Prólogo

Subí corriendo las escaleras de aquella casa abandonada, no podían matarla,  a ella no por favor. 

Llegué al último piso donde me estaban esperando eso hombres.  Ahí los tenía delante de mi, aprete los puños al ver como estaba ella atada en una silla y medio inconsciente.  

-Aquí estoy! Ya podéis soltarla. -Grité. 

-Llegas tarde. -Se río el más grande de todos. 

-Por favor soltadla. Les suplique. No podían matarla y menos por mi culpa. 

-Mira Alexa las cosas en este mundo son así, nosotros te queríamos a ti, tu decidiste no venir a tiempo y ahora es tu madre la que va a morir. -Me explica el que parece el líder de los tres. 

-No joder! -Les grité. 

Ese hombre se acercó a mi, yo me mantuve firme aún que por dentro solo quería salir de allí corriendo. Él me toco la cara, luego paso a mi hombro, después siguió la forma de mi cuerpo con su dedo índice, trague saliva, no me estaba gustando nada como miraba mi cuerpo con deseo. Pero si era la única manera de que soltaran a mi madre estaba dispuesta a aceptar. 

-Eres muy guapa Alexa. -Me susurro al oído. 

No pude evitar estremecerme ante su comentario. 

Mire hacia mi madre y mis lágrimas afloraron. Tenia tantas marcas de puñetazos y todo eso por culpa, por no querer entregarme a tiempo. 

-Si la entregas a ella podrás hacer conmigo lo que quieras. -Lo mire firme de mi decisión. 

Él rio ante mi decisión. -Alexa si de verdad quisiera follarte ya lo habria echo, niña. -Se puso serio. 

-Y entonces para que me quereis a mi? -Pregunté confusa. 

-Niña no te das cuenta de que tú y tu madre nos dais igual, pero eso no te va a salvar de que vayas a ver como la matamos. Has jugado con nosotros y eso tiene sus consecuencias. -Dijo mirándome muy serio. -Matadla. -Concluyó. 

-No por favor. -Grité desesperada. 

El sonido del disparo hizo eco por toda la casa abandonada, no podía creer lo que había sucedido. Como todo se pudo torcer en tan solo seis meses, como pase de tener una vida fácil a tener una vida tan complicada. La vida te jode como quiere y yo eso no lo sabía.