Sufrí de depresión, comencé a quedarme despierta hasta las 5 o 6 de la mañana, me quedé sin energías de explicar cómo me sentía y me aislé en una burbuja. Aunque traté con todas mis fuerzas de crear momentos hermosos, sentía que era la única. Mi irritabilidad estaba a la orden del día, seguro por no dormir y dejar de comer en exceso (o normal).
No me encontraba bien y yo no era feliz, estaba siempre ansiosa del futuro, de porqué nada parecía andar a mi favor. Descuidé nuestra relación, de eso estoy segura, porque aunque hiciera cosas buenas la balanza dice todo lo contrario.
Finalmente, hablé con “Él” sobre lo abrumada que me sentía acerca del futuro, me dio un abrazo que me tranquilizó y me hizo llorar como una niña, me sentía tan triste y tan exageradamente incapaz de manejar mi alrededor. Nadie parecía notar eso, como las mínimas cosas me abruman.
Hablarlo comenzó a aliviar mi mente, poco a poco, iba dejando espacio para escuchar lo que había que mejorar. Recordé que por estar tan irritada, dejaba de tomar su mano y también de sentirme cerca de él. Aunque fue por poco tiempo, uno no logra completamente lo que desea si no se comunica apropiadamente.
Una situación desencadenó a la persona irritada y estresada, abrumada por el futuro, y me desquité con él. Recuerdo haber llorado hasta que se me hincharon los ojos y decidí poner manos a la obra en un nuevo emprendimiento, esperaba que al volver a hablarle… todo quedará como siempre.
No fue así, sin darme cuenta, completamente sorprendida como dijo él. El paraguas estaba en el suelo, ya no eran mis lágrimas por estrés lo que caía suavemente. Aunque terminamos, nuestro amor no terminó, probablemente vivamos con él por un tiempo. Pero ciertamente, espero que él consiga alguien más emocionalmente estable.
Hoy, a unos días, opté por alejar cada recuerdo, hasta que pensé en “Lluvia y Adiós” “¿como le explicó a la gente que ocurrió de nuevo?”, ups, aunque sé que no es tan sencillo hacerlo. Sólo me queda por decir, que aunque quiera trabajar para volver a tener una relación sana, no será nada fácil.
Tuve que recordar a grandes rasgos cómo se dieron las cosas y, no, no me arrepiento ni de un segundo de tener esa oportunidad de estar juntos de nuevo. Quizás lo que más me angustia es que me gustaría cambiar esa personalidad tan terca y gruñona que tengo, o quizás encontrar a alguien que la ame, tengo millones de defectos que claramente no me pare a analizar y las personas a mi alrededor menos.
Así que, toca mirar el cielo y ver si la lluvía seguirá cubriéndome en el mismo lugar o deberé caminar hacia otro lado. Mi lado gamer seguramente haría que volviera a intentarlo una y otra vez, hasta que alguien me detenga.
¿Desaparecer?¿Dejar de esperar algo?, ni siquiera sé si soy capaz de vivir las etapas de duelo cuando quiero seguir aferrada a él, intentándolo hasta que ya no quede más. Pero, por otro lado, el futuro en el que camino vestida de blanco hacia un altar o haciéndome un desayuno cerca de una ventana luminosa y , otro más lejano y cercano a la vez, sintiendo un antojito por una bolita en mi estómago la cual tiene nombres desde que su prima Luna nació. No parece que vaya a coincidir con él y sus deseos.
Realmente no puedo negarme a la idea de usar un modesto anillo y andar diciendo “Es que estoy comprometida” o de decir “Amore, me duele la barriga, está bolita está pateando a mamá, dile algo”. Mi sueño siempre fue crear mi propia familia, después de todo, quise experimentar criar un pequeño ser humano.
Por ahora…
No hay nada que hacer, es mi turno de alejarme del amor hasta que esté preparada. Supongo que me toca volver a quedarme debajo de un árbol, viendo a otros como son capaces de sostener su paraguas y avanzar hacia el futuro, sin ningún miedo y aprendiendo a cada paso.
Puedo imaginarme a una pareja, una chica que va quejándose y un chico que se disculpa por cometer un error, finalmente él toma su mano y ambos se ríen caminando.
O aquella, en la que él llora desconsolado y ella sostiene su mano, mientras el dolor se transmite y comparte entre ambos. Apoyo mutuo en momentos difíciles, el “En las buenas y en las malas”
y la última, una pareja que simplemente vuelve de hacer unas compras, comiendo unas papas… me imagino que al menos se pelearon un poco por la lista tan larga, la vida en pareja, para mí le da un toque bonito a todas las rutinas.
En fin, seré espectadora de nuevo creo que quedó bastante claro. ¿Quizás podría aprender cómo usar bien los paraguas? ¿Siempre depende de la inclinación de esto, hay que cuidar los límites? Entonces, este tiempo debería servir para eso. O al menos, esta vez quiero creer eso.
Quizás nada ocurra hoy o mañana, pero realmente el futuro puede sorprendernos. Hasta eso, el amor y el compromiso se quedarán en mi pecho, esperando una mirada que encienda la chispa en mi ser; esa que me indicará si es la persona correcta, aquella capaz de enfrentarse a cualquier temporal.
Fin
Editado: 25.04.2024