Prólogo

Dolor.

Un dolor agudo y demasiado fuerte se acentuaba en el centro de mi cabeza, latía, mareaba, se sentía como al punto límite de una explosión.

Después de eso, no comprendí bien lo que tenía a mi alrededor. Abrí mis ojos con mucho cuidado, temiendo ver algo que no quería, pero, por el contrario, solo vi mi pieza.

Solamente vi esa pieza pintada de gris claro, simple, minimalista y aburrida. Muebles del mismo color, suelo blanco e impecable, un librero rosa que era lo más colorido que tenía y un escritorio de melamina sobre el que reposaba mi computadora.

Apoyé con dificultad los codos sobre el duro colchón y observé ese cuarto. No me cruzaba ningún pensamiento, mi cabeza era un desastre, pero ya no podía maquinar. Estaba agotada de pensar.

Pero sentí el impulso de levantarme lo más rápido que podía, era un instinto de alerta, una ansiedad de que algo andaba mal.

Entonces me paré y caminé a pasos apresurados, dando zancadas hasta llegar al escritorio, viejo y manchado. Aparté la silla y me senté. La computadora estaba prendida en el inicio, como si nunca la hubiera tocado.

Como si nada de todo eso hubiera pasado.

No, no podía ser.

¿O si?

¿Estaba loca?

Entre en Google y escribí en el buscador, equivocándome de letras en varias ocasiones, haciéndome perder la paciencia y golpear la mesa con frustración.

Di en el Enter cuando lo hice bien.

No hay coincidencias para tu búsqueda.

Miré la pantalla más de cerca. No podía creérmelo ¡Era imposible!

Giré la cabeza lentamente y observé mi cama con estupefacción, el color abandonando mi rostro, el dolor extendiéndose hasta la punta de mi nariz y mi corazón latiendo con tanta fuerza que casi se me salía.

¿Lo soñé?

¿Soñé todo?

No, era imposible, lo viví en carne propia, sufrí heridas, sufrí dolor y también viví alegrías, felicidad, amor.

Todo se sintió demasiado real.

Viví toda una vida que nadie sería capaz de comprender, que no podía contarle a nadie porque era mi secreto y estaba dispuesta a llevármelo a la tumba porque era solo mío y nadie me iba a arrancar toda la felicidad que este mundo no podía y podría darme jamás.

Me levanté y me alejé de mi cuarto; mi casa estaba exactamente como cuando me fui, pero ignoré otros detalles, fui directamente al baño y me encerré.

Quedé viendo mi reflejo frente al cristal del espejo, no había marcas, ni cicatrices, ni ojeras. Solo yo, normal, como siempre. La Eloise que todos conocían.

Me miré las manos, temblando, al borde de un colapso.

¿Qué fue lo que pasó?

ACLARACIONES

(Sucesos ubicados en el país de Argentina)

Buenos días, buenas tardes o buenas noches desde donde leas esto.

Lo que nunca nadie sabrá es la tercer historia que escribo. Fuera de las historias cliché de Wattpad, quise compartir esta obra por gusto, ya que capaz alguno de los que lean esto se sientan identificados.

Misterio, drama y muchas lágrimas de tristeza; pero también muchas de felicidad.

Espero disfruten de esta lectura: para todas las personas fantasiosas, incomprendidas y únicas, los invito a mi mundo lleno de magia, locura y reflexión.

Este libro corto incluye una playlist cien porciento pensada por mi para que disfruten una mejor experiencia.

Muchas gracias por quedarse.