Las personas detrás de la puerta se ven muy sospechosas a los ojos de Estela, y Octavio se percata de que por su acento ocurrirá algo terrible. Entonces agarra a Estela del brazo y la arrastra hacia un lado, en el proceso la cubre de una capa dura de tierra para protegerla, mientras explota la entrada en pedazos, enviándolo contra la pared hasta casi atravesarla.
La capa de tierra que cubría a la chica se desintegra, encontrando el lugar completamente destrozado por la explosión, cubriendo de escombros y fuego el suelo:
Estela: “¿Q-Que ha pasado?” – se pregunta con fuertes dolores de cabeza – “Octavio…Octavio, ¿Dónde estás?” – mira hacia todos los rincones.
De entre los escombros escucha quejidos de dolor, inmediatamente se acerca allí y quita las rocas y madera sobre Octavio, mientras los brasileros entran de forma amenazante a la sede del gremio Victory:
Daniel: “Vaya, que bonito edificio…o bueno, lo era” – dice en tono burlón mientras se abre paso entre las llamas y los escombros – “Entonces díganme algo, ¿Dónde está Martin? Estoy seguro que querrán evitar el dolor”
Temerosa, pero con fuerte voluntad, Estela quita la última roca que aplastaba a Octavio y confronta a Daniel por el repentino e irresponsable ataque. Las dos acompañantes de Daniel se paran delante de el para que Estela no inunde su espacio, como si ella fuera un insecto o plaga:
Estela: “No tenemos que llegar a esto, por favor quítense” – les pide, sabiendo que son fuertes, aunque ninguna de ellas la supera en rango, Estela no es apta para el combate físico
Damina: “Deberías cuidar tu boca maldita zorra y responderle a Daniel la pregunta que te hizo” – le dice amenazando
Samantha: “¿Y bien?” – presiona golpeándole a puño cerrado el hombro de la joven – “¿te quedaras callada o vas a responder? No tenemos todo el día”
Daniel suelta un suspiro de impaciencia antes de caminar hacia Octavio y murmurar con cada paso pesado que da:
Daniel: “Estamos equivocándonos en algo, quizás sea en la manera de dirigirnos o la persona. Está muy claro que ella no podría revelarnos información, pero él puede que si” – se para frente a Octavio y aunque la diferencia de altura es notable, la presión que emana Daniel es increíblemente absurdo.
Octavio: “M-Maldición, este poder es inmenso. Con que así es un rango continental, no soy rival para él, pero no puedo permitir que a Estela le hagan daño” – piensa, resistiendo a duras penas la abrumadora presión
Daniel: “Déjame hacerlo más fácil”
Un feroz puñetazo directo al estómago de Octavio lo obliga a caer de rodillas y escupir saliva y sangre, mientras se retuerce de dolor, como él había sospechado hace momentos, la diferencia inclusive de fuerza entre un simple rango A y un rango SS considerados los más fuertes del mundo es un hecho injusto.
Estela se da media vuelta y ve horrorizada la escena, por lo que intenta acercarse hacia su amigo. Para evitar que escape, Damina la toma del cabello y tira hacia atrás, haciéndola caer contra suelo y dejándola a merced de Samantha, quien le propina varias patadas a su cuerpo. Mientras, Damina se une a la violencia con fuertes puñetazos a las costillas de la joven indefensa.
Octavio intenta ayudarla, pero de nuevo es golpeado por Daniel, impactándole en la cara y otro puñetazo en el estómago, destrozando en el proceso su nariz y dos costillas.
Los ojos de Estela se mueven en dirección a Octavio, viéndolo herido con apenas un par de golpes. Para poder ayudarlo, usa su habilidad de campo de viento, con el que podrá protegerlo hasta el menos un par de minutos. Sin embargo, Damina la levanta del cabello y Samantha le golpea en el estómago:
Samantha: “Jajaja, ¿y estuvimos semanas vigilando a esta basura? No puede ser, me da malhumora, ¿sabes?” – le recrimina a Estela mientras golpea las diferentes partes de su cuerpo
Damina: “Podríamos haber estado en nuestro país, bebiendo cerveza y acostándonos con quien se nos da la gana, pero en cambio nos dieron esta inútil misión” – tira con fuerza del cabello
Estela: “Haa…haa…haa…” – intenta respirar con mucho dolor, mientras su rostro se encuentra lastimado y con laceración en su brazo derecho – “…”– murmura difícilmente
Damina: “Oye, esta perra está diciendo algo. Se más clara y no nos hagas perder el tiempo”
Samantha: “No se escucha nada, ¡habla más claro!” – tira más fuerte que antes
Estela: “Pu…eden decir…lo que quieran…p-pero…no diré…donde esta. Nunca traicionaría a Martin, ni, aunque me destrocen voy a decirles” – infla su pecho lleno de valor y confronta a ambas cazadoras que se muestran violentas contra ella
Samantha: “Era sabido, los perros son fieles a sus amos, pero los lobos, bueno, somos otra cosa distinta” – mira la apariencia de Estela, causando una envidia insana hacia la joven de cabello plateado – “¡Tsk! Maldita perra, eres demasiado atractiva, tendríamos que arruinar tu hermoso rostro”