Capítulo 9 Conspiración

Capítulo 9

Conspiración

Las manecillas del reloj marcaban las once y media. Alex yacía en el frío suelo de parquet y tuvo un dulce sueño. Después de conocer a Liana, en su imaginación, se quedó dormido como un niño. Se oían voces extrañas de personas vivas por toda la casa, y provenían de una habitación secreta detrás de la pared. Alex no sabía nada ni tenía ninguna sospecha sobre la reunión de ese día de misteriosos invitados que llegaban a su casa constantemente por la noche sin su permiso. Detrás de la pared de la casa, en la habitación contigua, estaban conversando el Hombre sin Hogar, el Mago y el Enanito. Todos estaban constantemente juntos y se divertían de diferentes maneras, llevando a cabo sus planes grotescos. Alex nunca podría haber imaginado ni adivinado que una misteriosa compañía pudiera instalarse en su casa detrás del muro, en una increíble habitación que era varias veces más grande que su casa. El trabajo del mago. Lo transformó de una habitación pequeña y estrecha detrás de una pared en un espacio para conversaciones. Poseedor de poderes mágicos, siempre hacía lo que quería. Habían estado viviendo en la habitación secreta desde que Alex perdió a Liana, y no tenía idea de que existían. Hoy tuvo la suerte de encontrarse con dos residentes desconocidos de su casa, y conocerlos a ellos y su maravilloso hogar. Con la llegada de la noche, la habitación ofrecía una vista clara del cielo nocturno, y en lugar de un techo había un simple lienzo del cielo. Por aburrimiento, el mago pintó un magnífico cuadro del cielo nocturno con su pincel mágico, que tomó prestado de un artista desconocido, para diversificar su guarida temporal. En el suelo había un enorme lago que reflejaba la escena celestial. No había sofás de cuero, ni sillas pequeñas, ni mesas de cristal, ni grandes armarios dispersos por todos lados, sino que en el medio solo se encontraba un gran trono cubierto de seda blanca, que brillaba intensamente en la oscuridad con lanzas de oro brillante que se extendían desde arriba.

Un divertido trío mágico, poseedor de súper habilidades y gran conocimiento de la magia, a pesar de su secretismo ante la gente y la precaución contra la atención innecesaria, todavía eran dueños del mundo entero, controlaban el tiempo, el curso de todos los eventos en el mundo y el futuro de las personas. No llevaban una mala reputación sobre sus hombros. Un capricho del Mago cambió muchos acontecimientos y evitó que se aburriera. Las palabras del Hechicero tenían un poder más poderoso que el viento y cambiaron varias malas corrientes de pensamientos en positivas, dirigiendo a los habitantes de la ciudad en una dirección diferente y mejor. En una zona residencial de Kiev, en la tranquila calle Raiduzhny, un residente de una de las casas paseaba a primera hora de la mañana a su perro, un caniche. Mientras caminaba, despatarrado y pasando junto al Mago, disfrazado de conserje de la casa, no le prestó atención y sintió una nueva y alegre corriente de pensamientos que le levantaron el ánimo durante todo el día. Las actividades cotidianas del Mago ayudan a la vida de los habitantes comunes de Kyiv. Vivió a lo largo de la historia de la humanidad, pero pocas personas sabían de él. En la casa de tres pisos de Alex , detrás de una delgada pared en otra habitación que nunca ha visto, hay actualmente una reunión de una pandilla loca liderada por el Mago. El secuaz era el perezoso Sin Hogar, y el verdugo era el pequeño e incontrolable Enano, que siempre hace todo al revés. Al verlos, ninguna persona podría pensar o adivinar que poseían un poder majestuoso que cumple los deseos y caprichos de varias almas. Son los mismos reyes, payasos, que hacen payasadas para todos, diversificando el mundo con pinturas de colores. Un día después de la tragedia de Alex , notaron su mirada triste y decidieron hacerle compañía sin que él se diera cuenta. Para entretenerlo, distraerlo de su tristeza y quizás incluso ayudarlo, en ese momento aún no habían decidido sus futuras acciones. Ahora es el momento en el que se han unido para tomar una decisión y seguir trabajando en el niño. Ya habían logrado dar una sorpresa cuando un trío de locos engañó a Alex para llevarlo a un mundo completamente extraño, un mundo de sombras del pasado. Lo sacó de la realidad y dirigió su vida hacia una dirección diferente, criminalmente lúdica. Intentando quebrantar su carácter respetuoso de la ley con un juego que habían creado, el abogado planeó un asesinato ficticio contra él.

El enano caminaba alrededor del trono con pequeños pasos, haciendo sonar sus talones. Bezhatchenko miró la cara astuta del talonador y, a pesar de sus extrañas acciones, sacó una rama de tres metros de largo de su bolsillo con la mano derecha y sacó una bola de hilo de la otra. Até un hilo negro a la punta del bastón. Mientras masticaba pan en su boca, hizo una pequeña bola con él, la puso en el extremo delgado de un hilo y la arrojó al lago. Construyó una caña de pescar casera para pescar. Sujetándola con ambas manos por el extremo del bastón, dobló las rodillas, éstas crujieron, se sentó en la pequeña silla que había detrás de él, que hasta ese momento no estaba allí, entrecerró sus ojos de pescador y dijo en voz baja:

-Cállate, estoy pescando.

El pequeño travieso no escuchó a nadie, corrió sobre las piernas del Mago, sonrió con picardía, saltó, agitó los brazos y aterrizó en el mismo lugar, sonriendo nuevamente. Miró atentamente en todas direcciones y se escondió detrás del trono. No pasó ni un minuto, y qué puedo decir de un minuto, en un segundo, salió corriendo de detrás del trono y nuevamente hizo un círculo alrededor del Mago. Deteniéndose a sus pies, se agarró la cabeza y el mundo entero nadó ante él aturdido, pero eso no lo detuvo. Sin perder tiempo, el Enano corrió rápidamente hacia el Vagabundo, saltó sobre su hombro, le mordió la oreja y salió corriendo, empujándolo con la mano. Bezhatchenko, inclinándose hacia delante, apoyó su mano izquierda sobre el agua fresca que bañaba la orilla con olas, miró la espalda del Enano, que desaparecía detrás del trono, y en su honor pronunció una palabra: