Limit Breaker: Conquistando Mazmorras

Capítulo 104: Aztaergon, el primer emperador de la oscuridad

Cromana mira a todos, creyendo que ha dicho algo malo o ilógico, pero solo Kargroot reacciona a tiempo al acercársele con una clara expresión de sorpresa:

Kargroot: “P-Por favor, dime que no es verdad…”

Cromana: “Ojalá lo fuera, pero desde hace tiempo que descubrí esta verdad y si no hubiera sido porque nos convertimos en familiares de Martín, nunca hubiera podido contártelo. Kassio me tenía retenida” — reconoce

Lorkamos: “No entiendo. ¿Por qué no podías decir nada?”

Arakneida: “¿No conoces la retención mediante la subordinación? — se sorprende— La retención por subordinación es una habilidad donde el emperador obliga a sus subordinados a no revelar ciertos secretos” — explica

Lorkamos: “¿Qué pasa si…el subordinado revela algo?”

Kargroot: “El núcleo que da existencia al subordinado es destruido o mejor dicho…una maldición con forma de mano destruye ese objeto. Si, he visto ese efecto en varios que desafiaron a Kassio y no es para nada agradable” — cuenta a través de sus millones de años de sabiduría bajo las órdenes de su respetado emperador anterior a Kassio

Cromana: “Es una táctica cobarde si me lo preguntas. Pero así es como nos han mantenido a raya”

Arakneida: “Cromana y Kargroot tuvieron que pasar por tanto a pesar de que ella no conoció al anterior emperador oscuro, tiene una fuerte afinidad por sus compañeros y camaradas. Se nota lo unida que está a Kargroot en compañerismo, aunque ella sea una subordinada” — piensa, observando detenidamente a ambos ejecutivos

Kargroot: “Por lo pronto no podemos hacer nada. Solo esperemos a que la oportunidad llegue y le demos la mayor paliza de su visa a ese bastardo infeliz. Lo que hizo con mi señor es imperdonable. Es un sacrilegio que merece el mayor castigo posible”

Arakneida: “Según parece el emperador oscuro fue alguien importante para ti”

Kargroot: “Lo fue sin duda. Tanto Licht como yo, quienes fuimos creados en un comienzo por él y luego todas sus legiones, considerábamos como un verdadero padre a Aztaergon”

Lorkamos: “¿Cómo era él?”

Kargroot: “Pues…”— sonríe nostálgico— “era alguien que no quería poder ni lo usaba para oprimir. A decir verdad, odiaba su papel como emperador, pero cuando lo debía cumplir era alguien admirablemente dedicado. Muchos grandes comandantes lo veían como su figura a seguir y jamás lo cuestionaban”

Lorkamos: “Parecía alguien noble y perfecto entre los emperadores”

Kargroot: “Ese fue su mayor defecto. Ser demasiado noble” — termina al recordar impotente el suceso de la muerte de su señor

Tras la revelación aliviadora para Cromana, cada uno de los miembros se separa para cumplir diversas tareas que Lee Bao les dejó.

Kargroot no siente tranquilidad sino más bien una intensa ira que lo obliga a desquitarse con una pared de piedra junto a él y lejos de las personas. De un puñetazo que se hunde en la dura textura, deja una enorme grita que se desmorona hasta revelar un extraño pasadizo:

Kargroot: “¿Qué es esto?”—se asoma al pasillo y encuentra un pequeño río de agua estancada, ratas y basura. Mira a un lado y hacia el otro— “bien, iré a investigar”—se mete dentro del lugar y camina hacia la oscuridad

Las paredes son de color negro similar al carbón y a medida que se aleja de su posición siente un olor nauseabundo acompañado por rastros de sangre en las paredes. Esos rastros no tienen sentido, pero para Kargroot significa una sola cosa:

Kargroot: “Parece que las líneas del ritual llegan hasta aquí. Pero dudo mucho que sepan que existe. Lo mejor es que los demás sepan. Este lugar ya no es seguro... ¿Huh?”—mira hacia adelante. Un sonido metálico, proveniente del frente, se acerca a medida que los segundos transcurre y no solo eso, se empiezan a oír varios pasos metálicos y son cada vez más— “vaya, no me esperaba algo así”

Esos pasos resultan ser de tropas esqueléticas con armadura pesada, portando espadas, lanzas y escudos y miradas azules gélidas:

Kargroot: “Van a tener que volver sobre sus pasos porque están en mí camino”—amenaza con su espada oscura en mano y una ligera pero poderosa liberación de su energía mágica hacia los soldados esqueléticos

La respuesta por parte de los soldados es nula. Viniendo de unos no muertos es lógico.

Entonces Kargroot suspira y rápidamente se pone en posición y salta hacia el frente con el arma apuntando hacia el esqueleto más cercano y de un balanceo de su espada corta la cabeza de varios de ellos.

Lo que Kargroot olvida es que los esqueletos poseen un núcleo rojo en sus pechos que les permite moverse sin necesidad de su invocador cerca. Solo les invite a esos núcleos un poco de mana y la actividad es casi infinita:

Kargroot: “Claro, ¿Cómo no me di cuenta? Ustedes funcionan con esas esferas”—se prepara para atacar de nuevo, pero ve que ninguno se inmuta—“¿Ahora que pasa?”—ve que se dan media vuelta y regresan de donde vinieron— “eso no tiene buena pinta”



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Editado: 04.01.2025

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