En el día del ataque, unos exploradores avistan movimientos entre la tormenta de nieve que misteriosamente se forma por fuera de la base humana.
Rápidamente, uno de los exploradores se acerca a la base para informarle a los lideres que sucede quienes se reúnen en lo que queda del edificio y oficina del Sargento pero que aún se aún se mantiene en pie, al menos un pedazo de la estructura.
Pero al llegar se encuentran con rostros serios y preocupados, ya saben sobre esos movimientos, e inclusive mucho más que eso:
Martin: “Al menos 20 monstruos se acercan, y 80 personas, lo cual no tiene el menor sentido” — dice preocupado mientras observa un mapa con lo que apenas se tiene conocimiento de la mazmorra
Gonzalo: “¿Serán de los nuestros? Y más preocupante aun ¿serán rehenes?”
Sargento Augusto: “Es extraño, deberían estar muertos si son de los nuestros. Quizás tramen algo con ellos”
Gonzalo: “Una trampa ¿huh?”
Martin: “Sea cual sea la razón, tenemos que ir y rescatarlos”
Teniente Santiago: “La situación es demasiado critica como para enviar más de los nuestros. Si es una trampa correremos riesgo al momento de defendernos por falta de números”
María: “Pero si son de los nuestros no podemos dejarlos así sin más, me niego a ello. ¿Y si Octavio, Estela, Macarena, Laura, Marcos…o Julio están entre ellos?”
Teniente Santiago: “Lamento decirlo, pero prefiero mi vida antes que la de los demás. Esta no es una excepción, yo escojo evitar perder fuerzas al menos no sin estar seguros”
Sargento Augusto: “¡Teniente, guarde silencio!” — lo regaña ante la falta de tacto de su subordinado
Teniente Santiago: “Solo digo la verdad, estamos en horas cruciales. Sargento, usted continue siendo indulgente con la situación, pero sabe que tenemos que tomar decisiones difíciles” — dice en tono frio — “si me disculpan debo coordinar con los demás cazadores y soldados para la defensa perimetral”
Martin mira a María, encontrándola preocupada y consternada, no sabe que decir solo piensa en el grupo y su esposo, sin saber dónde está, o en la condición en que se encuentra:
Martin: “Hey, que no te afecte. Ellos van a volver, estoy seguro de eso” — le dice para contenerla mientras la abraza, pero en el fondo también está preocupado por todos y principalmente Estela
Sargento Augusto: “Ofrezco mis disculpas por el exabrupto de mi subordinado, estos días han sido muy duros y ciertamente tiene miedo”
Martin: “Es entendible, no sabemos que nos espera de aquí a quien sabe cuándo”
Gonzalo: “Por lo pronto tenemos algo que solucionar. Esos humanos y monstruos que caminan hacia aquí. ¿Qué haremos?”
Sargento Augusto: “Entiendo que se haya equivocado, pero si hay algo en que tiene razón es que no podemos enviar a nadie a verificar. Sería irresponsable si resulta ser una trampa”
Martin: “¿A cuántos kilómetros se encuentran?”
Sargento Augusto: “Posiblemente a 5 kilómetros, quizás menos, si son monstruos que se adaptan al frio extremo, quizás a menos que eso”
María: “Yo…yo quizás tenga una solución”
Gonzalo: “¿Cuál sería?”
María: “Debajo de estas capaz de hielo existe tierra ¿cierto? Y en mi poder tengo algunas semillas para poder usar mi magia de planta al ser un terreno imposible de hacer crecer, aunque la tierra que traje ya no está. Puedo usar la tierra que se encuentra debajo del hielo para crear una raíz que conecte al campamento con al menos 2 kilómetros a la redonda”
Sargento Augusto: “Eso es algo muy conveniente, pero lo malo es que hay 2 problemas, el primero es que son 30 metros de capas de hielo y el segundo es que estamos situados en un sitio donde no hay tierra debajo, por lo que esos 30 metros se traducen en casi 100”
Martin: “Por lo que estamos en verdad complicados, y el tiempo se nos agota”— camina hacia la entrada del edificio donde se efectúa la reunión — “no me queda más alternativa que usar la Percepción Imperial, sé que en el nivel en que me encuentro es muy difícil poder expandirlo más de 4 kilómetros en estas condiciones climatológicas” — piensa alternativas
Si bien la Percepción Imperial es una habilidad potencialmente peligrosa, debido a que es imposible pasar desapercibido, gracias a su enorme extensión de kilómetros, la realidad también es que tiene un único punto débil y es que al actuar como ojos sobre todo lo que abarque, es susceptible a problemas climatológicos, en el caso de la Antártida, son sus tormentas de nieve lo cual genera dificultad a la hora de ver más allá. Al menos si su usuario aun es novato en cuestión de manejo de tales habilidades.
Sin embargo, el tiempo es muy poco como para preocuparse por detalles y lo importa es salvar al grupo y descubrir que traman los monstruos que los escoltan, rodeándolos como si intentaran protegerlos.
Antes de activar su habilidad, Percepción Imperial, un soldado llega corriendo, completamente exhausto por la enorme distancia desde su puesto hasta el edificio donde se administraba la enorme base:
Martin: “¿Estas bien?”
Cabo Juan: “Si…haa…haa…” — dice jadeando — “t-tengo que informar…”
Martin: “Dime que pasó”
Cabo Juan: “Oh, es usted cazador Martin. H-Hay tres grupos que se acercan, monstruos y humanos…”
Los ojos de Martin se abren de par en par, miedo y sorpresa por la enorme distancia que habían reducido en tan poco tiempo: