Lina y Sathor - El inicio del despertar

Capítulo 10

Naloy: Portal mágico, entrada a través de la cual se puede pasar inmediatamente de un sitio a otro, aunque estén distantes.

 

Monnate: Reino etérico en el cual habitan las hadas en la actualidad. Este reino fue creado para proteger a las criaturas mágicas de los seguidores del dios único, pero en el pasado las hadas convivían en el mundo superior junto a los demás seres.

 

Translocación: teletransportación, método de transporte instantáneo de los damoni.

 

***

 

 

Sathor — Ghina, Puerto Ilusión

 

 

Salió de la casa de Ani, al igual que tantas otras veces, sin despedirse. Aunque debería ser cómodo y grato estar en una relación con ella, cada vez que venía a verla se convencía un poco más de que debía dejar de hacerlo. La damoni parecía tener un apego casi obsesivo con él, y como esto no era recíproco, pensaba que en realidad le estaba haciendo daño; alimentando un sentimiento que nunca compartirían.

 

Hacía un tiempo que Sathor había tomado la costumbre de marcharse en secreto mientras Ani dormía, ya que de lo contrario, tendría que soportar una larga y exagerada escena de mujer abandonada, que no era para nada grata ni real. Él no la abandonaba en absoluto, era un comerciante y viajaba por sus negocios, y siempre regresaba a ella. Sin embargo, esto no satisfacía a la rubia, que deseaba tenerlo a su lado en todo momento.

 

Pensando en estas cosas, decidió que en su próximo viaje pondría fin a la enfermiza relación, bien le decía siempre ella que muchos otros deseaban su compañía, y era cierto, ya que su belleza y virtuosidad eran populares en Ghina. Una vez que fuera libre de él, no tardaría en encontrar consuelo en los brazos de alguien más.

 

Con esta idea, luego de atravesar el puerto, embarcó en un pequeño mercante que transportaba especias de la superficie.

 

El comercio con el Mundo Superior en Ghina se realizaba a través de los portales de Syukur y GaTil, y excepcionalmente Godo. Estos eran los lugares que se habían dispuesto para el tránsito de otras especies, quienes bajaban al mundo intraterreno para vender o comprar mercancías. Los humanos, rara vez ingresaban a Ghina, a no ser que fueran brujas, las cuales realizaban allí parte de su peregrinación.

 

Sathor sabía que en esos sitios podría conseguir más fácilmente clientes para el hierro, pero prefería quedarse en los puertos bajo el Reino de Libben, que eran lugares pacíficos y menos problemáticos, aunque las ventas fueran menores, no era ambicioso y podía vivir como quería.

 

Además, la situación se iba volviendo cada vez más tensa, constantemente arribaban seres que huían de la superficie por causa de las persecuciones de los seguidores del dios.

 

 

***

 

 

Lina — Portal de Libben

 

 

Al llegar, la mañana siguiente a Aastarni, Lina apareció a través de un naloy, una puerta mágica, detrás de la taberna.

 

Al salir al camino, vio un suntuoso carruaje detenido, en el cual se estaban subiendo dos mujeres. Esto le hubiera pasado desapercibido de no ser porque una de ellas era un hada, quien había estado presente en la consagración de las brujas, lo que llamó mucho su atención. Se trataba de Catalina, la reina de Monnate, desbordante de belleza, tenía el cabello cobrizo recogido en un rodete alto, sus ojos eran de un color ambarino que solo quienes provenían de su familia poseían. Junto a ella, se encontraba una humana, de cabellos rubios y piel delicada, se veía muy joven y llevaba en brazos un bebe al que no alcanzó a ver, ya que se introdujeron rápidamente en su transporte y se marcharon.

 

De manera pensativa, se quedó unos instantes mirando el carruaje que se alejaba, pero sin encontrar explicación a la situación que acababa de presenciar, terminó por descartarla de su cabeza y se dirigió a su hogar caminando presurosamente.

 

Horas más tarde, ya con sus padres, sentados los tres a la mesa de su pequeña casa en la cueva del portal, una tensión se había generado entre ellos. Era la primera vez que se sentía como si algo estuviera mal. No recordaba una situación así de niña, ni de adolescente tampoco.

 

— ¿Y de qué querían hablarme? — Preguntó nerviosa. — ¿Ha pasado algo malo?

 

— No, hija, solamente queremos preguntarte, si estás segura de que deseas ser guardiana, y los motivos por los que quieres serlo — la tranquilizó su madre.

 

Se relajó un poco, pero no entendió por qué le hacían estas preguntas. Ella siempre había deseado ser guardiana.

 

— Siempre lo he deseado, ustedes lo saben.

 

— Lo que queremos saber, es si lo haces por nosotros o por ti — la voz de su padre fue contundente.

 

— ¿Qué?… ¿Qué quieres decir papá? — Se sintió confusa. — Yo lo hago por ustedes, claro, y por mí también.

 

— No queremos que hagas esto para salvarnos a nosotros si esta no es tu vocación, Lina — Ilbana tomó su mano amorosamente al hablar.

 

— Creen… ¿Creen que yo no tengo vocación? — Un nudo en la garganta quebró su voz.

 

Sintió que su mundo se venía abajo. Ella siempre había tenido todo el apoyo de sus padres, en todo momento la habían alentado a ser la mejor y habían levantado su autoestima cuando las cosas se le ponían difíciles. Que le hicieran esta pregunta, era como una bofetada.

 

— No, Lina, no se trata de eso — volvió a intervenir Karonte, — deseamos que hagas lo que sientas sin pensar en nosotros. La vida de un guardián es sacrificada. Una vez que te consagres ya no podrás salir de aquí, no podrás elegir el esposo que desees, no volverás a ver a tu abuela, vivirás únicamente para el portal. Por esto te preguntamos si es lo que deseas. Queremos que si lo haces, sea porque realmente en tu alma quieres esto y no que te sacrifiques por nosotros.




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