Living A Lie

Capítulo 3: un mundo de fantasías

Capítulo 3: un mundo de fantasías

Narra Sunhee

Mi cuerpo se movía por inercia a través de los amplios pasillos de DUNOTTAR BANG, la residencia real donde residía. En estos momentos, la atmósfera en la casa real estaba tensa debido al absurdo comunicado de la bruja. Al llegar a mi destino, me di cuenta de que era el comedor y, al consultar el reloj, marcaba las 8:00 p.m., lo que indicaba la hora de la cena. Sin embargo, no sentía hambre, ya que apenas había almorzado hace una hora, según los relojes de allá.

Al llegar a mi lugar en la mesa junto a mi hermana melliza, quien me odiaba, un hecho que prefería dejar de lado, le sonreí a mis padres como era costumbre, para luego sentir como la mesa se suemergia en un silencio habitual.

-Chicas- nos llamó papá, rompiendo el silencio en la mesa- mañana será su último día de clase.

-¿Mañana? Pero aún faltan alrededor de tres semanas para que termine el año escolar- cuestionó Sora, mirando hacia nuestro progenitor con sorpresa.

-Lo que sucede es que el concejo, junto al director y yo, tendremos una reunión para proclamar ciertos cambios necesarios para la escuela y la convivencia con otras especies- explicó, dejándonos a mí y a Sora en la incertidumbre.

-¿Convivencia sana con otras especies?- hablé por primera vez- ¿Acaso... conviviremos con lobos, hadas y otros? - pregunté con cierta ilusión y entusiasmo en mis palabras.

-Quería que fuera una sorpresa, pero no me expresé bien y lo descubrieron antes- admitió- Me alegra que les haya gustado la idea- añadió al notar que mi sonrisa se ampliaba al escucharlo.

-¿Gustar? Padre, ¿acaso te has vuelto loco?- dijo Sora molesta.

-Sora, ¿cómo te atreves a hablarle así a tu padre?- intervino mamá, quien había estado comiendo en silencio desde el inicio de la cena.

-¿Cómo pudiste estar de acuerdo con esto?- insistió- Convivir con hadas y humanos está bien, pero con lobos, ¡padre, lobos! Eso sí que no lo puedes permitir- la miró extrañada, como si fuera mejor convivir con humanos que con lobos. Sé que los humanos son vulnerables, pero también existen los cazadores, entrenados desde muy pequeños solo para cumplir un objetivo: matar a cualquier vampiro que consideren peligroso o que simplemente entre en su territorio sin autorización.

-Hija, la decisión ya está tomada y el tratado será firmado- dijo papá, un poco molesto por el parloteo de mi hermana- Y no quiero más quejas, fue la decisión que tomé junto al concejo para el bien de toda la nación- finalizó, logrando que mi consanguínea se quedara callada hasta que terminara su comida.

El resto de la cena transcurrió en silencio, como al principio.

Estaba en el balcón de mi habitación, observando cómo yacía el bosque cubierto de fría nieve, creando un ambiente apacible que, a mis ojos, resultaba lo más hermoso que había visto en el día.

"Pero ¿qué dices? ¿Viste a Park?", me habló mi subconsciente.

- ¿Qué?

- ¿Ahora te haces la tonta?

Rodé los ojos y decidí regresar a mi habitación. Al levantar la mirada, me encontré con una hermosa sonrisa y ojos apenas visibles cuando sonríe, observando desde el umbral de la puerta. Sin pensarlo, me acerqué y lo abracé con fuerza. Aunque no me agradaba del todo esta dimensión donde se consumía sangre artificial o de animales, y debía enfrentarme a los peligros exteriores, estar con él y los demás me llenaba de felicidad.

- Young-Jae…- lo llamé y lo miré- te extrañé- dije, volviendo a abrazarlo con más intensidad. A pesar de que comparten nombre y apellido con el otro, sus personalidades son completamente distintas. Lo conozco desde que nací, hemos convivido desde entonces, y tenemos un vínculo indestructible, al igual que con los otros, que nos hace y hará inseparables para siempre.

- ¿Qué pasa, mi Sunshine? Nos vimos esta mañana en clase- me cuestionó aún sonriendo.

- Claro que... -dejé de hablar al darme cuenta de que, aunque para mí hubiera pasado un tiempo desde la última vez que estuve aquí, para él no habían sido ni milésimas de segundo- Olvídalo- digo, terminando finalmente el abrazo-¿Te quedarás conmigo esta noche?- le pregunté para que olvidara lo otro.

- Si quieres, lo hago- dijo mientras nos sentábamos en mi cama.

- Ya sabes mi respuesta, así que ni me gasto hablando- sonreí- por cierto, ¿ya te contaron el motivo por el que mañana es el último día de clase?- indagué y él asintió- Oh, veo que lo tomaste bien. Sora quería armar un escándalo en la cena por eso- dije, a lo que él rió.

- Ella siempre le encuentra problema a todo, así que no me sorprende para nada- dice mientras me acomoda el cabello

- Tienes razón- me recosté en la cama y él imitó mi acción, pero abrazándome.

Los vampiros son tan apasionados y, a la vez, tétricos a la hora de amar, porque lo hacen como la duración del tiempo, y eso es bueno... La fidelidad entre ellos es tan pura que no te preocupas, pero a veces te asustas al ver que su forma de amar puede ser demasiado masoquista.

"Cada puñalada que provenga de ti, me demostrará todo el amor que sientes hacia mí."




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