La sombra del ego, un regalo brillante,
con esfuerzo tejido, gesto elegante.
Mas el ingrato corazón, sin gratitud,
ignora el sacrificio con indiferencia y crud.
El presente, joya de tiempo y dedicación,
cae en un abismo de desprecio sin razón.
Oh, ingrato ser, incapaz de ver,
la nobleza detrás del obsequio, sin entender.
En el eco del desdén, se pierde la magia,
un regalo despreciado, como hoja en la brisa.
Amanda Pajaro.
22 de Marzo de 2024