Living A Lie

Capítulo 1. Hastío

Narra Sunhee

Caminaba por los barrios bajos de la gran ciudad con la única meta de llegar a mi destino: mi casa. Una morada fea, sin privacidad y llena de personas a las que llaman familia, pero a las que yo, por mi mala suerte, llamó parásitos. Lo único rescatable de ese espacio es la presencia del amor de mi vida: ¡mi almohada! Si tan solo tuviera una cama en condiciones, podría decir que mi fiel amante es mi cama, pero lamentablemente duermo sobre un pedazo de tela que pretende simular una cama de estilo Hanok.

A pesar de mis quejas constantes a lo largo de los años, me siento agradecida de tener al menos un techo sobre mi cabeza y a personas que, a pesar de sacarme de quicio, esperan mi llegada al hogar.

Algo me inquieta mientras avanzo por el silencioso barrio. A esta hora, lo usual serían peleas callejeras, reuniones entre pandillas y, de vez en cuando, algunos robos. No me preocupa caminar sola, ya que en este barrio soy conocida por haber vivido toda mi vida aquí. Además, las pandillas no son tan despiadadas como las pintan; son malas, pero algo moderadas gracias a los residentes que buscan seguridad.

En medio de mis pensamientos, me doy cuenta de que me he pasado unos tres metros de mi casa <<No podía ser más despistada>> . Retrocedo y entró a la casa, sacando las llaves de mi mochila. Al llegar, me encuentro con mi hermano mayor persiguiendo a los mellizos que corren por todos lados para evitar, seguramente, un baño.

- ¡Qué idiota eres, Kun, te dejas marranear por unos minions! -ataco a mi hermano mayor, tomándolo por sorpresa.

-¡Mierd@! -dice sobándose el pie con el que golpeó el viejo sillón- ¿Por qué diablos no tocas antes de entrar a la casa?… Espera, mejor ni respondas.

Me río al ver el dolor y la resignación impregnada en el rostro de mi hermano.

-¿Mamá y papá no están en casa?

-¿Acaso los ves por aquí? -dice mientras me lanza una mirada obvia, pero su palidez y sudoración indican preocupación.

-Bien, ya me quedó claro que no están -dije mientras me quito el abrigo y lo tiro por ahí

-¿Sabes a dónde fueron? -le pregunté mientras ayudaba a atrapar a uno de los mini demonios.

-A pedirle al caudillo algo de dinero -dice como si nada, atrapando a uno- ¡Listo! -yo, por mi lado, dejo lo que estoy haciendo para mirarlo.

-¿Otra vez? Les dije que dejaran de pedirle a ese hombre porque podrían meterse en problemas -dije con enojo. – ¿Por qué nunca me escuchan?

-Sunny, debes entender que lo hacen porque este mes el consumo ha aumentado y aunque tú y yo demos ingresos para pagarlo, apenas alcanza.

Me quedo callada porque, en parte, tiene razón, pero no puedo evitar molestarme. El dinero que le prestan a mi familia no es del todo limpio y podría poner nuestras vidas en peligro. Decido olvidarlo y tomo a Min Ho y mi hermano toma a Seung y comenzamos a bañarlos.

Al terminar de asear a los pequeños, los cambiamos y los llevamos a su recámara (que, por cierto, comparten con Kun). Espere a que se duerman para poder irme a mi habitación.

-Me voy a descansar -dije mientras me levantaba.

- ¿No quieres comer algo? -pregunta mi hermano con un pequeño grado de preocupación.

Yo niego y digo- comí algo antes de terminar mi turno en la tienda de conveniencia- obvio que es mentira, pero el no tiene cómo saberlo por lo que al terminar mi oración voy camino a mi cuarto, el cual es el ático; bajo la escalera “escondida” o como le llamen y subo hasta mi zona de confort, tirándome al piso/cama.

Esta es la peor parte del día, estar sola. Ahora mi mente querrá analizar todo lo que está pasando, como comúnmente lo hace, provocándome un terrible miedo a algo que podría ser inexistente. En el silencio de mi habitación las preguntas mentales comienzan a surgir fastidiando por completo mis planes por irme a dormir.

¿Qué está mal en mí?

Parezco una loca al preguntarme esto cuando se supone que ya se la respuesta, pero… enserio ¿Qué hay mal en mí?

Sé que me ocultas algo, pero por favor respóndeme:

¿Tendré por lo menos un final feliz?

Sí, todo va a salir bien...

No mientas, nada va bien.

No te miento…

Con sinceridad te aseguro que puede que mejore...

¿Crees que me siento bien?

No…

¿Merezco sentirme así? Lo único que siento es que todo empeora

Quiero salir.

Necesito salir.

Quiero ser libre.

Y olvidar.

Olvidar todo y volver a la realidad.

¿Tú me haces esto?

No lo hago...

¿Me odias?

No...

¿Superaré esto?




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