La barrera, que a simple vista podría soportar una explosión nuclear, cede lentamente al agrietarse por la monstruosa colisión de simples puños, pero cubierto de tanto maná que el solo hecho de estar cerca podría quemar a una persona ordinaria o cazadores de rangos menores al A+.
Como vidrios a los que se le ejercen presión, la barrera se quiebra hasta explotar en miles de fragmentos que caen por todas partes. Estela intenta desesperadamente crear otra barrera para contener no solo a los que pelean en el parque sino también para que esos fragmentos caen y los hieran o peor, que civiles se vean envueltos en ello. Arakneida se acerca a su lado y extiende ambas manos:
Arakneida: “Crea otra barrera para contener a esos dos. Yo evitare que esos fragmentos lleguen al suelo”
Estela: “Esta bien. Creare un domo más pequeño rodeándolos”
Cuando dice eso, crea un domo color celeste con más poder y resistencia, considerando que el anterior, el cual abarcaba todo el parque, usaba mucho poder mágico y había debilitado a Estela por tu tamaño. Ahora con el tamaño de al menos una cancha de basket, puede mantenerlo por más tiempo y otorgarle mayor dureza.
De la yema de los dedos salen hilos pegajosos con tal extensión que abarca todo el parque y de estas salen otras formando varias redes que alcanzan a sostener los fragmentos tanto enormes como pequeños y así evitar la masacre.
Los miembros de Dark Eagle que van despertando se quedan absortos, mirando como esas dos mujeres intentan salvar a los civiles y al mismo tiempo luchan contra la descomunal e indirecta fuerza que produce el enfrentamiento entre William y Martin. Jeff, quien también ve sorprendido la película e incluso después de haber ordenado a los cazadores que estaban conscientes proteger a las personas, se voltea y grita a los que están mirando la pelea:
Jeff: “¡Vayan a poner a salvo a los civiles! ¡¿Qué esperan?!” — frunce el ceño cuando vuelve la mirada hacia el parque
Morgan: “Jeff” — se acerca luego de ayudar con la evacuación en la parte Este del parque
Jeff: “Tengo que reconocer que Martin es asombroso, pero William no se quiere rendir. Maldición”
Morgan: “Es irónico. Hace momentos estábamos alentándolo y ahora nuestro mayor deseo es que…se rinda…” — dice en pleno llanto
Jeff: “Entre querer que mantenga su orgullo y que no muera en esta estúpida pelea. Siento que hemos cometido un error al alentarlo. Somos los peores seres humanos”
Julio: “No creo que esas afirmaciones sean del todo correctas”
Él, quien rompe el silencio mientras ambos cazadores se sienten impotentes y con autocompasión, los observaba con atención al notar que son leales al equivocado William:
Jeff: “¿Huh? Tu eres Julio” — lo mira
Morgan: “¿Por qué dices que estamos equivocados?”
Julio: “Decisiones son las que cualquier persona toma, en eso estamos más que de acuerdo” — mantiene la mirada en la igualada peleada — “y nada de lo que nos digan puede cambiar eso. Lo cierto también es que muchas de las decisiones que tomamos no son las mejores y viendo el estado de situación, William no ha estado consciente de lo que hace desde un tiempo largo ¿estoy en lo correcto?”
Jeff: “Desde un principio sabían sobre todo esto ¿no?”
Julio: “La intención era solo negociar como país neutral pero otra opción era que Martin lo mate si William abandonó su humanidad. La cosa es que parece que se encuentra sin eso que lo manipulaba”
Morgan: “Pero aun así están peleando”
Julio: “Decisiones. Martin tomó su decisión, William también y no creo que se detengan por nada del mundo. Inclusive su maestro de gremio parece que lo entiende”
Jeff: “Él solo quiere morir en batalla frente a alguien que le haga entender que es humano, mortal y débil”
Julio: “Morir en la desesperación más humana que en la glorificación de su estatus como mejor del mundo ¿Qué harás, Martin?” — continúa observando el clímax de la pelea
El suelo empieza a temblar con el intercambio de puños. Aun en el peor de los estados físicos, William sigue siendo ligeramente superior en cuestión de experiencia, algo que Martin carece por completo. Sin embargo, lo que respecta a la resistencia, el argentino puede continuar por más tiempo.
Un puñetazo mal ejecutado permite a Martin golpear varias veces al rostro de William y luego le da un rodillazo en el estómago, haciéndolo escupir sangre y caer al suelo de espaldas por primera vez en su vida desde que es cazador. Sin detenerse, Martin lo golpea en el rostro estando en el suelo. Cada golpe que da, hace temblar el suelo y resquebraja la tierra, los árboles colapsan hasta caerse.
Martin se pierde en la violencia y descarga toda su impotencia y frustración con cada golpe que le da a William, destruyendo el orgullo que había construido con una carrera como cazador a base de poderío sin igual en la sociedad humana internacional. El miedo que había infundido, aquellos a los que intimidó, y gente que recientemente mató, todo queda en el pasado frente a un cazador sudamericano cuyo poder y fuerza física es superior.