Capítulo 13: Situación inestable en la Mazmorra

Tras largas horas de espera, Martin se reúne con su grupo y reanudan su marcha hacia la montaña, para dar fin a la misión.

Con cada metro que avanzan, una espesa niebla se impone en todo el ambiente, dejado una inhóspita atmosfera, que difícilmente deja ver en cualquier dirección.

Entre la espesura, se empiezan a escuchar pasos anormales, como si una manada de bestias estuviera acechando, siempre manteniendo la distancia con quienes estas creen que es el ser más peligroso en toda la mazmorra Arácnida.

Estela no se despega de Martin, al mismo tiempo que ella envuelve en el campo protector de aire al grupo entero. Ahora que es una Rango A, ella es mucho más poderosa que todos, excepto por Martin, pero su mana se multiplico por diez, razón por la cual siente que es su deber proteger a todos.

Con la mirada al frente, y la guardia alta, Martin los lidera. Estela lo ve más serio de lo normal, así que se aferra a su brazo y apoya su cabeza en el hombro:

– ¿Descansaste un poco al menos? – pregunta mirándolo fijamente a los ojos.

– Si, no te preocupes. – Le sonríe, aunque en su rostro se ven ojeras muy pronunciadas, debido a la larga noche que ha pasado.

– Martin, ¿porque no te tomas tu tiempo? Es obvio que estas agotado, y necesitas energía. No pudiste dormir desde hace cinco días, o más bien desde que llegamos hasta aquí.

– Muchas gracias por preocuparte, lo aprecio. Pero en verdad, quiero terminar esta misión, hasta no verlos a todos…a salvo…no me detendré. – Su mirada se vuelve feroz–. No dejare que nadie caiga aquí…todos volverán con sus familias…lo juro.

– Martin. –Estela sonríe, aceptando la terquedad de él.

Estela comprende que las palabras de su querido amigo, es el deseo de no querer que se repita lo sucedido como con su padre, y sin duda respeta la decisión de no importar su propia salud, sino mantener vivos a todos.

De repente, Martin se detiene, su cuerpo siente como una presencia que está a kilómetros, desprende un poder increíble, mucho más grande que cualquier criatura de la mazmorra:

–¿Es…la reina Arácnida? No, no. Es algo más…– Su rostro se alivia, cuando esa presencia desaparece– Hay que mantener la guardia en alto, algo más está acechando en esta mazmorra – advierte mientras mueve sus ojos en todas direcciones, vigilando que no haya enemigo, al menos por las cercanías.

– Ya…hemos llegado… – dice Estela, impactada al ver lo enorme que es la montaña desde la base de la misma.

Martin detiene sus pasos, y levanta su mano, indicando con este gesto que todos deben para de caminar. Se voltea a mirar al grupo, y en voz baja les ordena que se agachen y oculten entre los árboles.

Mas adelante protegiendo la entrada, se encuentran poco más de cincuenta arañas de toda clase, inclusive peligrosas que no superan el tamaño de un pequeño perro, pero su veneno es más letal que cien viudas negras.

Ciertamente Martin tiene dos opciones apenas, enfrentarlos a todos usando el poder de la Marca, y organizar a los demás cazadores y trabajar en equipo, todo para no levantar sospechas. La decisión es compleja, pero Paulo se acerca a Martin y toca su hombro para animarlo:

– En lo posible, ayudaremos, no somos tan inútil como crees. Entiendo que tengas una habilidad diferente, pero no creas que pelearas solo sin ayuda, mientras te vemos hacerlo – Paulo le dice casi susurrando a su oído

Ante la respuesta de Paulo, quizás el más experimentado del grupo, Martin no evita dejar escapar una sonrisa de alivio:

– Era inevitable que pase algo así.

–¿Y cuál es el plan? – pregunta Estela.

– El plan…no será tan diferente de lo que hicimos antes…procuren entretener a esas arañas, yo entrare y me encargare de la Reina – les dice a los cazadores presentes.

– No suena muy difícil. Los mantendremos ocupados, tu destrózala – dice Paulo, entusiasmado por la seguridad que brinda Martin.

– No hagas nada innecesario, ¿sí? – le pide ella.

– Te lo prometo – responde Martin, envolviéndola entre sus brazos.

Después de organizarse con un plan no tan diferente al de hace unas horas, el grupo se mueve hacia la base de la montaña, atacando a las arañas que puedan ser más amenazantes en sus habilidades, cayendo las pequeñas más venenosas seguidos por las enormes Golem.

Por su parte, Martin se desvía para poder rodear la zona de la batalla y aprovechar que las arañas dejaron el camino libre por los costados.

Sin embargo, antes de moverse hacia allí y sin que nadie se dé cuenta, uso su habilidad protectora para cubrirlos a todos, evitando que sean envenenados o asesinados con suma facilidad, siendo la mayoría Rangos inferiores a las arañas. Además de vencer a la reina, su intención es proteger cueste lo que cueste a los demás, y sacarlos de allí con vida es su verdadera meta.