Martín se queda sorprendido al oír de parte de ese intimidante monstruo humanoide sobre los insurgentes, algo que solo pudo escuchar de la boca de la diosa. Es, de alguna manera, una gran oportunidad para averiguar más sobre ellos y más importante aún, ¿Qué los involucra con los All Watchers?
Martín: “¿Los…insurgentes?”
Astapoh: “Seguramente estás en busca de ellos. Siendo un usuario de la marca imperial estoy seguro que tienes de objetivo averiguar sobre ellos y su paradero”
Martín: “¿Cómo sabes tanto sobre la marca?”
Astapoh: “Digamos que las clases y rangos superiores tenemos conocimientos más allá de las que pueden tener los seres mágicos inferiores”
Martín: “Creo yo que es muy conveniente todo esto a menos que tengas planeado algo más”
Astapoh: “Vaya humano desconfiado”
Martín: “Solo con mis enemigos”
Astapoh: “Es un buen punto, pero por el momento no buscamos entrar en conflicto contigo” —dice eso, pero se acerca disimuladamente mientras se queda mirando al humano— “¿Cómo es que un ser tan frágil pudo liquidar al rey enano?” —se pregunta
Martín: “¿Aunque eliminé a un compañero tuyo?”
Astapoh: “Borac fue un estúpido imprudente. No valía nada su vida si pretendía buscarle pelea a alguien de quien no sabe nada”
Martín: “Ustedes ¿no se supone son aliados?”
Astapoh: “El concepto de aliados es muy diferente para nosotros, aunque he de comprender que tus familiares consiguieron adaptarse a los humanos”
Dado que él había perdido a un aliado y frente al usuario imperial, el riesgo de enfrentarlo y salir ilesos es extremadamente alto, por lo que intenta perder tiempo con charlas sobre lo que Martín busca. De alguna manera logra tocar un tema que al joven cazador le llama poderosamente la atención y hace algún tiempo busca respuesta.
Incluso el candidato a emperador sonríe disimuladamente mientras amplia la charla y detrás a varios metros Saloma dibuja con breves movimientos de sus dedos un círculo mágico que va manifestándose a sus pies. Zarael, Kerba y Desiurge la cubren al darse cuenta de lo que hace.
Generalmente Astapoh no podría mantener una conversación con alguien a quien considera un ser inferior y eso involucra a un humano, pero tratándose de alguien como Martín y que es mejor huir antes que luchar innecesariamente, opta por la mejor opción de supervivencia, responder a todas las dudas del argentino:
Martín: “Hace momentos preguntaste sobre los insurgentes, si los conocía”
Astapoh: “Correcto”
Martín: “¿Qué sabes de ellos?”
Astapoh: “¿No es mejor preguntarse…quiénes son?”
Martín: “¿Quiénes…son los insurgentes?” —pregunta con desconfianza
Astapoh: “Buena pregunta. Pero para responderla es mejor mirar al pasado” —muestra la palma de su mano y dibuja en el aire siluetas de fuego de otros mundos— “millones y millones de años bastaron para crear mundos con magia, criaturas y ecosistemas. Un paraíso si lo preguntas, pero aquí el asunto serio. ¿Quién creo esos mundos? ¿Qué hizo que surgieran seres más poderosos que esos primigenios creados?”
Martín: “La teoría generacional. Sucede cuando una generación alcanza y supera a la anterior y sucedería de manera constante hasta alcanzar el pico máximo de evolución”
Astapoh: “Así es. Nuestro caso es similar, pero de manera diferente. Cada generación de nuevos seres mágicos evoluciona y alcanza rangos más altos con el tiempo, pero ¿Cómo lo hace? Pues, derrotando a aquellos más fuertes en su generación y consume su maná. Allí es cuando aumenta su poder mágico”
Martín: “Los emperadores o candidatos surgieron al consumir masivas cantidades de maná, es decir, son genocidas en su propia raza”
Astapoh: “Interesante planteo, pero no, estas equivocado en ello. Déjame preguntar algo los humanos para alcanzar mejora evolutiva a la siguiente generación ¿devoran los más pequeños a sus padres o abuelos?”
Martín: “Eso no tiene el más mínimo sentido”
Astapoh: “Puede ser, pero no somos tan diferentes. Evolucionamos porque está en nuestro interior, así como esos niños no devoran a los suyos, sino que dentro suyo hay algo que los hace mejores, física o mentalmente”
Martín: “¿Qué es lo que intentas decir?”
Astapoh: “Tu ya lo debes de haber presentido. Dentro de cada mundo hay uno o dos individuos que deciden levantarse contra un orden natural. Esos individuos tienen que ser seres de poder universal, más allá de toda lógica, así como ese orden lleva la apariencia de un ser magnánimo”
Martín: “¿Qué? N-No puede ser”
Astapoh: “Veo que caíste en la cuenta”