Limit Breaker: Conquistando Mazmorras

Capítulo 141: Medida drástica

Momentos antes de que el grupo de Arakneida llegase a la plaza central…

Aunque Martín yace herido no solo por cortes y moretones en el cuerpo, sino también mentalmente, acosado por esa voz femenina que lo impulsa a matar y si no fuera por su fuerte voluntad habría cedido hace tiempo. Lo único que puede hacer para alejarse de ello es conversar con Leza, quien también sufre de esas voces y le pidió al joven que para distenderse conversen de lo que sea.

La pelea en la superficie que tiene a Julio y Zarael como protagonistas hace imposible que Martín despegue la mirada y continue hablando con la antigua emperatriz salvaje ahora convertida en una niña y con su energía mágica mermando a velocidades increíbles.

Ninguno de los dos está en condiciones de poder hacer algo, sienten que lo que los caracteriza abandona sus cuerpos y los deja a merced de lo que pretendan los ex candidatos a emperadores ahora vueltos en insurgentes con intenciones de hacer suyo el territorio y enfrascarse en una sangrienta batalla contra Dramonzuk y sus legiones de dragones hambrientos.

Leza es llevada una vez más hacia el altar para sustraer la energía mágica de su cuerpo, y Martín sigue siendo sofocado por la magia de sello de Kerba, quien toma intervalos pequeños de descanso ya que su magia para extraer maná es insuficiente para arrebatar todo del cuerpo de él. Cada vez que ella se retira para dar su informe y recuperar maná es un gran alivio para Martín y eso le permite conversar un poco con Leza.

Sin embargo, cuando ella está en el altar se pueden oír sus gritos en todos los rincones de las catacumbas y lo llena de enojo al joven argentino, deseoso por ponerle las manos sobre el grupo de Astapoh y salvar a Leza y sus amigos de ellos.

Unos pasos ligeros pero firmes se oyen acercarse hasta él. Daek Janmu, rey de los ghouls y ex candidato a emperador de la muerte lo visita mientras cruje su cuello con una expresión de verdadera impaciencia. Desde su pequeño combate en China contra los familiares de Martín no siente más que curiosidad y ganas de pelear contra Arakneida o Kargroot pero para no llamar mucho la atención se lo obligó a permanecer en las catacumbas. Sin embargo, no puede evitar querer demostrar que es capaz de derrotar a cualquiera. Su actitud belicosa lo convierte en un monstruo peligroso y adicto a matar.

Lejos de sentirse intimidado, Martín posa silencioso y fijamente sus ojos en él:

Daek: “¿No te sientes intimidado?”

Martín: “¿Debería sentirme así?”

Daek: “Estás frente a seres que tienen poder similar a los emperadores. ¿No crees que deberías sentirte así?”

Martín: “Yo creo que…”

De repente, Daek golpea con su pie el brazo de Martín y en lugar de gritar adolorido se queda en silencio y mirándolo sin despegarse en todo momento. El rey de los ghouls, asombrado por su actitud tan terca, continúa ejerciendo fuerza en su pisada mientras mueve un lado hacia el otro:

Daek: “¡Jajaja, no creas que soy amable como Kerba o Astapoh, tranquilamente podría romperte el cuello y entrega tu cuerpo sin vida a mis legiones de no muertos!”

Martín: “Entonces…”

Daek: “¿Huh?”

Martín: “¿Por qué actual tan bravucón y tomas una decisión por ti mismo?”

Daek: “¡Eres un…!”

Astapoh: “Daek”

Daek: “¡¿Huh, que quieres?!”

Astapoh: “Ven un momento, tenemos que hablar”

Daek: “Te salvaste maldito humano”

Si, Martín suspira al ver que el no muerto se aleja. A diferencia de los demás ex candidatos a emperadores, Daek usa su fuerza y resistencia para hacer lo que se le da la gana y mientras busca la muerte también lo hace con sus enemigos. Solo busca a los más fuertes.

Si no hubiera aparecido Astapoh, Daek habría hecho una masacre con Martín y todo habría acabado mal.

Leza intenta comunicarse con Martín, pero a medida que pasa el tiempo la fuerza de su voz disminuye:

Leza: “Haaaa, haaaa, ¿Martín, estás ahí?”

Martín: “Hola, compañera de encarcelamiento”

Leza: “Jajaja, eres muy bromista”

Martín: “¿Cómo te sientes?”

Leza: “Me duele todo el cuerpo y ya no siento los brazos y piernas”

Martín: “Intenta no cerrar los ojos, por favor, ya no falta mucho para que nos rescaten”

Leza: “Te creo, pero…estoy llegando a mi limite” —responde en un tono lleno de tristeza y desesperanza

Martin no evita sentirse triste de escuchar eso. No llevan mucho tiempo conversando, pero siente como si fuera parte de su gente, alguien honesta y amable. No puede desaparecer solo por las injusticias que está sufriendo, eso es lo que piensa.

Dejando de lado la situación tan angustiante que vive, Martín mantiene un rayo de esperanza en sus compañeros que luchan para rescatarlo. Está pendiente de como Julio batalla contra Zarael en la zona maná que creó. Cada tanto se filtran pequeñas ráfagas de fuego entre las grietas y estas van debilitando la estructura, quizás sin intención o adrede, lo cierto es que lentamente ocurren temblores que ponen en peligro a las catacumbas.



#793 en Fantasía
#1282 en Otros
#236 en Acción

En el texto hay: fantasia accion romance, monstruosmagicos, mazmorras

Editado: 09.02.2025

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.