Capítulo 15: Trauma de un evento pasado Parte II

Martin abre sus ojos y ve que flota en una penumbra oscura sin que exista la vida o la muerte, completamente ciego, mudo, sin saber qué año es, donde se encuentra, su cuerpo no se mueve y es manipulado por extrañas brisas que lo envuelven, apenas pudiendo escuchar los constantes zumbidos del viento que lo rodea.

Para poder ver que sucede, fuerza su vista, pero la perpetuidad del oscuro sitio lo obliga a desistir y pensar que está sucediendo, ya que hace unos momentos estaba peleando con Fabio, y de pronto está flotando en quien sabe qué lugar misterioso:

– Tengo que volver, mi grupo está en peligro…pero este sitio ¿Dónde rayos estoy? – se pregunta Martin.

Aquel lugar, donde la noción de tiempo y espacio no existen, lleva a que Martin temiese no volver nunca más, la desconocida fuerza que lo atrajo a tal dimensión es aún más misteriosa de lo que el imagina.

Habiendo descubierto que no está en su mundo, Martin deja escapar un suspiro, y en su mente el pensamiento de como estará su madre lo empieza a preocupar, inclusive si Estela está a salvo o aún están bajo ataque, todo eso lo tortura:

– Maldición, como puedo ser tan imbécil, soy demasiado débil para esto, no sé ni porque me volví cazador. No soy capaz de proteger a mis compañeros, o a la chica que más quiero, ni siquiera puedo ayudar a mi madre en su estado ¡Soy…un…fracaso!

En ese momento, los tortuosos recuerdos de como su madre poco a poco abandona la cordura, y brotes de locura y psicosis, hacen que se pierda, hasta que un día intenta asesinar con un cuchillo a Martin con apenas siete años. Después de ese hecho, ella es llevada a una clínica psiquiátrica, y Martin con una familia adoptiva, hasta que la situación mejore para ambos.

Los siguientes años serían muy difícil, donde Martin es sujeto a las miradas acusatorias de los niños, y prejuiciosas de los adultos, sin importar cuanto ha sufrido el niño ni el cómo se ha derrumbado su feliz familia.

A pesar de que su vida fue de mejor a peor, lo mejor de su niñez fue el haber conocido a una niña llamada Estela, a la cual salvo de un grupo de niños. Aunque ambos no estaban lejos de ser objeto de abusos por parte de otros niños, el haberse conocido provoco que sintieran que estaban el uno para el otro, y esto prosiguió inclusive después de no verse nunca más, hasta ahora.

Un niño solitario, ahora vuelto adolescente, silencioso, dotado de poder físico, pero con una profunda depresión, no deja de ser un delincuente buscando el amor de su madre que aún sigue internada, pero con visitas recurrente de él, solo para verla perdida con la mirada fija en la ventana de su habitación, esperando por alguien, esperando por ese hombre que jamás salió con vida de la mazmorra.

Aquel adolescente impetuoso, ahora convertido en un hombre joven, concurre a su primera mazmorra y en la que conoce a una chica, de atractivo inusual, cabello plateado y mirada más que tierna, formando así una amistad tan sólida como las rocas que sostienen las mazmorras más fuertes.

Sin poder sentir absolutamente nada, Martin se lamenta al punto de llorar desconsolado:

– Padre, ¿por qué tuviste que ir a esa misión? ¿Por qué tuviste que dejarnos así?” – dice resignado, esperando a morir sin poder seguir sintiendo más dolor en su corazón.

Sin embargo, un susurro que cada vez se hace más fuerte menciona su nombre, hasta que una esfera de luz radiante se presenta ante él, e inmediatamente se transforma en una figura femenina muy hermosa y cálida, con cabello tan largo que es imposible dar cuenta de su magnitud, y que se le abalanza para consolarlo y besarle la mejilla como si un fuerte instinto materno la estuviera impulsando:

“Tranquilo mi pequeño…todo está bien…ya paso” – el decir esto, la oscuridad desaparece, y en su lugar, una fuerte ráfaga da forma a un paisaje rural cubierto de trigo con un cielo despejado sobre sus cabezas

Martin mira asombrado y confundido a la vez, ya que hace momentos estaba muriendo en la oscuridad perpetua, ahora está junto a una mujer muy hermosa en el campo, bajo un cielo despejado y cálido. Ella se acerca al joven, quien reacciona con la guardia baja:

–¿Qué ha pasado? ¿Dónde…?

Aquella mujer apoya su dedo índice sobre el labio de Martin para que se detenga:

– Todo tiene sus respuestas, déjame responderte de a poco – al terminar de decirle, Martin asienta con la cabeza, y en respuesta ella sonríe– Bien, para empezar, no estás muerto ni nada por el estilo, solo estas en una dimensión creada por mí, donde el tiempo y espacio no existe.

–¿Quién? – la bella mujer vuelve a callarlo con su dedo

– Ara ara, ¿no te dije que me dejaras explicarte?

– Lo siento.

– Jajaja, eres tan lindo – sonríe como si estuviera en presencia de su hermanito menor– Como te dije, esta dimensión no existe, es creada por mi como la entidad suprema de la Marca, ¿pensaste en lo que hablamos?