Letras Perdidas En Esta Ciudad

Todo es cuestión de perspectiva

Poder brindar una mejor experiencia en cada una de mis galerías siempre ha sido mi objetivo, que cada asistente pueda deleitarse de aquello que llamamos arte y que de ellos dependa la emoción que deseen percibir.

Que se sientan parte de este espacio y no solo llegar y contemplar sin entender.

Cuando empecé a asistir a galerías de arte siempre llegaba con mi alma distinta, a veces con una tormenta en mi cuerpo y soledad que abrumaba y otras veces volvía a asistir a la misma exposición y el significado de sus obras cambiaba.

Todo dependía de nosotros, de cómo vemos las cosas y ya no me quiero referir solo a las obras también a la vida y las circunstancias de estas.

Si nos detuviéramos a ver los problemas de la vida desde otro punto creo que nos complicaríamos menos día a día.

-Casi que me asfixian allá afuera, todas esas cámaras desean entrar.

Observe a Paula con las mejillas rojas del coraje y es que esta mujer se enojaba casi por todo, podemos dejar una pequeña línea de paciencia en su personalidad.

-Lo sé, te dije que podías entrar por acá atrás.

Mire los pendientes de la caja frente a mi sabiendo que no me los iba a poner, eran demasiado extravagantes para mi gusto.

-Si lo pensé, pero luego las cámaras se perdían de mi belleza, así que no. ¿Algún día los dejaras entrar?

-No, ya sabes la finalidad que tiene todo esto.

Tomé mis aretes de siempre y me los coloqué, creo que después de todo estos guardan más sentimiento que cualquier otro.

-Finalidad que aun no entiendo, como tus viajes de una semana a no sé dónde.

Sonreí-Me voy este lunes y regreso el sábado, por cierto.

-Algún día me dirás todos tus misterios.

-Sí Pau, algún día te has de enterar, ahora vamos a recorrer un poco para luego irnos a comer.

Quise tomar mi bolso y como si nunca hubiese usado mi mano esta no respondió a mi intención haciendo que este se caiga y dejándome con un dolor en mis articulaciones.

Agradecí que Paula no se diera cuenta de esto y lo recogí con mi otra mano como si nada hubiera pasado.

Me detenía a conversar con algunos conocidos de la galería y cuando Paula se me perdía me encontraba yo sola apreciando mis obras como si no las hubiera elaborado yo, y de igual manera le encontraba otro sentido a cada una.

-Que estúpida chica.

Me detuve a observar a quien había emitido aquel comentario- ¿Disculpa?

Me miró extrañado y luego me sonrió -No te lo decía a ti, mil disculpas. Se lo decía a la chica del cuadro.

Miré la obra y me reí ante su idea- ¿Podrías decirme el por qué a tu comentario si no te importa?

-He leído el poema y sin ánimos de ofender, creo que fue inmaduro de su parte hacerles caso a todos esos comentarios, unos más absurdos que otros. Si no se hubiera limitado tanto por todas las voces a su alrededor hubiera logrado todo lo que anhelaba en su vida. Quedó encerrada en aquella burbuja de grises como la artista lo presenta.

- ¿Por qué crees que no se liberó de sus cadenas?

-El escrito no lo dice así que me da libre imaginación y creo que se quedó atrapada en ese molde impuesto por la sociedad.

Le sonreí-Buena reflexión.

- ¿Y tú que crees?

Miré el cuadro- Bueno, yo creo que, si se liberó de todo aquello y puedo ser feliz ella sola, sin cadenas, sin escuchar todas esas voces, fue ella y ...

-Su arte- terminó por mí.

-Exacto, o eso es lo que quise dar a entender. Pero es bueno escuchar otro punto de vista.

Evité reírme ante su expresión de sorpresa- ¿Eres Odalys Granda?

Le extendí mi mano-Mucho gusto, que conocerme no te reprima darme más opiniones al respecto.

-El placer es mío, un gusto Javier Moya.

-Siento que ya he escuchado ese nombre antes ¿Eres algún artista del medio?

-Actor y escritor, pero más me dedico a lo primero.

Me encanta la perspectiva de los demás artistas, cada uno puede ver las cosas de manera diferente y créeme que todas te sorprenderán.

Sonrió- Tienes razón, todo es cuestión de perspectiva. Podrías darle la vuelta a un cuadro y cambiaria su significado.

Reí ante aquello-Creo que dependería del cuadro.

-Uno de los tuyos se puede girar y créeme que cambiaría su significado.

- ¿De verdad?

-Si deseas te lo puedo mostrar.

Dejé que me guiara por las diversas salas y al detenerse y corroborarme de que no estuviera nadie más en esta sala la cerré para darnos más privacidad.

-Si lo giras, parecieran ángeles atascado en el inframundo y con ganas de salir, podrías agregarle unas llamas y que del humo salga aquella figura malévola que conocemos por el diablo o una pequeña representación de esta.

Me detuve a detallarlo otorgándole la razón y con unas ganas inmensas de darle esos pequeños detalles que le hacían falta.

-Admito que sería mi favorito si le cambiaras la perspectiva.

-Entonces hagamos de este tu obra favorita.

Abrí una de las puertas ocultas de este salón, saqué una escalera y me dispuse a bajar el cuadro de su lugar.

- ¿Estás segura de esto o solo buscas impresionarme?

No pude detener la carcajada que de mi salió ante su comentario, me parecía divertida la situación y su cara de arrepentido por decirme su idea.

-No busco impresionarte, y sobre el cuadro estoy segura de hacer esta locura, no me dejo reprimir cuando del arte se trata.

Busqué a mi ayudante del momento entre mis contactos y le pedí todo aquello que necesitaba para este momento, incluyendo comida porque me moría de hambre.

Luego llamé a mi amiga informándole mi cambio de planes, todo esto con la mirada de Javier encima mío, mentiría si le digo a alguien que estoy tranquila, porque no sería así. Su presencia me da un ligero nerviosismo que invade mi cuerpo y podría jurar que cuando chocamos miradas mis mejillas se han de encender.




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