vuelvo a pasar las manos por mi cabello, debido la desesperación que estoy experimentando. Hace media hora llegamos al hospital, no he sabido nada de Anya desde que pisamos la entrada, tengo miedo de perderla y no hacer algo para evitarlo. Muevo mis piernas con nerviosismo, tratando de calmarme, pero es algo imposible, no puedo dejar de pensar.
–¡JungKook! –me llamó alguien, haciendo que alzará la cabeza.
Yoongi, Namjoon, Hoseok, Taehyung y Kyun Soo venían caminando rápidamente hacia mí. Me levanté rápido y corrí hacia ellos, para tener el apoyo de las personas que considero parte de mi familia.
–¡JungKook! ¿Qué fue lo que pasó? –me preguntó Namjoon.
–Estábamos en el parque cerca de su casa, yo había ido por unos helados cuando vi que se dirigió a una chica que iba a atacarme… forcejearon y yo me quedé estático… cuando me di cuenta, Anya se había puesto frente a mí para recibir el ataque… –conté con la voz cortada a causa de las lágrimas que caían por mi rostro.
»No pude hacer nada… h-había mucha sangre… estaba muy pálida y fría… n-no sabía que hacer… sentí que la estaba perdiendo en mis brazos… –me quebré, siendo abrazado por Yoongi con fuerza, siendo el más cercano a mí.
–Tranquilo JungKook, ya la están atendiendo, verás que estará bien –me aseguró él, acariciando mi espalda con calma, aferrándome a su cuerpo.
–No quiero perderla Hyung… tengo miedo de perderla… –susurré desconsolado.
–Hablé con seguridad, dijeron que habían recibido una llamada de distracción y por eso no notaron el ataque hasta que fue muy tarde –explicó Kyun Soo –. Jimin y Jin fueron por su mamá apenas nos avisaste.
–¿Y la chica? ¿Qué pasó con ella? –pregunté.
–La llevaron a la estación de policía, dicen que necesitan tu declaración –me respondió Taehyung.
–No me iré de aquí hasta saber que ella está bien, necesito saber que estará bien –expresé con firmeza.
Ellos respetaron mi decisión, así que nos fuimos a sentar a la sala de espera. Kyun Soo fue con la seguridad, creo que para fortalecerla o escuchar su versión, no lo sé, lo único que me interesa ahora es mi chica.
Pasó algún tiempo en donde sentía que nada sucedía, el tiempo se iba haciendo más lento y mi agonía aumentaba, me daban ganas de ir y buscar a alguien que me dijera algo, lo que sea, pero los chicos me calmaban o al menos lo intentaban, porque nada me calmaría más que saber que mi chica estaba bien.
Fue cuando la señora Lidia llegó, que el doctor se presentó, por lo que todos corrimos hacia él, apenas preguntó por los familiares de Anya.
–Yo soy su madre Doctor, ¿cómo está mi hija? –preguntó la señora Lidia angustiada.
–Lamento decir que su condición no es muy buena. A pesar de que la herida no fue muy profunda, causó algo de daño. Perdió mucha sangre en el trayecto y eso para alguien como ella es muy peligroso. Afortunadamente, llegaron a tiempo, por lo que hemos podido intervenirla con rapidez, de haber tardado un poco más la historia sería diferente –explicó él.
»Vamos a transferirla a observación esta noche, para ver cómo reacciona ante la transfusión. Ya hemos curado su herida y le hemos dado antibióticos. Cualquier duda acudan a mi o la enfermera que está a cargo –terminó por decir, alejándose luego de que agradecieran su respuesta.
Perdida, daño y peligro resonaban en mi cabeza, me hacían sentir un hoyo en el estómago al pensar que de haber actuado más tarde, ella ya no estaría aquí. Comencé a sentir un mareo extraño al pensar en la posibilidad, me sofocaba la idea, me dolía muchísimo el sólo pensarlo. Me senté en la silla, para procesar todo lo que había escuchado y controlar mi mareo.
–JungKook, ¿estás bien? Te ves algo pálido –señaló Hoseok, colocando una mano en mi espalda.
–No puedo perderla… no puedo hacerlo… –decía en susurros, mordiendo mis labios para acallar mis sollozos.
–No vas a hacerlo, ¿no oíste al doctor? Se pondrá bien, ella logrará salir de esto –dijo Jimin de manera optimista.
–N-necesito ir al baño… –jadeé, ignorando su comentario y levantándome con rapidez.
Al llegar al área de sanitarios, me encerré en un cubículo, recargando mi frente de la puerta, mientras trataba de respirar. Fue ahí cuando me derrumbé y comencé a llorar. Me dolía lo que estaba pasando, sentía que era mi culpa, yo le dije que la protegería y no lo hice, sólo me quede estático, sin hacer nada.
Necesitaba verla bien, verla sonreír y que me diga que soy un idiota por sentirme así, la necesito demasiado, necesito tenerla a mi lado. Pensar en su ausencia me duele, me hace querer gritar de la desesperación, me hace querer desaparecer… sólo quiero que ella este bien, por favor.
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