Limit Breaker: Conquistando Mazmorras

Capítulo 82: Negociación

El cazador encargado de vigilar la frontera, escolta al grupo hacia uno de los numerosos lanzadores, este posee magia espacial con la que se mueven día a día a través de los cientos de kilómetros que abarca dicha frontera. Con un movimiento circular abre un pequeño portal ante la mirada burlona de Arakneida, quien no aguanta la risa si no fuera porque Estela le golpea la espalda con el codo:

 

Arakneida: “Perdón, es que es muy pequeño ese portal”

Estela: “Ya sé, pero los cazadores no suelen llegar a rango SSS+ y abrir miles de portales”

Arakneida: “Pues yo sí”

Estela: “Hablo de ti”

Martin: “Guarden silencio. Tenemos que ser serios en esto”

Arakneida: “Perdón”

Estela: “¿Crees que sea una trampa?”

Martin: “Por supuesto que lo es por eso…” — le indica con la mira que Julio se está preparando para una posible confrontación al igual que Daniel, Lorkamos y Estela

Estela: “Nos estamos preparando para una batalla”

Mark: “Pasen ya”

 

Indica que es seguro pasar. Entonces Martin atraviesa el portal, luego Estela y así todos, menos Julio se encuentran del otro lado. Mark lo mira y pregunta, bromeando:

 

Mark: “¿Te quedas o te vas? Apresúrate porque te vas a quedar aquí sino”

 

Sin mediar palabra, Julio sigue a sus compañeros a través del portal donde son llevados hacia la sala de espera de la sede de Dark Eagle en Nueva York.

Decenas de cazadores circulan por los pasillos cada hora para pedir una misión o rendirle cuentas a la administración. La mayoría se agrupa en más de una veintena y reúne provisiones en un enorme almacén al fondo del largo pasillo junto a la administración. Mientras los movimientos son normales y cotidianos, las miradas acusatorias y discriminantes se posan en el grupo argentino, llegando a molestar a Arakneida, quien aún posee ciertas costumbras para con la humanidad. Esto es para aquellas personas que no le son de su agrado:

 

Martin: “Tranquila Arakneida, vinimos a mediar, no a causar una guerra” — se comunica a través de la habilidad de “lazos” al verla con rostro de enfado

Arakneida: “Presiento que algo está muy mal y me tiene muy incómoda” — responde muy molesta y con la guardia en alto

 

La voz y una misteriosa persona pasa por al lado de Martin, susurrándole al oído palabras de preocupación que podría ser una trampa, pero se escucha demasiado honesta y triste:

 

“Por favor, ayúdanos a recuperar a nuestro líder”

 

Él se voltea y no ve a nadie, pero la silueta de esa persona que velozmente pasa a su lado y le ruega eso, hace que se plantee el motivo por el que llegan a la sede de Dark Eagle.

Habiéndose percatado de que nada es normal y que el peligro los acecha, decide ponerse en alerta. Incluso antes de llegar a la sede norteamericana, la cantidad de energía mágica que habían liberado era exagerado a la vez que disimulada para evitar confusiones. Sin embargo, abunda la desconfianza.

Una mujer de nombre Zonya recibe a Martin y al grupo de forma educada y con gesto propio de alguien con experiencia en el trato de personas distinguidas. Como protocolo, se le revisa al visitante para evitar que entre armado con alguna intención. Lógicamente este protocolo no es tan necesario si el cazador es William, pero inclusive alguien de su posición debe mostrarte para nada descuidado, sino constantemente ser objetivo de hasta terroristas.

Una vez en la puerta, la secretaria abre de par en par, allí lo espera William, sentado muy cómodamente sin preocupación alguna, pero desde su persona se siente como la sangre podría helarse y la piel de gallina resalta por el inmenso peligro que supone estar a metros inclusive de él:

 

William: “Que buena visita tenemos hoy. Me preguntaba cuando ibas a llegar. Debo admitir que fue muy rápido ¿ayer nos habíamos conocidos?”

Martin: “Vine a negociar el cese de hostilidades entre tu país y México”

William: “Si, eso ya me lo habían comunicado, pero no tengo la menor idea de porque crees que estamos siendo violentos con ellos”

Martin: “Sabes que has hechos y por esa razón estamos aquí”

William: “No negaré que hay un motivo, pero lo que sigo sin entender es ¿con que clase de autoridad vienes tú y tu grupito a mi territorio? Porque a mi entender, Argentina no tiene potestad, ni con ninguna organización ni influencia necesaria ¿Por qué te hace pensar que haríamos caso?”

Martin: “Por la misma razón que has matado a cientos de miles de personas en un instante y también por la misma razón que quisiste borrar a Hermosillo del mapa como hiciste con Tijuana. No pretendo pelear, solo quiero que esto se acabe de una buena vez. No hay necesidad de llegar a tal extremo solo por vanidad”

 

William se levanta de su silla y camina hacia un mueble con muchas bebidas alcohólicas tales como licores, whiskys entre otras cosas. Lo primero que hace es servirse y luego extiende el vaso hacia Martin con una seriedad inusual en él:

 

William: “Se que fui descortés, pero ¿te apetece un poco de whisky escoces o licor alemán? Son de buena calidad”

Martin: “Tengo que declinar. No soy gran bebedor”

William: “Como quieras” — arroja unos cubos de hielo y bebe del contenido lleno — “lo mejor del whisky es cuando la temperatura de este, baja por el hielo. Whisky a las rocas, bendito sea el europeo que decidió inventar esta porquería”

 

Después de vaciar el contenido, regresa al escritorio para continuar las negociaciones algo estancadas.



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Editado: 15.09.2024

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