Capítulo 97: Respuesta ante la crisis China

A pocos días de que la documentación esté lista para los ejecutivos de Victory, varios de los gremios más importantes de Europa se reúnen de emergencia para tratar la situación de China.

La crisis en el país asiático es tan difícil que muchos especialistas llegan a la conclusión de que la intervención para ayudar debería ser crucial para evitar una mayor catástrofe geopolítica. Siempre y cuando los intereses sean fuertes desde el lado que preste ayuda.

Respondiendo a la llamada de parte del gremio polaco “Zloty Krzyk” que en español se traduce como “Grito Dorado” para reunirse en Cracovia, varios de los más importantes gremios llegan al enorme rascacielos de la ciudad. Fiel al estilo de Europa con sus cazadores estrella, un enorme grupo de periodistas y medios del mundo hacen presencia con multitudes de personas que curiosas sacan foto y piden autógrafo como si de celebridades se tratasen.

Una vez en la entrada, los casi 200 cazadores son guiados por un grupo de 5 empleados dentro del increíblemente enorme y ancho edificio, a través de un pasillo lujoso con cientos de obras de arte colgadas, estatuas de época entre otras hasta una puerta el doble de ancha y alta que la de la entrada del “Pico de Águila”, nombre con el que comúnmente se define al edificio. Las puertas se abren y se adentran al salón, compuesto por una mesa circular de casi 50 metros de largo.

Cada representante de gremio, sea maestro, vice maestro o cazador designado para el papel en la reunión, toma asiento y recibe la bienvenida del organizador:

Hugo: “Bienvenidos camaradas cazadores y gracias por acudir al llamado. Me llamo Hugo Adamski, maestro de Zloty Krzyk. Para iniciar con la reunión debo anunciar que la propuesta hecha previamente a los Estados unidos se ha retirado a petición del gremio Santo Marco, no obstante, y de manera individual continua en vigencia”

Marchello: “Sabes que él no vendrá ¿cierto? Un impío traidor a la humanidad y principalmente a dios jamás podría aparecerse. La vergüenza debe ser enorme”

Hugo: “Lamento escuchar tal rechazo señor Marchello. Sin embargo, no podemos renegar de los recursos que tenemos actualmente”

Marchello: “Tenemos los suficientes para lograr el cometido que queramos”

Norman: “Con el top 1 en exilio, el top 2 muerto y el top 3 desaparecido. Vaya nivel de recursos que tenemos. No podemos depender de escases de recursos y menos en creencias”

La actitud tan directa de Norman respecto a la rivalidad entre la iglesia católica y la anglicana que por muchos cientos de años han enfrentado a Inglaterra con el Vaticano, hace que Marchello se levanta de su silla con enojo y plante cara por su Fe:

Marchello: “Señor Lobbyhouse, espero que eso no sea un cuestionamiento a mi fe en dios. Porque usted y su iglesia son las herejes de aquí” — cuestiona el atrevimiento del británico

Norman: “Di lo que quieras. No soy tan fanático religioso como muchos de mi gremio”

Marchello: “Eso estoy muy seguro. Al final la iglesia anglicana no es más que una institución apócrifa de la verdad absoluta de nuestro señor Cristo y Dios todopoderoso” — reza en silencio al terminar esas palabras

Norman: “Santo cielo. No puedo creer estar discutiendo esto con un fanático reconocido en Europa” — se burla del joven italiano

Marchello: “¿Acaso buscas pelea maldito inglés?” — da unos pasos y es retenido por los cazadores que lo acompañan

Hugo: “¡Señores ya basta! Creí que las diferencias entre ambas iglesias ya quedaron saldadas en la convención del 2025. Ahora tenemos cosas más importantes que medirse los miembros en cuestión de la fe. Por favor retomemos a lo que nos compete”

El salón queda en silencio, Norman y Marchello evitan mirarse y al mismo tiempo beben el café ofrecido por el maestro polaco, Hugo.

Samual: “Retomando al asunto de los altos rango del mundo. La crisis ha llegado a ellos con la baja de 3 de ellos. Como bien mencionó Norman. Uno está en el exilio, otro fue asesinado y el otro está desaparecido, posiblemente liderando a la resistencia según me han informado desde inteligencia. No hay mucho que decir, la crisis en el mundo de nuestros cazadores es absoluta. Si no nos volvemos más organizados, quien sabe que consecuencias nos esperan más adelante”

Felipe: “¿Y con el rookie del siglo?” — pregunta, interesado por el chico de argentina

Samual: “¿Martin Felucci? No lo había pensado”

Marchello: “En lugar del exiliado y su gente podríamos haber invitado a Victory. Resultan ser más confiables de lo que pensamos” — reconoce de brazos cruzados

Los presentes lo piensan mejor y se dan cuenta de que actuaron mal aun después de lo sucedido en Norteamérica y presienten que parece no haber otra oportunidad para hacerlo:

Felipe: “Exterminó a las mazmorras de la Antártida y Salta, derroto a todo el gremio de Fortaleza y Dark Eagle, además de dejar en condiciones terribles a William. Diría que es necesaria su presencia”

Hugo: “Si, sobre eso. Ya me había encargado de contactarlo”