Estela y Martin miran a Octavio con expresión de desagrado, deformándose los rostros de tal manera que sorprenden al tan desubicado cazador:
— Déjenme adivinar, interrumpo una cita, ¿cierto?
Los dos se exaltan al escuchar tal ocurrencia, por lo que Octavio sonríe, interpretando esas inocentes respuestas como un intento por ocultar sus sentimientos:
— Ya, lo siento, no quise ser incómodo. Solo quiero hablar sobre el gremio.
—¿Gremio? ¿Quién eres tú?
— Él es Octavio, es quien ha recomendado Oscar— Martin lo presenta a Estela.
— Mucho gusto señorita, soy Octavio, cazador de rango A+ tipo Tierra y clase Tank.
— Un placer, rango A+, curandera de tipo aire — responde presentándose con una sonrisa, pero cierta distancia.
— Entonces, Octavio. ¿Qué quieres discutir sobre el gremio? — pregunta Martin
Octavio hurga de sus bolsillos, y saca un papel arrugado con anotaciones:
— No…no pongan esos rostros de desagrado, por lo general cuido las cosas.
— Si si, seguro. ¿Qué es eso? — pregunta Martin.
— Como sabrán, la idea de un gremio está, pero hay un problema importante que Oscar no ha querido tocar, pero es importante si queremos tener un gremio.
—¿Qué sería eso? — pregunta Martin nuevamente.
— La cantidad de miembros. ¿Saben que para que un gremio sea oficial debe tener cinco miembros totales? — les informa Octavio.
— Si, eso es algo que me estuve preguntando Martin, ¿Por qué Oscar permitió a tres personas formar un gremio y no a cinco? — le pregunta Estela
— Eso nunca me ha especificado, solo me pidió que confié en él. Ahora que lo dicen, es algo extraño. ¿Tú sabes algo Octavio?
Un mesero llega a la mesa, entonces Martin pide un plato, cubiertos y copa extra para Octavio, mientras discuten lo extraño que es la situación del gremio:
—¿Creen que la situación sea más política que de mazmorras en sí? — les pregunta Martin.
— Bueno, en términos del mundo, todo cambio cuando surgieron las mazmorras. Lo político, social, económico y geopolítico gira en torno a los portales y los recursos que hay dentro— responde Octavio mientras se rasca la barbilla.
— Sabes demasiado como para ser alguien que pregunta después de atacar.
— Bueno, Harvard no fue difícil— dice con expresión de fastidio al rememorar sus días en que concurría a la universidad más importante y con tan poca edad debido a que pudo saltar varios años del secundario gracias a su coeficiente intelectual demasiado alto a pesar de ser alguien que en lo físico es muy salvaje y torpe.
Un silencio incomodo acompaña a las palabras de Octavio, hasta que Estela comienza a reír, luego Martin y finalmente Octavio, los tres divirtiéndose como amigos:
—¿En ese papel que hay? — Estela pregunta curiosa.
— Aquí tengo una lista de potenciales cazadores que misteriosamente recibieron el potencial desatado como cazadores. Nadie los ha ido a ver, y Oscar tiene la esperanza de que tú mismo vayas para convencerlos de unirse al Gremio.
—¿Qué? Eso es una locura, no puedo ir a otras provincias y dejar a mi madre internada — Martin se acerca a decirles en voz baja, pero en tono exaltado por tal responsabilidad.
Por supuesto que su preocupación estaba en su madre, pero también sobre Estela.
Solo una lista de nombres y provincias, pero aún falta mucho más para que el gremio pueda existir oficialmente, y Martin lo sabe bien:
— Tenemos que encontrar un sitio para el gremio, tener los fondos necesario para costearlo, no es algo fácil, y preocuparnos por encontrar nuevos gremios es ilógico— les dice Martin.
— Creo poder encontrar un sitio adecuado, es pequeño, pero será acogedor para los tres—. Se detiene Estela al recordar a Arakneida—. Bueno…cuatro — agrega con rostro de desagrado, de nuevo.
— Aunque falta un pequeño detalle, y esto es lo que Oscar me pidió que necesita que hagas algo mañana temprano.
—¿Necesita algo más? — pregunta Martin.
— Es sobre tu rango, al parecer necesitas justificar que eres S+, por lo que Oscar quiere que vayas al centro de medición nacional en el microcentro— le explica Octavio.
— Esto tendrá que ver con los múltiples intentos de estafadores que afirmaban ser rango A+ o S+, y al final fueron detenidos por falsos rumores — menciona Estela, como hecho vergonzoso ocurrido en el país hace muy pocos años.
— Tiene sentido, por mi parte no hay problema— responde Martin sin problemas para aceptar le encomienda de Oscar.