Capitulo 1 ; Peter.
Peter Jackson, podía jurar que salían corazones volando de mi cabeza y mis ojos se encontraban reflejando su cara mientras suspiro, nuestra historia; la de Peter y yo, comenzó diferente, no nos odiábamos del principio, ni teníamos un recelo o rechazo al amor, al contrario, nos abrimos de corazón frente al otro, pero aquí el problema, soy mucho mayor que Peter.
Jamás pensé enamorarme de alguien tan menor, yo ya iba para mis 18 años, mientras que el queridísimo P. Jackson tenía apenas sus primeros 15 años, ¡15! Y ahora me imagino a mí y a los corazones imaginarios volviéndose bombas y destruyendo todo lo que alguna vez me dio esperanzas para estar con él. Puedo decir de corazón y sinceramente que su primera historia de amor, es todo un drama, sí, solo su historia de amor, yo ya tuve la mía, no fue algo feo que recordar, pero algo que no me gustaría pasar con Peter, o con alguna otra persona.
Bueno, basta de tanto habla, aquí les viene la no tan buena historia de amor de P y L.
Era invierno, hacía tanto frío y nevaba como si no hubiese un querido mañana, mi gorro de lana (tejido por la fantástica Abuela Mary), mis guantes cubren mis blancas manos, voy camino hacia una junta vecinal, siempre habían, yo era la tesorera, aquí entre nos, fui votada, no es que no quisiera, más bien no contaba con formar parte de “un club” por así decirlo, aquí hacíamos cosas para los niños de la vecindad y los adultos mayores, ¡oh! Y fiestas para adolescentes, somos una vecindad unida y consideramos todas las ideas, y aunque no lo crean casi todo el pueblo asistía, nadie quería que su idea no fuera escuchada, hasta mi madre tenía el descaro de venir a pesar de que se mudó a otra cuidad, me congelo cada que la veo, porque no saluda, solo está ahí.
Al entrar un calor hogareño me recibe y no puedo ocultar mi sonrisa, unos brazos me envuelven, es Lindsay mi hermana de 7 años, sus trenzas caen a los lados y sus ojos marrones se ven chispeantes, su dulce voz me deleita —¡Hermana Lo! Te hemos esperado durante 4 minutos, que impuntual, —pone sus manos en su diminuta cintura y ladea su cabeza, unos ojos marrones llaman mi atención, mi padre me mira divertido y se acerca, toma a Lindsay y ella se remueve como sanguijuela—¡No! ¡Bájame! ¡Papi!
Me permito reír ante la escena, mi padre siempre ha elevado a Lindsay como si fuera un avión y ella teme caer, le doy un beso en la mejilla a mi padre, me saco mi abrigo, me asfixia aquí el calor se nota mucho, paso de ellos y voy hacia el coche de Lander, mi hermano de 1 año y algo, sus ojos están cerrados y sus pestañas descansan, su boca forma un leve puchero, no puedo evitar querer comérmelo, me acerco lentamente cuando alguien me agarra de la cintura, suelto un grito y me volteo para ver a Lorena, mi mejor amiga, ella ríe y me envuelve en sus delgados brazos, hago lo mismo, cuando nos separamos sentimos un sollozo, jadeo con frustración y me encuentro con Lander abriendo y cerrando sus manitos hacia mí, pidiendo que lo tome, sus ojos verdosos tan abiertos y ligeramente mojados, está a punto de llorar, lo tomo y el ríe ante muecas graciosas que le hace Lorena, a lo lejos veo como la gente empieza a llegar, una melena roja corre hacía mí y ya se quién es, ella me grita emocionada—¡Lo!
—¡Lola! Mi querida vice presidenta favorita, —le guiño un ojo, mientras le paso al pequeño Lander a Lorena, el inmediatamente empieza a llorar, volteo mis ojos, Lola entrecierra sus ojos hacía mí, luego ella ríe para tomarme de la mano y arrastrarme, me volteo viendo a Lander gritando mi nombre, bueno lo que puede pronunciar de él, y queriendo arrancar de los brazos de la pelinegra, llegamos a la cocina y todos están ahí, me sonríen, repito la acción, cuando noto a alguien totalmente desconocido, frunzo el ceño hacía el, y el hacía mí.
—¡Oh, Lo! Él es el nuevo secretario, es igual de joven que tú, Lily lo dejo de remplazo, dijo que merecía unas vacaciones, como si fuera muy costoso venir hasta aquí, —lo último se lo dice para ella misma y los demás ríen, el muchacho se para y se dirige hacia mí con confianza, su mano se estira para alcanzar la mía y decir.
—Peter Jackson, un gusto conocer a la tal tesorera.
Tengo que morderme la lengua para no derretirme y soltar un suspiro ahí mismo, es hermoso, me faltan palabras para describirlo, sin duda me quedo sin habla, el levanta una de sus gruesas cejas y una sonrisa aparece en su rostro, su voz grave repitiéndose en mi mente, encuentro mi voz—Lorraine Harvey.
Mi mano se dirige a la de él y se unen, estrechándose, mis piernas flaquean y parezco una adolescente, tengo que contenerme para no lanzarme arriba de él y besuquearlo de todas las maneras posibles, aunque sus mejillas son tiernas, tengo que dejar de verlo, pero no puedo, sus ojos marrones y su pelo negro, algunas pequeñas venas en sus brazos y manos, sus mejillas y nariz rojas por el frío, tiene facciones de niño, y me encanta.
Me libero del agarre y me siento lo más alejada de él, creo que todos notaron mi adoración ante su belleza, me siento al lado del presidente, mi abuelo, sí, mi lindo abuelo London me da una mirada divertida y se para, todos aguardamos silencio, sus ojos marrones nos miran con dulzura y dice —Hora de salir ahí y poner órdenes. —todos nos paramos para dirigirnos al escenario, era un lugar grande debido a que son miles de personas, somos 4 en total los de la junta, excluyendo al staff, somos algo así como una fiesta andante, tenemos de todo, está London de presidente, Lola de vice presidenta, yo la tesorera, y el pequeño Peter, el secretario, suspiro, y me atrevo a mirarlo, para mi sorpresa él se encuentra mirándome, sus ojos penetrando cada espacio de mi ser, recordando mi cara, hasta que sonríe, y yo me devuelvo hacía mi vista principal, ¡que grosera Lorraine! Puedo escuchar a mi padre regañándome en mi mente, todos mantienen silencio, mi abuelo dice—Bienvenidos a la junta vecinal número 39, tenemos poco que discutir está vez, y no olvidemos que ahora viene la fiesta para los adolescentes, —las porristas y jugadores de futbol con muchos estudiantes celebran, mis abuelos les sonríe y les pide silencio, se lo dan —La encargada de la supervisión es la tesorera, Lorraine y Peter, todos confiamos en ustedes, podrán controlar a miles de adolescentes con hormonas, —dejo de respirar, imaginarme a mí y a Peter solos, me da un cosquilleo, una sensación de que pasarán cosas interesantes, ¿será nuevo? Nunca lo vi por aquí, no me interesa, quiero hablar con él, quiero conocerlo, quiero saber qué opina acerca de mí y quiero conocer cada uno de sus pasados oscuros, porque el me atrae, el me trae esa sensación tan ¡indescriptible!, y este proyecto será interesante, lo miro, el me mira, nos miramos.
Editado: 11.03.2019