Sé que descubrir mi pasado será un desafío, pero estoy decidida a desentrañar los secretos que me rodean. La incertidumbre me consume y no puedo seguir así. Como me dijo ese misterioso individuo, la verdad está esperando ser descubierta.
Tengo algunas sospechas, pero solo son eso, sospechas.
Llena de determinación, me sumerjo en una noche de investigación. Desempolvo viejos álbumes de fotos y documentos familiares, buscando pistas que puedan guiarme en mi búsqueda. Pero todo lo que encuentro son recuerdos superficiales, sin ninguna pista sobre mi posible pasado oculto.
Frustrada, regreso a mi habitación y observo fijamente mi teléfono, esperando que el número desconocido aparezca nuevamente. Pero no ocurre.
La impaciencia comienza a apoderarse de mí. ¿Por qué no puedo obtener respuestas? ¿Por qué la verdad es tan esquiva? Mi corazón late con fuerza mientras la incertidumbre me consume.
Decido tomar un respiro y dar un paseo por el parque cercano. Los árboles susurran suavemente al viento, como si intentaran revelarme algo, pero las palabras se escapan entre mis dedos. ¿Qué ocultan las sombras en mi pasado? ¿Qué secretos están enterrados en mi memoria?
Cierro los ojos y dejo que la brisa acaricie mi rostro. Intento controlar la ansiedad que me carcome por dentro. Necesito respuestas. Necesito conocer quién soy realmente.
De regreso a casa, decido sumergirme en la investigación en línea. Escudriño minuciosamente archivos digitales, buscando algún rastro de mi pasado. Cientos de pestañas abiertas en mi navegador y mi mente luchando por asimilar tanta información.
Frente a mi laptop, me siento dispuesta a investigar todos los accidentes y desapariciones de niñas que ocurrieron en el año en que todo sucedió. Aunque tengo mis dudas de que se trate de una niña desaparecida, ya que si ese fuera el caso, seguramente me habrían buscado con fotos o descripciones que coincidieran conmigo. Sin embargo, no pierdo nada con verificar.
Como esperaba, no encuentro ninguna coincidencia con mi caso, ni siquiera indicios de secuestros de niñas. Aquí, en Bélgica, la seguridad es una prioridad. Solo encuentro un secuestro de un adolescente proveniente de una familia adinerada, pero fue encontrado posteriormente.
Debo también buscar todos los accidentes ocurridos ese año. Me sorprende ver que no hay muchos casos. Encuentro uno que involucra a un grupo de adolescentes que regresaba de una fiesta, estaban un poco ebrios. Obviamente, esto no tiene nada que ver conmigo.
Otro accidente involucra a una chica distraída que, hablando por teléfono, no se percató del semáforo en rojo, lo que causó una colisión.
Me odio por decir esto, porque suena cruel, pero no me interesan estos accidentes. No tienen nada que ver conmigo.
Sin embargo, los últimos dos accidentes capturan mi atención. Uno es el de una familia que sufrió un accidente provocado por un hombre ebrio en medio de la noche. El otro es el accidente de los reyes, del cual no se conocen detalles.
Esto es un avance, ahora debo unir todas las piezas. Tengo una forma de encontrar la foto de la familia del primer accidente.
Finalmente, encuentro los detalles de la familia y obtengo su descripción. Eran dos niños, una niña y los padres.
En ese momento, mi mente se ilumina. Todas las alarmas suenan dentro de mí y siento cómo una chispa de esperanza crece en mi interior.
Pero toda esa esperanza se desvanece cuando encuentro una foto de esa familia.
Todos tienen el cabello rubio y ojos verdes. La niña tiene algunas pecas en el rostro y parece ser más alta de lo que debería haber sido ese año.
Este no es el accidente que estoy buscando. Siento cómo todo se desmorona a mi alrededor.
A pesar de la decepción, decido no darme por vencida y continuar mi búsqueda. Tal vez haya algún otro detalle que me haya pasado por alto.
Repaso nuevamente los informes de los accidentes y desapariciones, buscando cualquier pista que pueda relacionarse con mi situación. Me enfoco en los casos de desapariciones, esperando encontrar algo que pueda ser relevante.
De repente, el accidente de los reyes llama mi atención: un caso cerrado, pero con muchas dudas sin resolver.
Comienzo a investigar más sobre el caso. Busco noticias, fotos y descripciones sobre la princesa desaparecida. Pero a medida que profundizo en su historia, una sensación de familiaridad empieza a crecer en mí.
Abro los ojos de par en par al leer la noticia.
"Los reyes sufren un terrible accidente, sumiendo al país en un profundo luto y dando inicio a la intensa búsqueda de la princesa desaparecida. Nadie sabe cómo es ella, ni siquiera el futuro rey, el príncipe Ryan, ha visto a la princesa en persona. Se ha registrado todo el castillo y se ha notado la ausencia de cualquier pintura o fotografía actual de ella. Nadie entiende por qué. Solo sabemos que esta será una búsqueda ardua. Deseamos la mejor de las suertes a las autoridades encargadas del caso y esperamos encontrar el cuerpo de la princesa. El reino entero está rezando por ella."
El artículo me deja sin palabras y me quedo en blanco al leer otro artículo publicado un año después del accidente. ¿Podría ser que...?
"Damos la triste noticia de que la búsqueda de la princesa ha llegado a su fin. Después de un año buscando sin ninguna pista, el reino está sumido en la tristeza por no poder brindarle un adecuado adiós a quien debería haber sido la futura heredera al trono. Deseamos que su alma descanse en paz, dondequiera que esté su cuerpo. Se descarta cualquier posibilidad de que haya sobrevivido a semejante accidente, algo que ha sido comprobado como imposible. Nuestras más sinceras condolencias para los ahora reyes, así como para nuestra nueva heredera."
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Editado: 21.03.2024