Letras Perdidas En Esta Ciudad

Carta

Lunes 12 de febrero

Odalys

¿Creyeron que no iba a dejarles una carta a ustedes?

Queridos lectores hubiera deseado que este libro tenga más capítulos, pero asi es la vida. Es un libro que lo empiezas a escribir sin saber si este capítulo será el último o solo es el principio de la historia.

Pese a los que nos suceda diariamente LA VIDA ES BELLA. Se que hay situaciones que nos ponen al borde del abismo, que derrama el vaso del agua y que nos hace tirar la toalla para decir ya no más, pero no sé si se han dado cuenta de que pasan los minutos, las horas, los días y aquello que sentimos no desaparece, pero la vida nos enseña y nos ayuda a seguir con aquel dolor.

La vida es bella porque tenemos la oportunidad de levantarnos y decidir que rumbo tomar, aquellos que dicen que no pueden cambiar su vida son unos cobardes, sì unos cobardes que no tiene la valentía de decidir que quieren y hacia donde desean ir. Ellos son los que día a día dicen lo horrible de la vida, porque se pasan viviendo lo que la sociedad y su familia les impone y no lo que desean.

Para llegar hasta donde uno desea hay que sufrir, llorar y nadar en un mar horrible, pero encontrarán la orilla si siguen nadando, y se sentirán cansados, con los brazos adoloridos y la piel dañada por el sol, pero tarde o temprano, si no se rinden, llegarán a la orilla, a esa meta que desean y de ahí han pasado lo peor, ahí queda seguir construyendo el futuro que desean.

Si yo me hubiera rendido a mis quince años, sin un futuro, sin familia de sangre y con una enfermedad terminal no habría disfrutado del arte, no habría conocido la vida que me esperaba, no habría disfrutado la vida antes de morir.

No deseo romantizar mi enfermedad, ni los días en hospital, los dolores y aquellos momentos donde la vida se me iba por que no es lindo, pero tuve que aprender a vivir con ello y construir la vida que deseaba porque nadie vendría a servirme en bandeja de oro todo lo que quería.

LA VIDA ES BELLA

Vívela, que mañana es tarde. Corre, ríe, grita, llora las veces que tengas que llorar, que la tristeza también es un sentimiento, baila, aunque no sepas, aunque tus pies no coordinen con el ritmo, pero hazlo que mañana es tarde.

Así que amigos, necesito que piensen ¿Esta es la vida que deseo?

Todos dirán que no, no es lo que desean.

Luego de su respuesta tiene dos opciones:

  1. Siguen viviendo como lo han hecho y maldiciendo a la vida cada mañana por lo que tiene que hacer.

  1. Se arman de valor, de coraje y empiezan a crear la vida que merecen.

La vida se acaba, pero vívela como quieres, no como puedas.

A Paula, a esa amiga que me acogió como hermana. Ya te he dicho miles de cosas en esa carta quiero recalcarte que te amo, siempre lo hice. Se que te verás hermosa vestida de novia con una boda que deseaste, con Stella llevando los anillos y viviendo el amor en su máxima expresión.

A Marco, a mi hermano. Quien me amó, me protegió y me cuido desde que me conoció. Quien fue mi refugio en las peores noches, quien estuvo desde mi comienzo hasta el final. No sabes cuanto te amo y el dolor que siento por saber que te voy a dejar.

No es tu culpa que me vaya, aunque lo pienses, ya lo he dicho, no es culpa de nadie. Quítate ese peso y continua con la vida, por ti y por mí. También sé que te casaras en algún momento te veras guapísimo y sé que la mujer que consigas te sabrá aprovechar porque eres todo lo bueno que hay en este mundo.

Espero verlos desde donde sea que este después de la muerte.

A Morya. ¿Ya te he dicho que te amo?

Te amo de aquí hasta la eternidad, sigue con la vida, vuelve a enamorarte y amar de verdad. Se que no es fácil, me pongo en tus zapatos, pero lo lograras. Tienes que superarme en algún momento de la vida y seguir caminando, eres talentoso, el hombre que amo, quien me hizo feliz los últimos meses. Hubiera deseado escribir una gran historia de nuestro amor, pero la vida no nos dio más tiempo para escribir esta maravillosa historia. Te amo, mor.

A Carlo, Gonza, Stella, Oscar, a quienes me ayudaban en mis galerías, a los medios que respetaban mi privacidad, a los que pidieron perdón porque errar es de humanos.

Pero sobre todo a ustedes que leerán esto en cualquier lugar del mundo.

Saben, siempre me ha dado miedo que las cosas se acaben, pierdan su brillo o culminen. No importa que su deceso sea lento o rápido, simplemente me da miedo.

¿Alguna vez han tenido un libro entre sus manos?

Si es así y aprecian los pequeños detalles podrá saber que su olor es adictivo, su portada intacta y sin un rasguño es maravillosa. Pero, con el paso del tiempo se va desgastando, podrás ver las arrugas e las hojas, aquella que eran tan lisas que parecían irreales, la portada se encontrará doblada y lo peor será que aquel olor que pudiste disgustar en un principio ya no se encuentra.

Eso le sucederá a este libro.

¿Valió la pena?

Si no lo leíste lo más probable es que me des un rotundo no, pero a quienes leyeron algún libro sabrán que cada letra se quedó dentro de uno, en lo más recóndito de nuestro ser en ese parte que pocos conocen, pero es tan apreciada del alma.

Recordaremos esa frase subrayada, ese capítulo que se quedó en la garganta y esa sensación indescriptible al leer la última palabra del libro, y aunque lo relea miles de veces nunca será igual que la primera, me daré cuenta de que a su manera ese libro ha tenido su final.

La vida misma se acaba.

Uno nunca sabe cuándo va a morir, pero segura estoy de que hemos de disfrutar la vida antes de eso. Ya no lucho cada día porque sé que no hay nada que me salve, he aceptado mi destino y espero que ustedes también lo hagan.

Quise escribir un poco sobre mi vida estos últimos meses porque he vivido la historia de amor más bonita y la última que vivo.




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