Enséñame como amarte

Enséñame como amarte, llévame por aquellos lugares desconocidos de ti, enséñame a mirarte y hacerte sentir lo que siento. A navegar en tu océano y perderme en tu mirada. Déjame buscarte y encontrarte. Enséñame los lugares ocultos de tu mente, te prometo que no tendré miedo. Te prometo que no soltaré tu mano, te prometo que no me alejaré. Enséñame a volar en tu cielo, llévame a los lugares lejanos, y a aquellos lugares que son seguros para ti. Enséñame como consolarte y como reparar tu alma, déjame entrar entre tus paredes, te prometo que no pretendo hacerte daño. Enséñame a morir entre tus brazos y sentirme a salvo mientras lo hago.

Cuéntame tu tristeza y tus males, y yo prometo escucharte, porque cada palabra que sale de tus labios es una sinfonía. Enséñame a ser la voz que te guie en la oscuridad. Todo lo que te hiere me lastima, déjame besar tus cicatrices, curar tus heridas, y amarte por lo que eres, por quien solías ser y por quien te vas a convertir. Déjame ayudarte a que superes el pasado, te prometo que eso no es algo importante, lo importante es quién eres. Déjame ayudarte a encontrarte a ti mismo, nademos en la inmensidad de tu mar, déjame ver tu alma desnuda, prometo quedarme. Muéstrame lo peor de ti, lo que aborreces de tu ser, lo que no le muestras nadie más, prometo ayudarte, sin afán de cambiar tu esencia.

Permíteme estar ahí contigo, acompañándote en tus caídas y ayudándote a levantarte.  Enséñame a quererte, como nadie nunca te ha querido; enséñame a ser fuerte para tu refugio, muéstrame lo que necesitas, períteme ser aquello que te motiva, aquella sonrisa que te impulsa, esas manos que no te dejan, ese pensamiento que no te abandona, ese sueño que piensas alcanzar. Déjame ser el suelo de tus pasos, aquello que anhelas, darte el amor que tanto buscas. Prometo no alejarme, nada de lo que harás será una decepción. Nunca podrías defraudarme, tu sola existencia me fortalece, déjame estar para ti, como tú estás para mí.

Te prometo que no te tengo miedo, te prometo que te veo y veo el amor en el mundo, un amor tan grande que no tiene comparación. Te prometo que te seguiría hasta el infierno, que soportaré cualquier adversidad, si tú estás dispuesto a tenerme entre tus brazos. Déjame ser yo, déjame intentarlo, enséñame lo que eres, y yo prometo amarlo. Enséñame lo que te fascina, lo que te mueve y lo que te hace sentir bien, muéstrame el camino hacia ti, seguiré tus pasos, y repararé tus alas. Te acompañaré en tu vuelo y me ahogare en tus lágrimas. De mí no deberás preocuparte, porque siempre encontraré una salida, si tus manos son mi guía.

 Déjame ser y existir entre tus ojos. Permíteme seguirte a donde vayas, prometo no perderte el paso, enséñame lo que es correcto y lo que no lo es. Jugaré con tus reglas, y no cuestionaré tus decisiones. Prometo cuidarte y tenerte cerca, porque no sabes lo que has despertado en mí, y no sabes lo mucho que significas. Enséñame a decir te amo, no con las palabras, pero con cada detalle y cada acción, con cada caricia y cada beso. Enséñame lo que te encanta del mundo y a ver con tus ojos, muéstrame las maravillas, no solo de existir, sino, de vivir a tu lado. Déjame perderme en tu laberinto, entre las líneas de tus manos, en la curva de tu sonrisa, en las ondas de tu cabello, en la perfección de tus labios, déjame descubrir el universo que guardan tus ojos.

Dime que sí, y permíteme demostrártelo, déjame ser discípulo de tu amor, y permíteme aprender a amar a tu terco corazón. A admirar tu alma libre, y a adorar a tu mente indomable. Déjame ser prisionera de tu mirada, déjame entregarme enteramente a ti, confío plenamente en tu ser, en tus palabras y en tus acciones. Eres lo más preciado que tengo, y quisiera que me dejaras amarte por lo que eres.

Enséñame y te prometo que aprenderé, simplemente, porque te amo.