"Llegó el gran día" claro entre comillas, no era del todo grandioso.
Creo que ya tenía la decisión correcta.
Mi familia y yo esperábamos reunidos en la sala la llegada de mi tío. Las horas se hacían eternas, las ganas de verlo estaban ahí.
El timbre sonó y me dirigí a abrir la puerta, el corazón me latía a mil, estaba emocionada de verlo después de tantos años, al verlo lo abracé y mis hermanas hicieron lo mismo.
Entró y saludó a todos, le dio un fuerte abrazo a mi madre y sentó en la sala junto a todos nosotros.
Empezó a contar todas sus anécdotas de los diferentes países a cuales había viajado, siempre me era divertido escucharlo.
De pronto comenzaron a hablar sobre los problemas actuales.
—¿Ya tomaste una decisión? —la pregunta ya estuvo planteada, solo faltaba mi respuesta —¿Aun no sabes?.
—Ya tengo una —mi madre se encontraba ansiosa.
—¿Cuál es? —preguntó ella.
—Iré a los Estados Unidos —hubo minutos de silencio después de dar a conocer mi respuesta.
Al parecer no se lo esperaban y en realidad yo tampoco, hace pocas horas mi respuesta era otra. En este corto tiempo mientras escuchaba hablar a mi tío sobre todo lo que había logrado, hizo que cambiara mi manera de pensar.
Tendría más oportunidad ahí, con eso no quiero decir que aquí no la tenga, solo que mis intereses son otros.
Esperaba tener la razón.
—Respetaremos tu decisión —fue la primera frase que había escuchado de mi padre en ese día —¿Para cuándo estará programado ese viaje? —se dirigió a Marcos.
—En la mañana si es que encuentro una o sino en la tarde, solo haré algo hoy y compraré los boletos mañana en la mañana —sonrió aunque no era el momento —es mejor que avances con las maletas, para que así no pierdas tiempo —asentí.
Se pararon de sus asientos para llevar a Marcos a la habitación que ocuparía por ese día, mientras yo me dirigí a la mía para hacer una llamada.
—¿Aby?, ¿Estás ocupada hoy? —tal vez la vuelva a ver después de años.
Así que decidimos encontrarnos para ir a los lugares donde solíamos estar.
Sabía que los extrañaría así que decidí pasar mi última tarde con mi mejor amiga.
—¿Me enviarás muchas fotos verdad?.
—Claro, de todos los lugares a los que vaya. De verdad te extrañaré —le dí un abrazo —y ahora ¿Quién me va a hablar de los chinitos y de ese tal Teo? —dije para cambiar el ambiente.
—Leo —dijo corrigiéndome.
—Jaja de ese —ambas reímos.
El día pasó tan rápido. Regresé a casa y me puse a clasificar mis prendas, tenía que tener ya todo listo como dijo Marcos, ya que no había una hora definida de partida.
Amaneció en un abrir y cerrar y de ojos, ya me encontraba lista solo a la espera de que Marcos llegará con los boletos de avión, mis padres también se encontraban ansiosos, más que eso creo que estaban preocupados o tristes pero ¿Qué padre no se encuentra así al saber que no verá a su hijo por mucho tiempo?.