Limit Breaker: Conquistando Mazmorras

Capítulo 136: Nuevos aliados

En Torre Angela a pocos kilómetros del Vaticano, el gremio de The Kingdom Glory se refugia en uno de los edificios abandonados por una de las tantas familias que fueron expulsadas por la guardia suiza con el fin de que la santa sede pueda expandir su territorio sobre zonas que no forman parte de Roma.

El hogar se encuentra cubierto de tierra, escombros y alimañas como arañas, ratas que al ver humanos escapan desaforadas. Aún quedan las camas desarmadas antes del abandono de las familias y algunas puertas rotas y ventanas magulladas.

Sonya Morgan, cazadora de rango B, y Henry Glover, cazador de rango A, llegan por la entrada agachados y con actitud cautelosa. No confían que los habitantes de ese lugar puedan llamar a las autoridades y que, por ende, estos llamen a la iglesia. El peligro de que el papa haya lanzado una alerta para que cualquier persona de información sobre cualquiera del gremio Victory está presente y ahora que los británicos están a favor de los argentinos la hace aún más peligrosa la situación.

Mientras tanto en una de las habitaciones donde hay una cama, Estela descansa y Desmond Gooch, sanador de rango A y doctor matriculado, cuida de ella al estar atento a sus signos vitales y cualquier clase de indicio sea bueno o malo.

Norman se queda en una esquina junto a una de las cazadoras más jóvenes y de rango C, Andy Williams, ella no se aparta de su lado ya que es como una hermana pequeña para el líder y actual alto rango mundial.

La organización del gremio es tan eficaz que la vigilancia se distribuye entre el resto. Jessica Holmes, cazadora de rango B, y Lucy Pooley, de rango E otra de las jóvenes sino la más, están en una de las ventanas con cortinas cerradas, pero sin dejar de estar al tanto de lo que pueda pasar afuera. Ryan Garlick, cazador de rango D y Sam Constinton, de rango B, están en otra habitación ordenando suministros que alcanzaron a tomar del vaticano y separan por raciones con la mente puesta en una larga resistencia en el edificio.

Sonya, la segunda al mando del gremio, entra a la habitación y mira unos momentos a Estela, que aún respira, pero no parece que llegara a despertar tan pronto:

Sonya: “Estaremos un largo rato aquí me supongo”

Desmond: “Su condición es inmejorable, pero es extraño lo que le pasó. Esto me supera”

Norman: “Tranquilo Desmond, ve a descansar”

Desmond: “Avísenme cuando pase algo anormal”

Norman: “Lo haremos”

Sonya: “Ya está hecho. Pudimos comunicarnos con el resto del gremio en Inglaterra”

Norman: “Fue una gran idea no haber ido todos, pero esa petición del papa de que vayamos los más fuertes me pareció extraña”

Sonya: “Por suerte no hiciste caso”

Norman: “Tu sugerencia fue excelente”

Sonya: “Gracias. El asunto es ¿Qué hacemos ahora?” —mira a Estela

Norman: “Esperar a que despierte”

Sonya: “¿Si pregunta sobre sus compañeros?”

Norman: “Le diremos la verdad, aunque no la sepamos nosotros completamente”

Andy: “¿Creen que despierte?”

Norman: “No habría necesidad de que siga así. Por lo que Desmond nos dijo, ella está en perfectas condiciones y lo que le paso no tiene lógica”

Sonya: “Ordenaré mayor vigilancia. Será un día muy largo”

Norman: “Gracias Sonya”

Sonya: “Y tu procura descansar. Esos picos gélidos alrededor del edificio tienen varios kilómetros de perímetro. Te desgasta”

Norman: “Lo haré, descuida. Andy, ve con Ryan y Sam, quiero hablar con Sonya”

Andy: “Claro”

El maestro del gremio británico cruza sus brazos se queda pensativo. Sonya sabe que cuando se pone a pensar en silencio y sus brazos cruzados es cuando duda de la situación y busca alguna solución posible.

Al parecer, desde que llegaron para dar apoyo a la iglesia ha pedido justamente del papa, solo obtuvieron ayuda de parte de Victoria, la maestra del gremio Santo Marco, pero también ella tiene sus dificultades ya que duda de la propia fe de los que lidera a la religión católica y tiene en su contra a todo el gremio:

Sonya: “Hacia mucho tiempo que no te veo pensar de tal manera”

Norman: “Estamos entre la espada y la pared y a menos que nos reunamos con Victory, puede que acabemos enemistados con más personas de las que deberíamos”

Sonya: “¿Qué deberíamos hacer? ¿esperar? Si lo que sea que estén haciendo debajo de la santa sede es enorme y peligroso, significa que el tiempo apremia”

Norman: “¿La seguridad como está?”

Sonya: “Imposible” —niega con la cabeza—“acercarse al menos a cincuenta metros significaría que una lanza de fuego te atraviese sin problemas”



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Editado: 09.02.2025

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