Breve resumen del libro 3

Después de la derrota de su hermana, Ima, la bruja más poderosa y maquiavélica de Liamdaard, se lanzó a una búsqueda de venganza. Ema, conocida como la artesana del caos, asaltaba la ciudad de Thenbel, donde su hermana había sido asesinada.

La muerte lo acomodaba, el caos y la destrucción marchaban a su lado. La tierra temblaba sobre sus pasos manchados de sangre de sus víctimas. Había destruido Mortka, la ciudad escondida de las brujas que una vez le había servido también de hogar, para encontrar un objeto mágico poderoso que le permitía despertar su arma última, Alfred, el destructor.

Alfred era una copia perfecta de Aidan, su archienemigo. Una poderosa criatura casi indestructible. Lo usaba para sembrar el desorden y la confusión entre sus enemigos, esperando empujarlos a traicionarse, a destruirse entre ellos.

Oculta tras su identidad falsa, Taima, Ema se había infiltrado en las filas de los cazadores. Los había manipulado. Aliándose con Chris Boltger, había causado la muerte de Carlos Byron para que este ultimo pudiera convertirse en el jefe de los cazadores. Y la guerra entre cazadores y el consejo de vampiros había comenzado.

Todo iba según su plan. Había destruido la confianza entre los Byron y el príncipe vampiro, había atacado y destruido la comunidad de hombres lobo. Había puesto a Chris, su peón, a la cabeza de los cazadores y había comenzado la exterminación de los vampiros. Incluso había logrado capturar a Aidan y reemplazarlo por Alfred, su brazo vengador.

Pero sus enemigos comenzaron a contraatacar. Sabo, el Alfa Supremo, se enfrentó a él, logró escapar y Aidan fue arrancado de sus garras. Su plan, que le parecía perfecto, caía al agua. Y ahora la traición llegaba también a su puerta.

¿Sería este su fin? ¿El fin de sus ambiciones? No, se negaba a aceptarlo. Nunca se rendiría sin luchar.