Capítulo 1

Abril

Entré en la oficina del director sin mirar quién estaba dentro. Esta mañana había recibido un correo del Señor Sebastián donde decía que accedía su puesto al que mejor creara un edificio en tres semanas. <<Que ya me parecía bien el puesto>>. Pensé con una sonrisa irónica. Pero había un detalle que no me hacía mucha gracia: tenía que competir contra Nicolás del Vallé, el perfecto Nico.

Sebastián estaba sentado detrás de su escritorio, observándome, con cara de simpático, pero a la vez desaprobación.

—Señor Aranda, podemos hablar cinco minutos —dije nerviosa.

—Señorita Montenegro, puede esperarse fuera y después lo hablamos —dijo sin mirarme.

No dije nada y salí de la oficina, donde esperé en el pasillo, observando el reloj. Media hora más tarde, el director me invito a entrar. Con un suspiro profundo entré a la habitación dispuesta a luchar. Pero no pude sentarme cuando, apareció el rostro de Nicolás en la puerta. Este cruzó la habitación como si fuese suya. Con una sonrisa arrogante, que me hacía hervir la sangre. Saludo a Sebastián y se sentó como si fuese su oficina. Me senté enfurecida por la actitud de superioridad de Nicolás.

—Bien, Señorita Montenegro y Señor del Valle —comenzó Sebastián para romper la tensión. — Para obtener el puesto quiero ver que pueden presentar en tres semanas. Recuerden que estaré observando cada paso —Acabó, se levantó y se fue.

Me quedé perpleja en la silla de la oficina, Nicolás me miró con aires de superioridad y le corté los humos con una mirada fría. Nico, finalmente, apartó la mirada, se levantó de su silla y mientras me guiñaba el ojo dijo:

—Que gane el mejor

Mi respiración se aceleró, pero no me iba a dejar ganar por semejante hombre. Aún y estar nerviosa crucé la habitación sin mirarle, me tragué mis emociones y mi cabeza comenzó a funcionar. Así que la guerra comenzó.