Limit Breaker: Conquistando Mazmorras

Capítulo 106: Cuestión de perdonar

De un mazazo destroza el suelo no una, sino varias veces con movimientos veloces que deja perplejos a Claustro porque jamás ha imaginado que tal masa de músculos que es Octavio pudiera tener esa velocidad tan alta al punto de obligarlo a esquivar con mucho esfuerzo.

Los segundos pasan y Octavio, completamente cegado por el enojo, continúa arremetiendo contra quién sería su compañero, pero también alguien que ha tomado el camino del acoso como un arma para la venganza. Por más que lo desee, Daniel no se mete ya que considera oportuno que ambos cazadores terminen de la manera que mejor les convenga las disputas, aunque solo tiene conocimiento por lo que Martin le dijo antes del viaje.

Con la fuerza abrumadora y el elemento de su poder, Octavio destruye el suelo hasta convertir en un sitio de guerra las afueras del hotel y hacer peligrar la estabilidad del edificio que apenas se mantiene y los ruidos alertan a quienes se encuentran dentro del lugar.

De repente, Octavio detiene sus incontables ataques y mira de frente a su rival, quien está exhausto y no parece haber usado sus habilidades, no aún:

Claustro: "¿Lo ves? Eres peligroso para la sociedad. No puedo creer que no se hayan dado cuenta"—dice primero mirando a Octavio y luego a Daniel.

Octavio: "Deja de decir estupideces. No sé qué más quieres de mí. ¡Tú no comprendes como me siento después de este tiempo!"

Claustro: "¡¿Tu que sabes?! ¡Eres el que destruyó la vida de mí amigo!" —grita enfurecido y agacha su cabeza— "Dices cosas absurdas por eso no le veo más sentido continuar hablando de esto. Es mejor solucionarlo de esta forma"—levanta su cabeza y extiende su mano derecha a un lado y de su espalda se forman tres colas color negra.

Daniel empieza a preocuparse por la escalada del conflicto. Ya no es una simple pelea, sino que ahora van a ir con sus poderes despertados:

Daniel: "Esto se está yendo de las manos. Será mejor que intervenga y someterlos cómo me pidió Martín"

Octavio gira y detiene con una simple mirada a Daniel que estaba a punto de interferir con su magia de gravedad.

En la entrada del hotel se reúnen empleados y varias personas que se encontraban hospedadas y ahora sacudidas por la pelea entre Claustro y Octavio tratan de escapar de allí. La policía, bomberos, ambulancias y hasta miembros del ejército mexicano se hacen presente pero solo la autoridad de los cazadores puede detenerlos.

Claustro expulsa una gran cantidad de maná color negro y se abalanza con garras hacia atrás para atacar con más fuerza. Octavio, por su parte, libera todo su poder de golpe y con la onda expansiva empuja a su rival contra el edificio, destrozando ventana y paredes. Una vez habiéndose defendido, Octavio suspira y le dice a Daniel:

Octavio: "Daniel, llama a Martín. Por favor dile que me detenga. No sé cómo explicarlo, pero siento como si estuviera a punto de descontrolarme"

Daniel: "Deja que yo detenga esto. No por algo fui el antiguo top 10 del mundo"

Octavio: "Daniel, no digo por eso sino porque siento como si algo en mí interior estuviera queriendo salir"—dice asustado

Daniel: "¿De qué hablas? ¿Qué es lo que te está sucediendo?"

La base del hotel estalla y salen volando escombros y vidrios por todos lados. Varios cazadores crean con sus magias techos para protegerse de los escombros que caen, así como también cubren a los paramédicos, policías y bomberos llegan para hacer su trabajo. Mientras tanto, Claustro sale del edificio a toda velocidad en 4 patas y con su propia energía mágica cubriéndolo por completo y dándole forma de zorro negro con rostro demoníaco. Octavio no hace más que mirar confundido esa apariencia, entonces Daniel recuerda algo que Arakneida le contó sobre una clase de cazador que puede usar magia salvaje o animal, es decir, usar características de animal con el maná en su cuerpo e inclusive todos en su totalidad adquieren orejas, cola, uñas, ojos y colmillos de animal. Una magia única entre los cazadores.

El capitán de la primera división del pequeño gremio Estación de Sinaloa exclama en voz alta:

Luis: "Dios mío ¡Tenemos que salir de aquí!"— se voltea hacia los demás cazadores para que traten de moverse y salvar a todos

Detrás de Daniel aparece un portal y de este sale Martín con María y Lucas, los tres con rostros realmente molestos:

Martin: "Muchas gracias Theo"—sonríe levemente

Theo: "Ni lo menciones"

Octavio se avergüenza de que si amigo tuviera que ver tal escena entre dos compañeros que deben tratarse con respeto casi como una familia. El cazador se calma y baja su mazo, pero Claustro en su afán de querer acabar con la disputa salta hacia él y sus garras afiladas apuntando contra el cuello. Pero Martín intercede y levanta su mano abierta en dirección hacia el cazador:

Martin: "Sabía que tú eras complicado, pero no puedo dejar pasar esto. No puedo permitir que ocasiones tal problema"

Claustro: "¡Me importa una mierda lo que tú creas! ¡Voy a quebrar a Octavio quieras o no!"



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Editado: 04.01.2025

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