Lo que le conté al viento mientras te esperaba

Anhelo

Me gusta despertar suave y sin prisas, 
imaginando como podría ser
una mañana en la que al abrir mis ojos, con lo primero que se encuentren sea con su mirada.

Esos maravillosos ojos suyos con su color tan especial y ese brillo tan único.
Aquellos ojos que parecen decir tanto 
y que tanto ocultan.
Aquellos ojos que tanto parecen ver cuando me miran 
y que por lo mismo tanto me asustan.
Aquellos ojos que podría pasarme la vida mirando 
y que aún así me ha de faltar tanto por descubrir.

Esos labios suaves que tanto me atraen.
Aquellos que tantas veces he soñado con acariciar, con la punta de mis uñas, con mis dedos, con mis labios,
Aquellos que dicen tanto incluso cuando no dicen nada.

Y luego, cuando nuestras miradas hayan dicho buenos días, incluso antes que nuestras palabras
Entonces sonreír y entretenerme entre sus brazos,
Que me abrace sabrá quien cuanto, que para mi incluso una vida es poco tiempo.

Porque en sus brazos me siento tranquila, me siento segura,
Porque me gusta soñar con que cada vez que me abraza, 
lo hace porque me ama.
Porque un abrazo es lo más cerca que he podido estar de su corazón.

Luego, cuando ya sea hora de levantarse, tomar juntos el desayuno,
tranquilos, sin prisas y con muchas sonrisas.

Y entonces salir a caminar, 
al ritmo de nuestros latidos 
y donde nuestros corazones nos quieran llevar, no importará cuando, no importará donde
Porque estaremos tomados de la mano
Y donde quiera que nos lleve la vida
Todo será mejor
Si estamos juntos.
 


 



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En el texto hay: romance, amor

Editado: 29.02.2020

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