Libro 2. No te dije adiós, el diario de Susan

4. ¿Destino o casualidad?

¿Destino o casualidad? 🤍
 


El día lo encuentro perfecto con el sol sobre nosotros tan imponente calentándonos, tan radiante como poca veces se lo permite el clima en esta pequeña ciudad, no creo que haya otra en el mundo donde llueva tanto, donde las noches en su mayoría la luna decida alejarse y darle paso a esas fuertes tormentas que hacen que mas de una niña se esconda entre sus cobijas, mientras voy de camino a la guardería entretenida a paso lento tomando mi cappuccino caliente y con la voz de Rio Roma susurrando en mis oídos, me doy cuenta que ya se me ha hecho tarde y debo ir mas de prisa, el reloj grande del hotel Olimpo me hace despertar y reaccionar, decido ponerle la tapa de plástico a mi vaso de cartón y dejar el café por ahora y dar pasos largos antes de que el semáforo que ahora esta en rojo para darnos paso decida cambiar a verde y deba esperar unos minutos mas, y eso seria llegar tarde en el primer día, y aunque la voz en mi cabeza tan descaradamente me recuerda que la guardería es de mis padres y ahora mía no puedo tomarlo como excusa.

Al cruzar la calle por el paso peatonal alcanzo a sentirme observada, alguien me mira desde alguno de los autos que esperan por el semáforo, ya llegando a la acera volteo hacia mi izquierda antes de perder de vista a los autos y no quería quedarme con la inquietud de saber quien me mira tan detalladamente y podría afirmar que con una mirada profunda ya que la siento cada vez mas sobre mi.

—Es él —murmuro, y la gente a mi alrededor me observa.

Lo miro fijamente desde la pequeña distancia que nos separa y soy yo quien clava su mirada en él, doctor Bermúdez, el joven del hospital, me asombro al darme cuenta que no olvide sus ojos, aquella tarde donde me miraba fijamente, mientras me sedaban y su mirada se perdía en la mía, mientras yo me negaba a caer antes los efectos del sedante y él aferrado a mi mano esperando que mis ojos cansados se dieran por vencidos ante la lucha de no dormir de nuevo. Desde esa tarde no lo había vuelto a ver. Le sonrío, me sonríe, me ruborizo y el sigue sonriendo. De manera lejana y muy distante escucho pitar varias cornetas de los carros que esperan por seguir sus caminos, el semáforo ha pasado de rojo a verde y ya deben marchar, y él, el que por ahora era un misterio, el doctor Bermúdez, perdido en mi no las ha escuchado y apenada por distraerlo de tal manera le señalo con la mirada el semáforo y que ya debe avanzar. fueron solo unos cuantos segundos perdidos el uno en el otro y sin embargo siento que fue una eternidad y si antes no había olvidado esos ojos, ahora no los podre sacar de mi cabeza.

Él avanza y yo aun paralizada viéndolo seguir adelante, cuando reacciono a la música y escucho a Río Roma susurrar a mi oído.

"Eres la persona correcta en el momento equivocado"
 


Y un fuerte, profundo y doloroso suspiro escapa de mis labios entrecerrados para volverme a la realidad y seguir caminando. Desde aquella tarde en el hospital no había pensado en él, no lo recordaba y no entiendo por qué me dio ilusión verlo ahí mirándome como bobo, como un niño que observa un juguete desde el vitral, un juguete que anhelas tanto tocar, pero esa barrera no te lo permite. Me ha causado un alto nivel de agrado verlo, una sensación la verdad extraña e imposible de explicar ¿creo en el amor a primera vista? No, no creo. Y ¿entonces? ¿Qué fue eso de hace rato? Y si tal vez me regreso a ver si vuelve a pasar por la misma calle, "no cariño, Susan, ya olvídalo y sigue adelante que ya vamos tarde" (La voz de mi conciencia).

— ¿Querida por que has llegado tarde?

—Venia a paso lento madrina.

— ¿y tu auto?

—Sabes que prefiero no usarlo, solo han sido algunas calles que he tenido que caminar no te preocupes.

—Me alegra tenerte de vuelta mi niña.

—Y a mi que estés acá madrina.

—Bueno Querida a trabajar que para eso has venido, esta semana estará muy movida, se abrieron las inscripciones para el área de maternal y nos estarán llegando muchas madres con sus pequeños y tu te encargaras de eso.

—Me encanta esa área, con todos esos pequeños, gracias por dejármela.

—Mi niña esta es tu guardería, así lo han querido tus padres.

La abrazo, me abraza y por unos segundos me pierdo en su rico aroma a rosas, desde pequeña siempre usando el mismo perfume y eso me encanta, mi madrina Carla es la mejor amiga de mi madre y por ello como mi segunda madre, la adoro y me adora, soy su hija, la que nunca pudo tener.

Me paseo por el salón grande de juegos de maternal, recuerdo desde niña adoraba venir luego del colegio con papá y encerrarme en estas paredes azul océano con las vitrinas llenas de todo tipo de juguetes, siendo una niña me perdía horas y horas en esta habitación, jugando hasta que mi padre venia por mi para ir a casa, cuando ya no quedaba nadie, cuando ya no había ni un niño, a medida que fui creciendo ya no juba con ellos, solo los bajaba de las vitrinas, de los estantes para limpiarlos y acomodarlos de nuevo en su lugar, si había uno desgastado o dañado le decía a papá para remplazarlo o llevarlo a arreglar. Ahora me acerco y solo los observo y hay muchos que me causan nostalgia, porque a pesar de los años aun siguen aquí, aunque la mayoría son ajenos a mi, juguetes nuevos.

—Susan cariño ¿Qué haces?

—Solo los limpio papá, ya luego los regreso a su lugar.

— ¿Ya no juegas con ellos?

—Ya estoy grande, ahora solo los cuido y los aseo para los niños.

—Vamos cariño, deja eso y regresemos a casa con mamá.

Tantos recuerdos cargados de emociones en estas paredes que cada año pintan y decoran del mismo color y un año después de la muerte de papá me alegra saber que aun lo siguen haciendo, manteniendo el tono azul océano el color favorito de papá.

Voy a la que por ahora será mi oficina, mi tía ha dejado que la decore a mi gusto, ella mejor que nadie sabe que los espacios entre mas se parezcan a la persona que los habita mas acogedores resultan, es como si fuera un espacio mas de nuestro hogar, como si estar ahí es sentirse como si en realidad no hubiera salido de casa.



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En el texto hay: diario, romance, drama

Editado: 16.03.2023

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