Lo que el destino unió

Capítulo 50

Maratón 2/3

 

Chelsy

Cuatro años después

Después de haber finalizado el primer año de mi carrera pensé en volver a Estados Unidos, pero hubo alguien que me impidió hacerlo, y hoy se lo agradezco, sus argumentos fueron tan buenos que por un momento me olvidé de los demás y solo pensé en mi y en el futuro que le quería dar a mi hijo ―aunque suene egoísta de mi parte, siempre he pensado en los demás y yo he acostumbraba a quedarme en segundo plano―.  

No me arrepiento de la decisión que tomé, al contrario, fue lo mejor que hice. Quizás estuve más tiempo alejada de mi familia pero tarde o temprano iba  a acabar volando del nido ―y siendo sincera me alegra que haya sido temprano porque he podido disfrutar de muchas cosas al estar alejada―. 

Antes de bajar me di una última mirada en el espejo del dormitorio. Estaba perfecta. Por alguna extraña razón en las últimas semanas había estado sintiendo muy bien con mi cuerpo, a pesar de mi leve aumentado de peso ―casi no se notaba mucho, pero si te fijabas la contextura de mi cuerpo había variado un poquito ―.

En  media hora iban a llegar mis invitados, a decir verdad me estaba muriendo de los nervios; la última vez que vi a todo mi familia reunida fue para Navidad del año pasado  ―normalmente las fechas especiales nos la repartimos. Era como estar con padres divorciados, si pasabamos una navidad con mi familia la próxima era con la suya, intentamos esa dinámica por varios años  ―para ser más exacta en el segundo y tercer año de nuestra relación, puesto que el primer año me quedé en Liverpool― pero vimos que no nos llevaba a ningún lado― y el ambiente en la familia no estaba muy bien, las cosas habían cambiado y más con la presencia de Pixie. 

Aquella pelirosa se había inmiscuido lentamente en la familia ―esto lo sé por mi prima y Asher―, en un principio apareció como una simple amiga pero con el paso de las semanas parecía que vivía en la misma casa que mis tíos.  

Y a decir verdad, esperaba con toda el alma que esta vez Pixie no hiciera acto de presencia, tal y como hizo en la cena de Navidad fue demasiado incómodo.  Nada más verla no me agradó, los motivos eran diversos, pero sobre todo era por la superioridad con la que me miraba y que muy descaradamente le estaba coqueteando a mi prometido ―en aquel entonces solo era mi novio pero de igual forma ella debía respetar a mi primo aunque solo fuera su “amiga”―. Los amigos de Logan me habían puesto al día con la chica y del cambio drástico que había hecho Logan  desde que estaba con ella; él ahora estaba tan irreconocible que ya no se parecía al chico que siempre hacía lo mejor por sus hermanas y daba todo por sus amigos, ahora era un completo desconocido.

 

Unas pequeñas lágrimas empezaron a caer cuando vi a mi hijo jugando con su tío. A pesar de la diferencia de edad que había entre ambos se llevaban muy bien y eso me alegraba el corazón. Aprovechando que no me habían visto les hice una foto de imprevisto  ―se veían tan adorables―, ambos se encontraban tirados en el piso; Liam tenía su cabecita apoyada en el pecho de su tío y se estaban riendo a carcajadas. La forma en que llegaron a esa situación fue épica Liam estaba persiguiendo a su tío por todo el salón pero no sé en qué momento Asher tropezó y se cayó al piso, luego Liam lo imitó pero cayó encima de él.

Al tener todo listo para la cena pasé los treinta minutos que restaban con mi hermano e hijo.

―Ash ―llamé su atención― ¿Cómo vas con Tessa?

―¿A qué viene esa pregunta? ―dejó a Liam en el suelo y centró su mirada en mi― Entre ella y yo solo existe una linda amistad, además ella está pilladisima con mi mejor amigo ―aunque intentaba mostrar que no le afectaba, su voz lo delataba, hizo una cambio muy radical; pasó de tener una voz alegre y una amplia sonrisa dibujada en su rostro, a lucir un mueca y su voz denotaba tristeza. 

Me arrepentía de haberle preguntado sobre Tessa, porque ahora no sabía que decir para intentar animarlo. Se lo había comentado porque las cosas parecían fluir tan bien entre ambos adolescentes,  solo había que mirar la sonrisa tonta que se le formaba a mi hermano cuando le llegaba algún mensaje de Tessa.

«Si la adolescencia de por sí, ya es una etapa muy complicada,  cuando te enamoras todo se complica más. Pasas por tantas fases; algunas veces niegas el amor hacia esa persona por miedo al rechazo, puedes confundir el cariño que le tienes a esa persona con amor —tal y como me pasó con Erick, cuando puse un océano de por medio me dí cuenta de que había confundido todo el cariño que le tenía con amor, además también me di cuenta de que en verdad estaba pillado por el hermano de mi amiga—, puedes sentir atracción por alguien....»

 

La cena transcurrió de lo más tranquila, aunque para mi mala suerte Pixie sí hizo acto de presencia,  nadie comentó nada al  respecto, quizás por educación o para no incomodar a la chica. A pesar de que la familia estaba reunida casi al completo, faltaban personas en la mesa April y Amelia —ellas no habían podido viajar por el rodaje de la nueva película que protagonizaba April— y luego estaba la tía Gina, la echaba tanto de menos , pero ella había partido hacia una mejor vida —su pérdida nos afectó a todos pero más a sus hijos, Emily y Aseher, habían perdido a su figura materna. Aunque mi hermano aún tenía a nuestra madre, la tía Gina había sido su figura materna durante toda su existencia, y era entendible que le hubiera afectado tanto la muerte de nuestra tía—.



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En el texto hay: destino, romance, carrerasilegales

Editado: 14.02.2023

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