Capitulo 9

Ezra

-Tu ganas- La victoria me supo a gloria.

-No es suficiente- dije dejando ir su brazo y manteniendola en el piso- Gané y creo que por eso me merezco un premio- inadvertidamente, mientras estábamos ocupados en nuestra pelea el gimnasio se había vaciado.

-¿No te parece suficiente haberle ganado a la más brillante mujer que ha pisado este dojo?- contestó sarcástica, vislumbre un poco de la luz que se había apagado. Estaba jugando conmigo. Estábamos compitiendo de nuevo. 

-Tal vez no es suficiente- dije sonriendo.

-¿Qué es lo que me vas a pedir entonces?- No intentó librarse de mí.

Lo pensé muy bien. Solo había una cosa que quería de ella.

-Un beso

Observo mis ojos intentando descubrir la mentira, no había ninguna. No podía pensar en nada, ni en dónde estábamos, ni quien podía vernos. Parecía dudar. En sus ojos ví un mundo de emociones, inseguridad, temor y duda.

Hizo el ademán de levantarse y yo la dejé. No la obligaría, necesitaba que ella lo quisiera tanto como yo. Esperé su respuesta.

-Tengo que irme- dijo. Que huyera como la última vez era lo que no permitiría que hiciera.

-No puedes huir de mí Kamra- Se quedó quieta al escuchar el sonido de mi voz.

-Me estas pidiendo algo que no te puedo dar.

-¿Que no puedes o no me quieres dar?- La tenía. No había dicho que no quería.

-No hay diferencia- continuó- Tengo que regresar a mis actividades.

La ví marcharse, estaba actuando de nuevo como Gipsy. Se cerró. Ella tenía la suficiente cabeza fría para dar un paso atrás. Pero la duda había sido suficiente para dejarme abrir un espacio en ella. La duda era toda la esperanza que necesitaba en ese momento, sabía que con ella podía lograr avanzar.

Aún me sentía dolido pero mi cuerpo me pedía acercarme a ella. La razón me dijo que lo único bueno que sacaría al acercarme sería cobrar mi venganza. Con cada paso que daba hacia ella conseguía uno hacia nuestro objetivo.

Me levanté y salí detrás. No le daría descanso como no lo había obtenido por diez años. Quería sacudir cada uno de los sentimientos que tuve por ella, quería deshacerme de su huella, quería cobrar mi venganza aunque la vida se me fuera en ello. Era todo por lo que había trabajado.

No solo era haber soportado los maltratos y el rapto por parte de la fundación. El sentimiento de odio y venganza se había triplicado, por lo menos, cuando me enteré por lo que tuvieron que pasar.

Si hubiera estado en mis manos habría terminado con Mason, había tomado aquello que era mío. No solo había alejado a Kamra de mi lado, eliminó cualquier tipo de paz y felicidad que en ese horrible lugar pudimos encontrar. Cualquier rastro de normalidad. 

Kamra no sabía que ella era mi piedra. Cuando habló de cómo Canary se volvió su apoyo la entendí. Ella había sido eso para mí y pude serlo yo para ella, estaba a un paso de alcanzarlo y lo hubiera sido de no haberse encontrado con Mason.

Si en un principio no hubiera intentado huir de mí, si hubiera reconocido sus sentimientos, si hubiera regresado cuando la llamé… Pudo haber evitado al puerco de Mason, pudo haber evitado poner en peligro a Canary. No debieron habernos abandonado.

Si hubiera pensado mejor, si hubiera hablado desde el inicio conmigo no hubieran escapado sin nosotros. Pudimos hacer todo mejor.

Era ahí donde estaba mi rencor, necesitaba que ella dijera esas palabras. Esa era mi liberación, la de mi odio solo la conseguiría a través de la fundación. Por eso no podría arriesgarme a que lo echaran todo a perder.

Pasé por varias habitaciones hasta que escuché los disparos.

Encontré la sala de tiro, Fénix estaba tirando, las únicas otras personas dentro eran Kyle, Gipsy y Milo. Era eso lo único que necesitaba.

Hasta que descargó toda la munición se detuvo.

-Muy bien chica- las felicito Milo en tanto que Kyle hizo un sonido de burla.

-¿Te crees mejor que yo?- preguntó Fénix. Aún no me acostumbraba a su nueva personalidad.